6 de febrero de 2017

Strawberry Fics N°5 "Luces"

Strawberry Fics
Especial N° 5
“Luces”


“Nuevamente me he despertado antes que sonara la alarma del reloj y a pesar de que hoy no tengo que ir al trabajo, mi cabeza sigue funcionando en automático. Creo que necesito un descanso.”

La cafetera en la cocina desprendía aquel intenso aroma listo para acelerar los motores de la fría mañana. En la tv anunciaban que caería nieve de manera intermitente, así que las botas y los gorros serían los buenos compañeros de esta jornada.

Ella se puso una bata blanca y esponjosa que era tan suave como para quedarse todo el día envuelta en ella. Tomó su café y se acurrucó en el sofá frente a la tv con las cortinas abiertas, desde donde se podía ver el amplio cielo en color blanco brillante. Ya eran las 8 de la mañana.

-Esta mañana les mostraremos en nuestro reportaje especial, como viven la Navidad en occidente, cuáles son sus costumbres, que regalan, que comen y como celebran esta fiesta de fin de año…-

No había más plan que quedarse relajada en el sofá sin hacer nada, estaba sola en el apartamento y por primera vez en mucho tiempo parecía que no tenía nada más que hacer así que dejó que sus hombros se relajaran y mientras la televisión seguía su transmisión, los ojos se le fueron haciendo pesados cada segundo.

-No ya debo quedarme despierta, debo ir al supermercado y…

La voz de la animadora en la televisión se fue alejando poco a poco y todos los sonidos se fueron apagando.

Abrió los ojos de pronto despertando luego de lo que pareció ser apenas unos segundos y para su enorme sorpresa, estaba en un lugar que conocía a la perfección. Era su habitación en Astraea.

Se sentó en la cama viendo incrédulamente como podía estar allí, notó que tenía su pijama puesta y que todo alrededor, estaba tal cual como lo había dejado cuando se marchó de la colina.

-¿Qué estoy haciendo aquí?

Se puso de pie y recorrió el lugar sin entender como estaba allí de pronto. Su mente recordaba que se había quedado viendo la televisión en su apartamento donde ya vivía desde hace algunos años y esto seguramente se trataría de algún sueño, pero era tan real que no podía diferenciarlo de ninguna manera.

Recorrió la habitación tocando sus muebles y hasta vio que su baño seguía igual como lo recordaba.  Abrió su closet y vio con ojos enormes su viejo uniforme de Miatre colgado y listo para ser usado, lo tocó y sonrió.

De pronto tocaron dos veces su puerta de una manera muy característica que ella podría reconocer enseguida, se volteó cuando la puerta se abrió de golpe.

-¡Miyuki! ¿Aún no te has vestido!? ¿No recuerdas que día es hoy? Siempre me apresuras y ahora eres tú quien está retrasada…

-¡Shizuma!

-¿Qué? Si soy yo… ¿Qué te pasa? Parece que hubieras visto un fantasma…

-Es que…

-¿Qué? Que te pasa Miyu chan, estas muy extraña esta mañana

-No, es que sólo….

-Ya, apresúrate hoy tenemos muchas cosas por hacer además que tenemos ese examen a primera hora…

-¿Examen?

-Si…

Shizuma baja desganada sus hombros y la mira sin ánimos. Es exactamente la Shizuma adolescente que Miyuki recuerda, su inseparable amiga que parece congelada en el tiempo.

-Miyu chan…hemos estudiado mucho para este examen

-No…yo sólo…

-Me dijiste que este examen definirá tu futuro profesional, así de importante es, ¿acaso lo olvidaste?

-No…pues…yo…

-De verdad estas muy extraña, así que será mejor que te vistas pronto y vayamos a desayunar. Iré por Nagisa…te veré en la cafetería… ¡Apresúrate!

-¡sí!

Shizuma se retira de la habitación dejando a solas a Miyuki quien parece desorientada, se toca su rostro y camina veloz al baño, quiere verse en el espejo y reacciona sorprendida al ver que luce exactamente como hace algunos años, era su rostro más joven y su cabello tenía el mismo corte de aquella época en la colina. Pero ¿Cómo? Si todo supuestamente era un sueño pero seguía pareciendo tan real que hasta se pellizco la cara para despertar pero  ¡no!.

Estaba de pie allí en su vieja habitación en la mismísima colina de Astraea de donde pareciera nunca haber salido.

-Esto no puede estar pasando… ¿Qué voy a hacer?

Sin pensarlo demasiado, tomó su uniforme del closet y se lo puso sin dejar de sentir un cálido sentimiento en su pecho. ¿Qué era esto? Si no era un sueño, ¿Cómo diablos pudo regresar en el tiempo? “No, no…debo estar volviéndome loca” pensó.

Abrió la puerta de su habitación y salió al pasillo. Comenzó a caminar por el viendo que las jóvenes alumnas la saludaban como siempre solían hacerlo, con todo el respeto que le tenían. Siguió hasta la cafetería y entro en ella viendo con gran sorpresa que sus amigas la esperaban en el sector de Miatre y que Shizuma le hacía señales, el desayuno estaba por iniciar y ella llegaba tarde.

-Vaya Miyuki, nunca llegas tarde, hoy te has lucido…

-Perdón Shizuma es que…

-Ah ya ya…¿no será que te pasaste la noche en vela junto a Shion? ¿o sí? Aaaaah eres toda una chica ardiente Miyu chan!!

-¿EHH!? –Sonrojándose –No…yo…

-Vamos Miyu chan, no seas tímida, aquí entre nosotras, sabemos bien lo que es pasar la noche en vela, sino, mira a Nagisa…

Miyuki mira hacia la otra mesa donde están las alumnas más jóvenes de Miatre, allí estaba la pelirroja junto a Tamao, bostezando cansada.

-Pero que joven se ve…-Dice sorprendida

-¿Qué? Miyu chan…¿te sientes bien?

-Sí, sólo es que…

-Tu futura esposa ya va hablar

-¿Eh?

Miyuki regresa su mirada al escuchar la voz tan familiar de Tomori Shion, quien se ponía de pie en el área de Spica. “Todas en silencio por favor, las Etoile nos dirán la oración de la mañana”, al terminar la frase miro discretamente hacia la mesa de Miatre y al ver a Miyuki, le cerró traviesamente un ojo. La ex presidenta no pudo evitar sonrojarse al ver a la joven Shion, su mente comenzó a volar de nuevo.

“…Shion siempre se ha visto tan bien en su uniforme de Spica…que vergüenza…me hace recordar que le pedí que lo vistiera un día en el apartamento sólo para mí… ¡qué vergüenza!, pero verla de nuevo así, tan joven y hermosa…sea o no un sueño todo esto, me encanta…me hace sentir de nuevo todas esas mariposas que me provocaba en secreto. Espero que nadie escuche mis pensamientos…” Pensaba Miyuki
Amane terminaba la oración matutina e invitaba a todas a desayunar. Miyuki seguía como en un estado de shock al verlas a todas reunidas nuevamente en su querida colina. A su lado Shizuma, su inseparable amiga, lucía más alegre y con un nuevo brillo en sus ojos, era la nueva primavera en sus corazones.

-Miyu chan, ya que has estado extraña toda la mañana ¿recuerdas que aún no compras el regalo para Shion? La navidad es apenas en unos cuantos días y tú aún no estas lista

-¿Qué?

-ya sabía que lo habías olvidado, aunque eso no es normal en ti y ya me estoy empezando a preocupar de verdad

-No…o sea…

-Bueno quédate tranquila, yo lo he recordado por ti, así que he pensado que podríamos ir a la ciudad para ir de compras, tú y yo, sin nadie más. Hace mucho que no pasamos tiempo juntas y ya lo he planeado todo

Miyuki se queda observando a su amiga dándose cuenta de que aquel día, efectivamente lo había vivido y su mente comenzó a aclararse en ese momento. Iba a ser la última navidad que vivirían en Astraea antes de su graduación. Shizuma la había ayudado a reencontrarse con Shion luego de una huida frenética de su boda y las cosas marchaban mejor que nunca.

Había regresado a ese día en específico por alguna razón, sin perder los recuerdos de su nueva vida como mujer adulta, tendría la oportunidad de repetir aquellos momentos tan felices que vivió en su amada Astraea.
Volvió a pellizcarse discretamente para ver si despertaba pero nada ocurrió, seguía allí junto a sus amigas y el desayuno había terminado.
Faltaban apenas un par de días para celebrar la navidad y como era costumbre, algunas alumnas regresaban a sus hogares pero ella, se quedaría allí como cada año. No tenía ningún ritual especial ni manera de celebración, sólo se quedaba con Shizuma tomando el té y leyendo algún libro. Todo parecía indicar que aquella rutina, iba a cambiar esta vez.
                                                                                              :::

La profesora repartió a cada alumna las hojas del examen que tendrían, era uno de los últimos y el más difícil relacionado con biología. Miyuki le había confesado a Shizuma que ese sería su prueba para saber si su destino estaría vinculado al área médica o no, por lo que se había desvelado por varios días para prepararse.

Al ver las hojas en su mano, no podía creer que efectivamente era aquel importante examen. Miró a Shizuma detrás suyo quien ya estaba concentrada viendo las preguntas. Regresó su mirada y le echó un vistazo a todo el contenido.

“Por dios…todas estas preguntas son tan fáciles, ya lo he visto todo en la universidad. No puedo creer que en este tiempo le tuviera tanto miedo a este examen…incluso me equivoque en estas dos…y en esta también. Ahora no puedo fallar pero… ¿será correcto?” 

–Pensó Miyuki

-Muy bien alumnas. El examen durará 60 minutos, procuren revisar sus respuestas antes de entregar. Les deseo mucho éxito ya que esta es la última prueba del año. Comiencen.

Miyuki vio como todas sus compañeras bajaron la cabeza enseguida para trabajar en sus exámenes, ella sonrió sintiéndose sumamente confiada.
Comenzó a responder a una gran velocidad, todo le era muy fácil y sencillo pero de pronto, su mente se movió bruscamente a una escena, donde aparecía Tomori. La rubia la veía con una sensual mirada vistiendo el uniforme de Spica que suavemente comenzaba a desabrocharse sin dejar de verla intensamente.

“oh por Dios…”

Con el rostro sonrojado, Miyuki miraba su examen viendo que tenía las respuestas pero no podía dejar de pensar en su rubia y se le mezclaban sus versiones, la juvenil y la adulta, ambas le resultaban sumamente excitantes y atractivas y si tuviera que elegir, no sabría hacerlo.

“mi Shion, por favor, ahora no…”

Respiro profundo y dejó que sus pensamientos fluyeran tranquilamente, le dio un último vistazo al sensual escote que le enseñaba Tomori y se despabiló.  Retomo el examen y sus respuestas iban muy veloces, aquella materia era sumamente fácil para ella y las consideraba casi un contenido básico de sus primeros años en la carrera de Medicina.

Se detuvo unos instantes y de nuevo miró a su alrededor.

“¿Cómo es posible esto?...Este estado de conciencia durante un sueño es prácticamente imposible y el solo hecho de pensar que he viajado en el tiempo….no….claro que no….
Aunque creo que cualquier persona quisiera volver a vivir los años de adolescencia con la madurez y conocimientos de un adulto…esto podría ser muy divertido…”

Volvió  a trabajar en su examen y de un momento a otro, lo había finalizado. Revisó todas las respuestas  con la misma confianza del principio.

“Bien, la primera vez que hice este examen tuve varios errores, no muy significantes pero ahora…ahora es perfecto”

Se puso de pie y fue hasta la maestra para dejar sus hojas. Shizuma no pudo evitar mirarla con sorpresa, apenas habían pasado unos quince minutos y ella ya había terminado.

-Vaya señorita Rokujo, ¿de verdad ha terminado?

-Sí, ya me sabía las respuestas…

-¿Qué!? ¿Cómo…?

-Eeeh, no…o sea…-sonrojada- quise decir que estudie mucho para esto…

-¿ya revisó todo?

-Sí

-Muy bien –Mira su reloj- Como ha terminado muy pronto, puede ir a la sala del consejo, la estaban buscando antes del examen

-Con su permiso maestra

De reojo miró hacia su amiga Shizuma quien con la mirada le enviaba un mensaje telepático que se podía traducir  “¿Cómo rayos terminaste tan rápido!!?” y salió de la sala.
Se relajó mirando a ambos lados del pasillo sintiendo nuevamente aquella calma que sólo se podía respirar si salían durante la clase.
Caminó hasta la sala del consejo sin antes ver con atención, todas las rutas que recorría a diario. La entrada a Miatre, el camino hacia el Ishigo Sha, los pasillos hacia la sala de consejo. Todo estaba tan nítido y claro que seguía con la duda en su cabeza. ¿Era o no un sueño?

Llegó a la sala del consejo estudiantil y de la nada y sorpresivamente una mano la toma y la jala hacia dentro cerrando la puerta detrás de ella. Apenas pudo reaccionar cuando un sensual beso la envolvió haciéndola temblar de placer. Se alejó de su captora para darse cuenta que era Shion.

-Amor…

-Ya quería verte. Qué bueno que te dieron mi mensaje

-Pero…

-Tranquila, estamos solas aquí, nadie vendrá

-Pero…yo…

-¿Qué ocurre? ¿no te gusta que te vea aquí en la sala a solas? Tu misma me lo pediste

-¿así? …ya no lo recordaba…

-¿eh? Miyuki… ¿te sientes bien? Te noto un poco extraña…

Shion se acerca para tocarle la frente y revisar si es que tenía algo de fiebre, pero todo estaba normal.

-No es eso, es solo que…

-Dime, ¿Qué pasa amor? ¿Tu madre te ha llamado? ¿Has tenido problemas con tu familia de nuevo?

-No. Solo creo…que no he dormido bien…o quizás muy bien y …

-¿eh?

-Perdón, no quiero agobiarte…

-Miyuki, quedamos en que ya no tendríamos secretos y que los problemas los íbamos a solucionar entre las dos ¿lo olvidaste?

-No, no lo he olvidado, en todos estos años has estado siempre ahí conmigo… -se silencia

-…bueno, lo lamento si estuve “indirectamente” contigo todo este tiempo. También ha sido difícil para mí, créeme en serio

“Si este es un sueño, ella debería saber otras cosas de nuestro futuro, ¡eso es! Averiguaré”-Piensa Miyuki

-…amor…¿recuerdas el departamento frente al mar? Te había gustado tanto ese lugar
Tomori quedó en silencio mirándola con atención, no entendía su pregunta y sólo sonrió.

-etto….no sé de qué hablas…digo... ¿estás pensando en que vivamos juntas algún día? ¿De qué departamento me hablas? Me encantaría hacer ese plan contigo –Se emociona

Miyuki abre sus ojos y voltea dándole la espalda. Ella no sabe nada al respecto y claramente no sabe nada del futuro, de su vida juntas y de todo lo que ha sucedido a lo largo de todos estos años. De pronto sintió hasta temor de sólo imaginar que esto podría ser un viaje en el tiempo.

-Miyuki, amor… esta tarde no podré estar contigo. Estaré ocupada haciendo los arreglos navideños en Spica, pero más tarde si quieres vamos a la cafetería y cenamos juntas. Así quizás podamos planear eso de vivir juntas ¿No crees?

-No hay problema, de hecho tengo planes con Shizuma así que estaremos ocupadas, pero más tarde espero poder verte

-Claro que si

Shion la abrazó tan tiernamente y la besó suavemente haciéndola estremecer de pronto, Miyuki cerró sus ojos sintiéndose tan incrédula con todo lo que estaba viviendo, acarició el rostro de la juvenil presidenta de Spica sintiendo la suavidad de su piel. Esto no podía ser un sueño, era tan palpable y real que casi era imposible pensar que fuera otra cosa.
                                                                                              :::

En el centro de la ciudad todo era movimiento. Había luces multicolores por todas partes, música y trajes de santa Claus por todos lados.
Shizuma respiró profundo mirando a su alrededor viendo que su amiga se quedaba unos metros más atrás, se arropó en su bufanda y la espero con una sonrisa. Miyuki parecía de algún modo sorprendida y algo desorientada por lo que la ex Etoile se le acercó para analizarla.

-¿Qué ocurre Miyu chan? Sé que no salimos mucho de la colina pero parece que nunca hubieras venido al centro de la ciudad

-Perdón, es sólo que todo este día ha sido muy extraño para mí

-¿eh? ¿y porque ha sido eso? ¿Te fue bien en el examen no?

-No sé cómo explicarlo, pero cuando tenga todo claro te diré lo que sucede

-Espero que sí. Eso de estar de chica misteriosa todo el día no es algo muy tuyo, ese es mi papel.

Es mejor que te relajes, esta tarde estaremos solas y podremos recorrer y comprar la ropa que queramos. Recuerda que en poco tiempo dejaremos de usar los uniformes para siempre.

-Es cierto, tenemos que renovar el closet muy pronto

-¿ya ves? Además tenemos que comprar unos cuantos regalos navideños. Todo parece indicar que será una divertida tarde

Miyuki miró a su amiga notando que su expresión ya la había visto antes y que todo lo que estaba pasando durante ese día, ya lo había vivido pero aun así, quería disfrutarlo.

Entraron a un centro comercial y Shizuma de manera infantil la llevaba de un lado a otro viendo todo con mucha emoción, tomó la mano de su amiga y la guiaba por todo el lugar con mucha energía.

“Todo esto se está repitiendo una vez más de manera precisa y me está dando un poco de miedo. Si no acaba pronto, toda la historia se convertiría en un enorme deja vu y no me gustaría ver nuevamente a Shizuma pasar por todo eso… fue algo horrible que no quiero repetir…”

-¡Mira Miyu chan! ¿Este es el sweater que quería Shion, verdad?

-¡Sí!

Miyuki se detiene por completo al ver como Shizuma lo sostiene en sus manos.

“Ese es el sweater que le regale aquella navidad pero…no lo usó más luego que fuera a casa de sus abuelos, se le arruinó por completo en la lavadora. Sabiendo eso quizás deba regalarle otra cosa”

-¿lo vas a comprar?

-No lo sé, quisiera ver otras cosas también

- Esta bien

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La noche de invierno llegó con prontitud dejando a oscuras las calles y encendiendo más luces de las que ya habían. El sonsonete de los villancicos lo tenía clavado en la mente por cada tienda que visitaban y se sentía un poco encandilada por todos aquellos colores vibrantes que estaban por doquier.

Shizuma seguía revoloteando por todos lados mirando curiosa todo lo que encontraba a su paso y detrás de ella iba Miyuki cargando varias bolsas. A ratos volvía a pellizcarse la cara para intentar despertar, pero solo se quedaba adolorida y con una marca rojiza en su cara mientras todo seguía transcurriendo de la misma manera que ya había vivido.

-Bien Miyu chan. ¿Estas segura que quieres comprarle esa Tablet a Shion?

-Sí, le servirá mucho para organizar sus cosas

-Lo sé. Pensé que le comprarías el sweater también

-Es mejor esto

-Bien, como tú digas. Ya se está haciendo tarde, tenemos que regresar

-Ya tenemos todas las compras, regresemos ya

Miyuki no podía pensar en lo que acababa de hacer. Todo seguía exactamente igual a excepción de aquella compra, había cambiado el regalo navideño y de alguna manera, eso no la dejaba tranquila.
Camino de regreso, se mantuvo silenciosa mirando la ruta en el tren mientras Shizuma no dejaba de jugar en su teléfono.

“¿Volveré a la normalidad pronto? ¿o me quedaré atrapada aquí nuevamente?
Si así fuera…arreglaría todas las cosas e intentaría evitar otras…¿Podría hacerlo?”
                                                                                              :::

En el Ishigo Sha, Shizuma se despidió de su amiga para ir en búsqueda de Nagisa a su habitación, dejándola sola en el área del primer piso.
Se fue directamente hacia la zona de Spica y caminó hasta la habitación de Shion. Tocó tres veces y no tuvo respuesta.

“Qué raro. Debería estar aquí”

Volvió a llamar a la puerta teniendo la misma respuesta, nada.
Desde el fondo del pasillo, escuchó abrirse una puerta y vio que era la actual Etoile, Amane quien salía de su habitación caminando hacia ella.

-Buenas tardes, Etoile sama

-Buenas tardes Miyuki san ¿Estás buscando a Shion?

-Sí, me dijo que estaría desocupada a esta hora

Algo en el rostro de Amane la puso bastante inquieta, le evitó la mirada y de pronto Miyuki se dio cuenta de que estos instantes, no se estaban repitiendo, todo era nuevo ya que no recordaba haber hablado con la Etoile en este momento.

-¿Qué ocurre Amane?

-Yo…estuve entrenando toda la tarde y…

-¿y…?

-Ví que vinieron a buscar a Shion en un automóvil negro

-¿Qué? ¿Quiénes?

-Ella se bajó un momento y se acercó para hablarme…lucía muy angustiada

El corazón de Miyuki comenzó a latir velozmente llenándose de un intenso miedo. Nada era lo que esperaba y de pronto sintió que todo se salía de control.

-¿Qué dijo!? ¿Dónde fue!?

-Me pidió que te informara, que iba a casa de sus abuelos y que no sabía cuándo iba a regresar.

-¿Qué!?

Miyuki dio media vuelta y abrió la habitación de Shion, Amane dio unos pasos para seguirla. Ambas vieron que el closet estaba vacío por completo, los ojos de Miyuki se abrieron enormes y asustados.

-Ella iba cargando sus cosas y me pidió que te entregara esto…

Miyuki con inmenso temor, volteó hacia ella y vio que en sus manos tenía una carta con su nombre en ella.

-Me pidió que te la diera. Yo…realmente lamento esta situación Miyuki san –Se agacha haciéndole una reverencia

-No…no entiendo nada…

-Es mejor que ella te lo explique. Con permiso.

Amane le dio nuevamente una reverencia y salió de la habitación dejándola a solas y con el corazón amargado y dolido. Dejó las bolsas en el suelo junto a la cama y se sentó en ella acariciando las cobijas. El corazón seguía latiéndole a mil por horas viendo el sobre que no se atrevía a abrir.

“Tengo que despertar…esto no puede estar pasando”

Lentamente abrió el sobre luego de analizar la situación y respirar profundo. Sacó las hojas de su interior. Claramente era la letra de Shion.

“Mi amada Miyuki;

Perdón por tener que decirte esto a través de una carta. Hubiera querido poder decirte de frente pero creo que no he podido llegar a ser tan valiente como tú.
Esta mañana recibí una llamada telefónica de mis abuelos y me han dado una orden muy clara y directa. Sabes que estoy muy acostumbrada a las cosas estrictas y mi familia lo es, por lo que casi no he podido poner ningún reproche.
Ellos se han enterado de lo nuestro  y me han amenazado con desheredarme totalmente si no iba con ellos enseguida y asumía mi posición en la empresa.
Sé que debes odiarme por esto, pero confío en que podré resolver esto pronto. Quería pasar la Navidad junto a ti pero en este momento no sé si siquiera pueda volver a verte, al menos durante un tiempo.

Mi madre tenía serias intenciones de enviar a mis hermanas a estudiar a Spica, pero dada esta situación, está cambiando de opinión y creo que las enviará a Europa nuevamente. Kazumi me ha culpado por no poder lograr su sueño de llegar a la colina y me siento muy mal por eso. Siento que cargo muchas cosas en mi espalda y debo averiguar cómo lidiar con todo.
Me voy amándote como jamás he amado a nadie, siempre estarás presente en cada uno de mis días y noches. Espero que la vida me lleve de nuevo a ti en algún momento y si no lo hace, rezaré cada día porque seas sumamente feliz y tengas una vida plena.
Imploro tu perdón y comprensión.

Siempre tuya,
Tomori Shion”

Las manos le temblaban al mismo tiempo que una pesada lágrima rodaba por su mejilla, su respiración era entrecortada y su visión se puso nublosa por el llanto que comenzó a brotar. Se puso de pie y dio un par de vueltas en círculos por la habitación.

“No…no…esto no puede estar pasando…Shion no se pudo haber ido así como así.
Pero…si esto no es un sueño y es realidad, las hermanas no vendrán a Astraea y Shizuma no tendría aquellos problemas.”

Sus ojos se abrieron enormes dándose cuenta de todo. Corrió el baño, se apoyó sobre el lavamanos y se miró sin pestañear en el espejo. Su reflejo era sumamente nítido y real. 

Respiró profundo tres veces y se habló así misma.

“Podría ayudar a Shizuma si dejo que todo continúe de esta manera pero…”

Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y la tristeza inundó todo su ser. 
Salió de la habitación dejando todo a su paso y con cierta pesadez, caminó a paso veloz por los pasillos retornando hacia el área de Miatre. En el trayecto se escuchó la campana de la torre sonar bulliciosamente marcando el inicio del toque de queda, las puertas se cerrarían y ya no habría manera de salir. Siguió caminando con la vista clavada en una puerta, la de Shizuma.

Toc toc

Pasaron unos segundos y su amiga apareció vistiendo su pijama.

-Miyu chan ¿Qué pasa!? ¿Por qué traes esa cara?!

-¿Estás sola?

-Sí, Nagisa esta con sus amigas ahora… entra y dime que pasa
Miyuki entró sin poder dejar de seguir llorando, Shizuma la envolvió en un cálido abrazo para intentar calmarla.

-Miyu chan… ¿ha ocurrido algo malo?

-No sé ni por donde decirte esto…

-Siéntate y dime

Miyuki intento relajarse viendo a su amiga sentada a su lado. Ambas se sentaron en la cama de la misma manera en que lo hacían cuando se desvelaban conversando por largas horas pero esta vez, la angustia se respiraba en el aire.

Luego de unos instantes de darle vueltas al asunto, Miyuki comenzó a contar su historia y la posibilidad de que todo esto se tratara de un viaje en el tiempo. Al principio Shizuma sonrió pensando que se trataría de una broma, pero al ver el rostro tan serio de su amiga, supo que esa no era una posibilidad. La historia siguió avanzando y sintió la obligación de contarle todos los hechos sucedidos con las hermanas Tomori, la aparición de Yuriko y todos los eventos terribles que las tuvieron agobiadas por un largo tiempo, todo sonaba increíble.

Shizuma se puso de pie y camino hasta su ventana. Miyuki seguía llorando detrás de ella hasta llegar a contarle que Shion se había marchado.

-…ella se ha ido y…no quiero verte sufrir de nuevo. Todo ha sido espantoso…

La ex Etoile abre los ojos y voltea hacia su amiga.

-Miyuki ¿Qué estás diciendo?

-¿eh?

-Todo lo que me has contado, si es que fuera real…no me importaría tener que vivirlo otra vez

-¿Qué!?

-Tu amas a Shion y ella te ama a ti, si permites que esto continúe quizás esto se haga realidad y ya no vuelvas a estar con ella nunca más

-Pero…

-¿Sacrificarías tu felicidad por mí?

-…las cosas que pasaron fueron horribles…la empresa, los ataques…

-¡No me importa!

Shizuma levanta la voz y la queda observando firmemente, Miyuki ha quedado congelada sin saber que decirle. La ex Etoile se acerca a ella y la toma con fuerza de sus hombros poniéndola de pie.

-¿Acaso no quieres volver a ver ni a estar con Shion!?

-No…yo…

-No creo que la Miyuki del futuro vaya a ser muy feliz si deja pasar esta oportunidad tan importante

-Pero…todo lo demás, ni siquiera sé si esto se pueda solucionar

-No voy a permitir que sacrifiques tu felicidad por mí. Ya mucho nos costó ir a buscarte a aquella boda como para que arruines todo con esto. Prometí que nunca más te vería así de triste

-¿Pero y que quieres que haga!?

-Dices que no sabes si es un sueño ¿no?

-No lo sé. En este momento no sé ni puedo distinguir nada, todo es tan real. Ya he intentado despertar o reaccionar para salir de aquí pero es imposible

-Bien Miyu chan, si este es un sueño voy a llevarte de regreso y vas a despertar…

-¿Qué? ¿Pero cómo!?

-¿Estas lista para volver?

-¿eh? Sí, creo que sí

-Espero que vayas junto a Shion a celebrar la navidad conmigo en el futuro, las estaré esperando. Perdóname por esto, Miyu chan

Miyuki apenas alcanzó a ver los traviesos ojos de Shizuma en el instante que una potente bofetada cayó sobre su rostro con tal magnitud, que su cuerpo volteó violentamente llevándola casi a un knockout. La habitación dio vueltas y la imagen de la ex Etoile se volvió borrosa mientras caía al suelo llegando a una profunda oscuridad.

En ese instante una música navideña que venía de algún lugar llamó a su atención al ritmo de “feliz navidad, prospero año y felicidad…I wanna wish you a merry christmas…”
“¿Qué es esa música? ¿De dónde viene? ¿Dónde estoy?, todo está oscuro…”
La música comenzó a sonar un poco más fuerte y la voz de una mujer anunciaba el final de un programa de televisión. La mente de Miyuki empezó a aclarar y sus ojos tomaron algo de fuerza para empezar a abrirse.

La luz entraba clara y brillante por la ventana desde donde se podía ver gran parte de la ciudad. Después de unos segundos pudo reaccionar y ver que estaba en el suelo del departamento, miro a todos lados y vio que la taza de café estaba volteada sobre la alfombra.

-Entonces…¿si fue un sueño?

Se puso de pie reacomodándose la bata a su cintura y de pronto sintió un dolor en su cara. 

Caminó hasta el baño y frente al espejo no daba crédito a lo que veía. Ya había regresado a la normalidad pero en su mejilla, tenía una clara marca roja con forma de una mano que la había abofeteado.

-No…no puede ser cierto…

La tocó sutilmente recordando todo lo sucedido y sus ojos se abrieron enormes.

-¡SHION!

Corrió hasta la habitación en búsqueda de su teléfono móvil con el corazón a mil por hora, tenía que buscar en su agenda el número de ella para saber si estaba o no en este tiempo y en su vida. La idea de que ella se había marchado para siempre le invadía la mente y el miedo le recorría la espalda al ver que en su agenda solo tenía tres números guardados y ninguno era del de la presidenta de Spica. Las manos le temblaron y una lágrima cayó sobre la pantalla.

-No…

En ese instante la puerta principal del departamento se abrió desde el exterior y el ruido de 
unas bolsas la hizo voltear.

-Amor, ¡ya estoy en casa!

-Esa voz…

Corrió por el pasillo hasta la sala y vio que una muchacha dejaba unas bolsas en el suelo mientras le daba la espalda. Se quitó un gorro de lana dejando a la vista, una larga cabellera rubia.

-ah, amor aquí estabas. Al fin estoy en casa, el viaje ha sido larg…..

No alcanzó a terminar la frase cuando Miyuki se le abalanzaba encima ahogándola en un fuerte abrazo.

-vaya, no sabía que me habías extrañado tanto…

-tonta…

-¿eh? ¿yo porque? ¿Qué hice?

-No vuelvas a marcharte así

-¿eh? Si apenas me fui de viaje dos días…

-¿y porque no te tengo en mi teléfono?

-Amor…lo acabas de comprar ¿lo olvidaste? Perdiste los números así que me imagino que no los has podido poner todos aún ¿verdad?

Miyuki con los ojos un poco llorosos no deja de mirarla con sorpresa dejándose invadir poco a poco por una profunda calma. Pero Shion la analiza con preocupación.

-pero… ¿Por qué tienes la mejilla roja? ¿Qué te ha pasado?

-¿eh? Nada…no es nada…

-Me tienes un poco preocupada ¿de verdad estas bien? Estas un poco pálida

-Sí. Sólo tuve un sueño extraño

-¿una pesadilla?

-…te marchabas donde tus abuelos y no regresabas –Dice con profunda tristeza
Shion la queda observando y al verla envuelta en su suave bata blanca, una enorme ternura la llevó a acercarse a ella y abrazarla y susurrarle al oído.

-Amor. Hemos tenido que lidiar con nuestras familias por mucho tiempo, pero pase lo que pase, no dejaré de amarte ni de estar a tu lado, así que espero no vuelvas a tener sueños tan feos.

-¿De verdad?

-Claro que sí, nunca lo dudes

Miyuki cerró sus ojos sobre el pecho de la joven suspirando tranquilamente. Al fin sentía que todo se tranquilizaba y normalizaba entre sus brazos.

-Bueno. Es relajante estar en casa al fin. Traje los regalos que me encargaste para ir a casa de Shizuma a pasar la Navidad

-¿Así?

-Sí y también he ido al centro comercial a comprar una nueva Tablet. Extrañare la otra que me habías regalado, me sirvió mucho por tantos años…

Miyuki abrió enormes sus ojos al escuchar aquella noticia. El regalo lo había cambiado en el supuesto sueño y no podría ser real.

-¿Qué dijiste?….¿Cuando…te regalé esa Tablet?

-¿no lo recuerdas? Fue la última navidad que pasamos en Astraea…

-¿qué? ¿No te regale un sweater??

-no. Amor no importa lo que me regales, estar contigo es el mejor regalo navideño de toda la vida.

Shion le besa la frente antes de ir a desempacar las bolsas, Miyuki se ha quedado de una pieza.

En la tv las luces navideñas prenden y apagan al ritmo de diferentes tonadas y una voz en off anunciaba el fin del programa especial.

“esperamos que todos tengan una linda fiesta y sus sueños navideños se hagan realidad! Feliz Navidad!”

-¡no más sueños navideños por hoy!

Se apaga la tv


Fin del especial.



8 de noviembre de 2016

Visita

Queridos lectores:

Me complace contarles que unos días del mes de Noviembre, estaré visitando Buenos Aires en el marco de una visita personal, pero a la vez realizando una "Mini gira" de mi libro "Caleidoscopio de Vidas Pasadas" y estaré a través del blog, contándoles todos los detalles de este viaje.

Gracias por acompañarme en toda esta travesía literaria y espero poder seguir creciendo junto a ustedes :D

Nos vemos en Argentina! 




31 de octubre de 2016

Strawberry Fics -Especial Halloween

Strawberry Fics
Especial N°4

Miedo


La noche estaba sumamente oscura y un viento frío recorría los pasajes de la colina de Astraea escribiendo un tétrico silbido por cada rincón que visitaba. Las ramas de los árboles comenzaban a agitarse poco a poco tratando de zafarse del frío sin éxito alguno.

Las ventanas de la residencia sonaban temerosas ante los golpes de las ramas más cercanas como queriendo entrar allí y ocultarse. Todo esto proyectaba un sinfín de sombras y figuras abstractas por cada uno de los pasillos que a esa hora de la noche, ya estaba con sus luces apagadas.

Nagisa observaba el oscuro paisaje desde la ventana de su habitación en el primer piso mientras se cubría los hombros con una cobija. La luz comenzaba a parpadear a ratos y la hacía voltear con temor, estaba sola allí.

Para intentar distraerse, se sentó junto a su escritorio y decidió adelantar sus tareas pendientes para no pensar en cosas negativas, la noche y su oscuridad casi siniestra invitaba a la imaginación a volar sin discreción.  Ella estaba consiente que era su último año en la colina y que las historias de fantasmas o apariciones, sólo eran inventadas por las alumnas mayores, ahora ella pertenecía al selecto grupo de esas alumnas y debía dar el ejemplo con valentía y coraje.

Tamao, a pesar de todas sus ocupaciones, dedicaba tiempo para pasar con su amiga y tomar el té algunas noches y hablar por largas horas, pero esta noche, no había ningún plan.

Nagisa estaba sola.

La luz de la habitación seguía parpadeando y por un momento se cortó totalmente, así que la pelirroja pensó que era buen momento para irse a dormir. Cerró sus libros, guardó las hojas y se metió a su cama donde se arropó bien, tapándose hasta casi los ojos. Los cerró intentando dormirse enseguida, pero no pudo.

Estaba completamente despierta y el viento seguía soplando y narrando aquel silbido que hacía crujir las ventanas, volvió a cerrarlos intentando pensar en cualquier otra cosa.

-Nagisa…ya eres grande…estás pronto a graduarte y aún sigues sintiendo miedo… -Se decía así misma

Respiró profundo e intentó relajarse para dormir. Hasta se dio vuelta hacia la pared pensando que así podría descansar mejor, pero comenzó a ver las sombras que se dibujaban allí y su mente empezó a crear. No quería pensar en nada pero de pronto esas sombras parecían moverse de un lado a otro como si estuvieran animadas macabramente y de pronto parecían rostros que comenzaban a acercarse hacia ella.
Asustada, se volteó rápidamente hacia el otro lado de donde podía ver el escritorio y sus cuadernos, allí todo parecía normal así que volvió a respirar profundo.

Ya podía comenzar a relajarse cuando de pronto y de la nada, un seco golpe sonó en su puerta, pegó un brinco del susto.

-De seguro fue mi imaginación…ya es tarde, nadie vendría a esta hora…

El viento seguía soplando con fuerza afuera y pensó que el clima no cambiaría hasta el amanecer, así que intentó nuevamente volver a relajarse y descansar. Pero no.
Nuevamente un golpe seco en la puerta de su habitación, la hizo sentarse en la cama temiendo que alguien estuviera allí, al otro lado.

-Ta…¿Tamao…ch chan..?

Apenas se abrió su boca y de nuevo aquel sonido regresó ahora un poco más fuerte. Nuevamente brincó y abrazo a su conejo de peluche con algo de temor. Sacó los pies de la cama pensando en ponerse de pie, pero su miedo iba poco a poco creciendo. Se golpeó suavemente ambas mejillas hablándose a sí misma.

-Ya Nagisa! Compórtate como alguien mayor!

Se puso de pie y caminó hacia la puerta, cuando estaba a punto de abrir desde el otro lado escuchó un suave y tétrico susurro que decía “Nagisaa….”, se le erizó todo el cuerpo y dio un paso atrás.

-Ta…Tamao chan… ¿Eres…tú?...

Sin saber si dar un paso adelante o atrás, la habitación se ilumina completamente por una repentina luz proveniente de un fulminante relámpago. Nagisa se quedó congelada mirando hacia la puerta y de pronto, escuchó una voz familiar.

-Nagisa chan, soy yo…

El alma le regresó al cuerpo al escuchar aquella voz, no había duda, era Tamao quien estaba del otro lado así que se apresuró a abrir.  Dio pasos rápidos y abrió velozmente la puerta, pero sintió que se congeló de pronto al ver delante de ella, un rostro horrible iluminado con una fuente de luz desde abajo, le clavó una penetrante mirada y Nagisa quedó pálida soltando un grito ahogado en el momento, paralizada sentía que su cuerpo no reaccionaba.

-Yaya chan!!! No asustes así a Nagisa chan!!

Tamao apareció desde las sombras de un costado y el rostro espantoso comenzó a reir.

-Perdón Nagisa chan…pero es noche de Halloween…
-¿Yaya chan!?...es decir…¿Etoile…sama?...

-Sabía que este maquillaje sería un éxito! –levanta los brazos victoriosos

-Casi me matas del susto –Dice Nagisa soltando un suspiro relajante

-Le advertí que no lo hiciera, pero quiso salir por todo los pasillos a ver a quien asustaba…es un gran ejemplo de Etoile –Dice Tamao

-oh vamos! Ninguna Etoile había hecho algo así antes, soy la primera en la historia que rompe el molde…

-Bien, veamos que dice Tsubomi al respecto…

-No!! No le digas nada por favor!! –Yaya responde asustada

-Veo que la reacción de Tsubomi chan te asusta más que Halloween! –Irónica Tamao

Nagisa comienza a reír ahora con mucha más calma viendo como Yaya baja sus brazos y la linterna sintiéndose derrotada. Su cara la había maquillado con pintura blanca y colores oscuros alrededor de los ojos más un camisón blanco y largo que parecía haber sacado de alguna película de terror.

-¿Qué hacen aquí a estas horas? ¿O solo venían a ver cómo me daba un infarto?

-Perdón Nagisa chan, veníamos a buscarte para ir a una fiesta del té en habitación de Chiyo chan…pero Yaya chan pensó que era un buen momento para disfrazarse…

-¿Qué no lo ven? Esta noche es Halloween y el clima es perfecto! Esta fiesta del té debemos celebrarla con historias de terror toda la noche…

-¿Ehhh? –Asustada Nagisa

-No le hagas caso Nagisa chan, ¿vendrás con nosotras? Todas te esperan

-Mientras no salgamos a pedir golosinas a la ciudad, todo bien

-Te prometo, será una fiesta del té de lo más normal –Insiste Tamao

Luego de unos instantes, las tres muchachas se alistan para caminar por el oscuro pasillo, aprovechando la luz de la linterna que Yaya llevaba. Afuera el clima parecía empeorar y a ratos caían con más potencia los rayos que hacía estremecer la residencia por completo.
Apagaron la luz y caminaron en silencio por el Hall central para no hacer ningún ruido que pudiera despertar a la hermana que dormía allí, cerca de la entrada.

Ya en el segundo piso, caminaron más relajadas rumbo a la habitación de Chiyo. Tocaron sutilmente la puerta y dentro las esperaban el grupo de amigas a la luz de las velas, estas eran;  Hikari, Chiyo y Tsubomi. Las recibieron con una sonrisa y la actual Etoile Cadette se puso de pie, es decir, Tsubomi.

-Yaya! De seguro fuiste a asustar a Nagisa san! –Regañandola

-Pero…fue solo un poquito… -Dice Yaya casi escondiéndose tras Nagisa

-No te preocupes Etoile sama, no pasó nada –Responde Nagisa moviendo sus manos

-Ay Nagisa san…Yaya no debe andar asustando a la gente por los pasillos y menos si es Etoile!

-vamos Tsubomi chan, perdón, Etoile sama…no la regañes tanto, ella solo se está divirtiendo –Agrega Hikari sentada junto a la mesa

-…siempre tienes muchas defensoras…-suspira Tsubomi –Aun así, sabes que debes comportarte con más seriedad…

-Lo sé lo sé…pero mejor tomemos el té que ya se va a enfriar –Dice Yaya sentándose apresurada junto a la mesa.

Todas sonriendo se reúnen para relajarse un rato hablando de diversos temas mientras Chiyo sirve las tazas de té.
Las pequeñas llamas de las velas se contoneaban sutiles sobre la mesa en contraste al exterior, donde el viento ya soplaba con más fuerza haciendo que las ramas de los árboles comenzaran a batirse con más violencia provocando tétricos sonidos por todo el jardín de la residencia.

Yaya estaba entusiasmada en contar historias de terror aprovechando el momento, pero la gran mayoría la miraba con temor.

-Vamos chicas…es Halloween, ¿Cómo no vamos a contar algo terrorífico esta noche?

-Ya con tu disfraz tenemos de sobra para asustarnos –Dice Tsubomi

-¿…este disfraz?...no es nada…me disfracé así porque no pude completar el traje que tenía en mente, ese si les hubiera encantado… -mirada traviesa

-¿De qué era ese traje, Yaya senpai? –Pregunta Chiyo

-…un personaje que todas aman en esta residencia…

-¿Hanazonito? –Irónica Tamao

-Todas ríen

-Te hubieras visto muy tierna Yaya chan –Ríe Nagisa

-No! No de Hanazonito…de alguien a quien todas temen… -Mirada oscura

-…no me digas que… ¿La hermana Hamasaka? –Pregunta irónicamente Tamao

-Todas vuelven a reír un poco más fuerte

Ninguna había notado que una de las ventanas estaba levemente abierta por lo que de pronto, un golpe de viento la abrió completamente despeinándolas a todas y apagando  las tímidas velas que colapsaron con el fuerte viento. Todas gritaron asustadas y Yaya se puso de pie para ir a cerrar la ventana mientras no dejaban de caer sonoros rayos que iluminaban por milésimas de segundos toda la colina. Se encandiló por unos instantes y en el momento de la luz, alcanzó a ver la silueta de una persona junto a los árboles fuera de la residencia, pero al momento que pudo enfocar bien, ya todo el paisaje era oscuro y lluvioso. Cerró presurosa y puso el seguro intentado ver en la oscuridad aquella silueta que le causó curiosidad.

-¿Habrá sido mi imaginación? –Susurro Yaya

-Perdón, olvidé cerrar bien la ventana –Dice Chiyo

-Que susto –dice Nagisa

-oh…el té se dio vuelta… -exclama Tsubomi

-Encenderé las velas para poder limpiar

Yaya regresa junto a las muchachas que en la oscuridad intentan rearmar la mesa luego del repentino ventarrón.
Se estaban comenzando a relajar y a retomar la reunión cuando de pronto, dos golpes secos se escuchan en la puerta de la habitación, nuevamente gritan asustadas.

-Shhh…guarden silencio –dice en voz baja Yaya

-¿Quién podrá ser? –susurra Tamao

Todas se quedan en silencio y Chiyo se ponía de pie para ir en puntillas hacia la puerta, pero repentinamente esta se abre de golpe y una luz las encandila a todas haciéndolas gritar y taparse los ojos. Chiyo que ya estaba frente a la puerta, mira más allá de la luz que se mueve en todas direcciones iluminándolas a todas.

-Oh oh…chicas…-dice Chiyo con temor

-buenas noches, señoritas…

Aquella voz la conocían perfectamente así que empezaron a enfocar con más claridad y vieron que detrás de aquella luz proveniente de una linterna, estaba muy seriamente, la hermana Hamasaka. Todas guardaron silencio sabiendo que estaban en problemas.

-Sé muy bien que estas reuniones nocturnas son bastante recurrentes en la residencia…pero encontrarme con las Etoile y la presidenta de Miatre involucradas, es algo verdaderamente decepcionante… -Dice la hermana con enfado mientras las observa a todas

Yaya da unos pasos y le hace una reverencia a la hermana.

-Discúlpenos Hermana Hamasaka, esto ha sido una clara falta a la reglas de la escuela y acepto su castigo en nombre de todas – Se queda en posición de reverencia

-Etoile Ainee…además veo que está muy entusiasmada con la celebración de Halloween…aunque si la veo así por los pasillos, créame que recibiría inmediatamente un serio castigo…por espantarme de esa manera…

-Perdón Hermana, no volverá a ocurrir

Todas se han agachado pidiendo disculpas guardando completo silencio, la hermana las analiza a todas y respira profundo.

-Bien…aunque sean parte del Consejo Estudiantil, las reglas son claras para todas. Debería darles el anuncio del castigo pero creo que necesitaré la ayuda de ustedes. Si lo hacen, haremos como que nada ha pasado aquí.

Tamao se pone de pie mirando a ambas Etoile.

-Hermana, díganos que necesita y la ayudaremos con gusto

La hermana da un paso dentro de la habitación respirando profundo, pareciera que fuera a hacer una revelación importante. Deja la linterna sobre el escritorio e intenta encender la luz de la habitación, pero no enciende.

-Si se dan cuenta, la luz de la residencia se ha cortado completamente…estoy trabajando en un proyecto personal y necesito luz…

-¿Qué quiere hagamos, Hermana? –Pregunta Tsubomi -¿La ayudamos con su proyecto?

-No…eso es…-suspira- algo que quería mantener en secreto pero… debo terminarlo cuanto antes…

Todas se miran con curiosidad

-Después de tantos años, he decidido dejar mis memorias en un libro biográfico, para lo que he estado trabajando durante todas las noches. La fecha de entrega esta próxima y si no tengo luz, será una noche perdida muy difícil de recuperar… -Dice cabizbaja la Hermana

Tamao da un paso entusiasmada

-Hermana! No sabía que tenía esa faceta de escritora, la entiendo perfectamente! La ayudaremos en todo lo que podamos, ¿Verdad, chicas? –Las mira a todas con los ojos llenos de entusiasmo

-¿De verdad, Suzumi san?

-Sí, le doy mi palabra

Yaya mueve los hombros aceptando cualquier decisión por lo que el rostro de la hermana, se vuelve más amigable.

-Estaré muy agradecida con ustedes

-¿Cuál será la tarea? –Pregunta Tsubomi

-El fusible que alimenta la residencia se ha quemado, debió ser una sobrecarga. Es muy simple de hacer y seguro, solo que…

-¿Qué?



En un abrir y cerrar de ojos, todas estaban de pie en la puerta de la residencia vistiendo unos coloridos impermeables amarillos y botas de goma, listas para salir a la intemperie en búsqueda de la caja eléctrica de la residencia. A simple vista parecía un trabajo sencillo, pero el clima comenzaba a ponerse cada vez peor mientras la Hermana las despedía desde la puerta con una sonrisa un poco burlona.

-¿Ya ves Yaya!?...no tenías por qué disfrazarte… -regaña Tsubomi

-Pero la idea de la fiesta del té fue idea tuya, amor…estamos jaque mate

-La caja eléctrica está dando la vuelta por la sección de Spica, si nos apresuramos, terminamos luego y se acabó todo, la hermana es feliz y nadie se enterará de que nos castigaron –Dice Tamao poniéndose el gorro del impermeable

-Pero está muy oscuro…-Dice Chiyo agarrándose del brazo de Nagisa

-Todo estará bien Chiyo chan… -responde algo temerosa Nagisa

-Nagisa chan…¿estarás bien? –Pregunta preocupada Tamao

-Claro que sí…apresurémonos chicas –Sonrisa falsa

Todas en el umbral encienden sus linternas mientras Chiyo y Hikari se agarran de los brazos de Nagisa las tres con bastante temor. Tamao y Yaya se adelantan iluminando el camino como si fueran chicas exploradoras, la lluvia caía cada vez más fuerte y el viento movía las ramas que se meneaban haciendo ruidos tenebrosos muy cerca de ellas.
Tsubomi llevaba un pequeño bolso con las herramientas y el nuevo fusible y caminaba con seriedad detrás de Yaya y Tamao, se sentía confiada y tranquila.

-Tamao chan! Esto es como una buena aventura en noche de Halloween, no puedo creer que haya salido mejor de lo que esperaba! –Dice emocionada Yaya

-¿a qué te refieres?

-Sí, pensaba que podríamos pasar la noche contando historias de terror, pero esto! Es mucho mejor! Es como esas películas de miedo donde aparece un asesino entre las sombras y comienzan a caer uno a uno los protagonistas… -Sus ojos brillan emocionados

El grupo de atrás, Nagisa, Hikari y Chiyo al escucharla, solo se asustan más y caminan cada vez con más temor y más pegadas.

-Tranquila chicas, nada de eso sería posible aquí, recuerden que este es un lugar cerrado… Dice Tsubomi

-Aja… ¿ya olvidaste lo que le ocurrió a Ayane chan? –Dice Yaya volteándose e iluminándose el rostro con la linterna con cara siniestra

-Sí, pero también debes recordar que debido a ese hecho, la seguridad en la colina ha aumentado, nadie puede entrar ni salir sin identificarse

-Chicas…solo vamos a cambiar un fusible y ya, no es para tanto –Dice Tamao

Todas siguen caminando bajo el oscuro paisaje hasta que Yaya ilumina hacia el fondo, junto a la muralla se alcanza a ver  la caja de electricidad de la residencia.
Yaya y Tamao se adelantan para revisar que sea efectivamente el lugar que les ha indicado la hermana y Tsubomi mira hacia atrás para ver a sus asustadas amigas que se paralizan cada vez que cae un rayo.

-Etoile sama, necesito las llaves! Aquí es! –Dice Tamao

-¿eh? No me puedo acostumbrar a que me digan así

Tsubomi camina hacia las chicas sacando un llavero desde el bolsillo de su impermeable, son las llaves que le ha pasado la hermana.

Yaya voltea a verla y a través del ruido de la lluvia y el viento, logra escuchar un ruido seco, como un cuerpo pesado caer al suelo. Toma su linterna e ilumina hacia sus amigas que se han quedado atrás.

-¿Qué ocurre Yaya chan? –Pregunta Nagisa

-Me pareció escuchar algo –Dice intentando ver más allá

-Pero hay muchos ruidos Yaya chan…pudo haber sido la lluvia o los árboles… -Dice temerosa Chiyo sin soltar el brazo de Nagisa

-Mmmm no lo sé…espero no sea un asesino serial que quiere toparse con un grupo de señoritas esta noche

-Yaya! No las asustes! –Replica Tsubomi

-Perdón…

-Ya está abierto –Dice Tamao

-Bien, vamos a terminar pronto con esto

Tsubomi se acerca al tablero mientras Tamao le ilumina tranquilamente. Yaya se ha puesto un poco incómoda al escuchar nuevamente un ruido que las demás, parecieran no escuchar. Mira a todos lados moviendo la linterna pero el paisaje de toda la residencia luce terroríficamente oscuro y siniestro. Observa las ventanas y todas lucen tan negras que pareciera un lugar abandonado hace muchos años y de donde en cualquier momento, pudiera aparecer alguna espantosa figura fantasmal.

Grandes charcos de agua se han aposado generando pequeñas lagunas por donde normalmente hay un verde pasto.
De pronto, nuevamente se escucha un ruido.

-Ahí está de nuevo!! –Voltea rápidamente Yaya iluminando a sus amigas

-No quiero decirlo pero…esta vez sí escuché algo… -Dice Hikari apretando el brazo de Nagisa

-Hikari chan…no me digas eso… -Dice Nagisa sintiendo la presión en su brazo

-Chicas, porque no regresan a la residencia, ya casi terminamos –Dice Tamao

-Pero…

-Si adelántense chicas, nosotras ya casi estamos listas –acota Tsubomi

Yaya sigue intentando mirar en la oscuridad casi sin percatarse de que las tres amigas se han volteado para ir de regreso, igual de pegadas a los brazos de Nagisa. Yaya las vio hasta que dieron la vuelta por el jardín saliendo de la zona de Spica, a su espalda seguían Tamao y Tsubomi trabajando en el tablero.

Sus amigas se perdieron de vista y de pronto, un nuevo golpe seco se escuchó, una linterna cayó y quedó iluminando en el suelo hacia la muralla, Yaya abrió asustada enormes ojos y tocó apresurada la espalda de Tamao.

-Chicas…

-Espera Yaya chan, aún falta…

-Pero las chicas…

-¿Por qué no vas con ellas si tienes miedo? –Dice Tsubomi

-Pero es que…algo les ha pasado…

-¿Qué?

-Iré a ver

-Yaya chan, ¿Dónde vas?

Tamao alcanzó a ver como Yaya salía corriendo salpicando agua a todos lados siguiendo la ruta de sus amigas, llegó a la esquina de la residencia y vio que una solitaria linterna yacía en el piso aún encendida e iluminando la muralla de la residencia pero no había rastro de sus amigas. La distancia hacia la entrada de la residencia era muy grande como para desaparecer en pocos segundos. Su corazón se aceleró y recordó la silueta que había visto por la ventana hace un rato atrás, quizás era cierto y alguien había entrado a la residencia.
Volvió a mirar atrás y al parecer Tamao y Tsubomi estaban muy concentradas completando la tarea en el tablero, regresó nuevamente la mirada y su linterna empezó a parpadear.

Un nuevo relámpago iluminó toda la colina por unos instantes y en ese momento, Yaya se dio cuenta de que no estaban solas allí. Varios metros más adelante había una persona de pie, con alguna capucha que no dejaba verle el rostro mientras que una de sus manos parecía llevar una especie de palo o estaca larga. La luz del relámpago desapareció y todo volvió a quedar sumamente oscuro, más aún porque la linterna de Yaya se apagó completamente.

Se dio media vuelto y corrió de regreso junto a Tamao y Tsubomi, quienes no se habían enterado de nada.

-Hay que salir de aquí! –Agitada

-¿Qué ocurre Yaya? –Tsubomi voltea preocupada –Te ves asustada amor, ¿Qué pasa?

-Hay alguien aquí…las chicas desaparecieron… -respirando con agitación

-¿¡QUÉ!? –Tamao sorprendida voltea

-Vamos, tenemos que irnos

-Ya pusimos el fusible pero parece que no funciona… ¿estas segura de lo que dices? –
Confundida Tsubomi

-SI!!! Vi a alguien por allá… -Señalando

Nuevamente un relámpago ilumina la residencia y las tres muchachas alcanzaron a ver lo que Yaya les decía. Una persona venía dando la vuelta por la esquina del jardín y caminaba hacia ellas lentamente.

-Oh por Dios… -Tsubomi guarda las herramientas en el bolso con las manos temblorosas

-Debe ser una broma ¿No? –Tamao confusa y temerosa

-Se los dije! Debemos salir, Nagisa y las demás desaparecieron…esa persona las hizo desaparecer!

-NAGISA CHAN?!! –Preocupada y muy asustada grita Tamao

Otro relámpago ilumina y aquella persona de siniestro aspecto, estaba cada vez más de ellas, por lo que Yaya tomo de la mano a Tsubomi y comenzaron a correr, Tamao las siguió velozmente.

-Debemos llegar hasta la puerta trasera de la residencia! –Agitada Yaya

-Pero esa puerta debe estar cerrada…la hermana cierra todas las puertas por la noche! –Responde Tsubomi

-Esperemos que no esté cerrada…sino deberemos romper un vidrio!

-Tenemos que llegar con la Hermana para que llame a la policía!

Todas corrían por los charcos llegando al otro extremo de la residencia, debían pasar por la sección de LeRim para llegar al patio trasero y alcanzar la puerta contraria a la entrada, con la esperanza de encontrarla abierta.

Tamao intentaba seguirles el paso, pero las clases deportivas de Spica parecían ser muy efectivas ya que las Etoile llevaban mucha más delantera.

Tsubomi temerosa, vio que de sus manos se soltó el manojo de llaves que le había pasado la Hermana, cayeron en alguna posa y se volteó apresurada.

-Las llaves!!

-Yo las encontraré, ustedes sigan! –Grita Tamao buscando unos metros más atrás

-Tamao no! –Grita Yaya volteando

Los ojos de la Etoile se abrieron enormes al ver que la persona estaba detrás de Tamao y tenía levantado en el aire aquel palo o estaca, la presidenta de Miatre no se había dado cuenta de que la habían alcanzado. Tsubomi gritó espantada.

-Tamao san!!!!

Todo parecía empeorar en ese instante ya que unas pesadas ramas de unos árboles se rompieron con la fuerza del viento y fueron a caer dentro del jardín de la residencia, cortando el camino entre Tamao y las Etoile. Yaya vio con espanto la escena.

-No puede ser…

Los ojos de Tsubomi se llenaron de lágrimas pensando que era el final, abrazó a Yaya.

-Esto no puede estar pasando… -Solloza Tsubomi

-Vamos amor, tenemos que llegar con la Hermana

-pero las demás…

Yaya baja la mirada, toma la mano de Tsubomi y empezaron a correr nuevamente.
Los jardines de la residencia parecían ser más largos y oscuros y que la puerta estaba más lejos de lo previsto.

No desistieron.

Siguieron corriendo bajo la intensa lluvia y en un momento Tsubomi tropezó y cayó sobre un charco de agua. Yaya volteó enseguida y vio que la persona siniestra, de manera increíble, ya estaba a tan solo unos metros de ellas.

-No puede ser tan rápido…no es posible…

Yaya se agachó para levantar a Tsubomi que se limpiaba el rostro para poder seguir.

-Vamos, no queda mucho ya casi llegamos y estaremos a salvo

El cielo rugía y el clima parecía empeorar a cada segundo, no había donde refugiarse y parecía que las piernas ya no eran tan veloces a cada paso, pero ya estaban a tan sólo unos metros de la entrada trasera.

Más ramas habían caído y en parte estaban bloqueando el acceso a la residencia, Tsubomi miró decepcionada viendo que quizás todo estaba perdido. Yaya soltó su mano y corrió a quitar algunas ramas para poder entrar.

-Yaya…¿no hay otra manera? …Quizás si saltamos la cerca y llegamos a la caseta de la entrada a la colina, podamos pedir ayuda…

-Tranquila, ya casi llego a la puerta...

Yaya concentrada y apresurada quitando las ramas para poder abrir la puerta, no se percató de lo cerca que estaba el peligro. Escuchó un crujir de unas ramas y se detuvo, sintió un escalofrío recorrer toda su espalda y en ese momento, supo que las cosas no estaban nada bien.

Volteó y vio con espanto, que Tsubomi había desaparecido y solo estaba aquella persona siniestra, mirándola bajo la potente lluvia. Yaya solo alcanzó a divisar una parte de su rostro que tenía una sonrisa macabra y burlesca.

-Tsu…Tsubomi…?...

La Etoile Ainee volvió a mirar a todos lados viendo que su Etoile Cadette había desaparecido definitivamente. Empuño sus manos con ira ciega y tomo una gruesa rama del árbol a su lado y estaba decidida a enfrentarse a aquella persona.

-Regrésame a Tsubomi! –Gritó enfadada

El rostro de la persona siniestra cambió y la sonrisa se transformó en preocupación, ya que Yaya no lo pensó ni un instante más y se abalanzó lanzándole golpes casi ciegos al desconocido. Este solo los esquivaba hábilmente y bloqueaba sus manos cada vez que podía. Fueron retrocediendo varios pasos en la oscuridad hasta que de pronto, ambos cayeron sobre un enorme charco de agua, Yaya estaba lista a golpear a esta persona, no sin antes interrogar por el paradero de sus amigas.

-¿Dónde está Tsubomi!? ¿Dónde están las demás!?

Yaya había quedado sobre esta persona misteriosa que nuevamente sonreía. De pronto comenzó a reír a carcajadas y recién en ese punto, la Etoile se dio cuenta que se trataba de una mujer.

En un instante la luz de la residencia volvió a restablecerse y por la puerta trasera apareció la Hermana Hamasaka.

-Etoile! ¿Qué es lo que está haciendo con la señorita Hanazono!!? –Grita preocupada

-¿…Hana………….zono!????

Yaya regresa su mirada y ahora con la luz de la residencia, miró al rostro de la persona siniestra y vio quien reía a carcajadas, era nada más ni nada menos que Shizuma Hanazono.

-Shi…Shizuma….sama…??

Yaya se puso de pie sorprendida mientras Shizuma también se ponía de pie sin dejar de reír.

-¿qué? Pero ella…

Yaya confundida voltea hacia la Hermana y ve que detrás de ella en el Hall principal de la residencia, están todas sus amigas conversando tranquilamente.

-¿¿¿EHHH??

Yaya entra corriendo a la residencia a ver a sus amigas.

-¿Están bien?? ¿Dónde está Tsubomi?

-Aquí estoy Yaya

Aparece Tsubomi por el pasillo del primer piso con una enorme sonrisa hacia ella, Yaya confundida pero emocionada, corre hacia ella para abrazarla fuertemente.

-Amor, me estas dejando sin aire –Dice Tsubomi ahogándose

-Perdón, perdón…es que…pensé que algo te había sucedido…estaba tan preocupada… -
Cerrando los ojos sobre su hombro

-Es lo más romántico que has hecho por mí

Yaya sonrojada la mira a los ojos recordando todo lo sucedido, pero voltea rápidamente para verlas a todas. La Hermana Hamasaka está de pie junto a la puerta.

-Parece que pasaron un buen susto esta noche –Dice la Hermana con tranquila sonrisa

-Pero… ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué Shizuma sama…? –Yaya confundida

Shizuma entra a la residencia limpiándose la ropa y quitándose la capucha, ha dejado de ser la persona misteriosa y siniestra, y ahora las ve a todas con una traviesa sonrisa

-Ha sido un pequeño juego de Halloween, la Hermana me pidió ayuda… -Dice Shizuma

-¡¡¿QUÉ?? –exclama Yaya

-La señorita Hanazono me llamó  para pedirme autorización para venir esta noche, justo coincidió con que vi a la Etoile disfrazada recorriendo los pasillos, ella no se dio cuenta de que la había visto. Pensé que como nunca celebramos Halloween en la residencia, sería buen momento para algo diferente… -Sonríe orgullosa la Hermana

-¿¡¡QUEEEEE?? –exclaman todas

-Pero pero….yo vi la silueta fuera de la residencia y luego dentro… -Yaya confundida

-Salté la reja… -Tranquilamente Shizuma

-Pero pero… vi a las chicas desaparecer!! –Yaya más confundida

-Las hice entrar por las ventanas del primer piso, por el salón de música y las salas de reuniones

-Pero pero… ¿y el arma que llevabas en la mano!?

-ah…era mi paraguas, el viento lo rompió por completo cuando entré a la residencia

-¿Todo ha sido una broma??? –Yaya deja caer sus hombros

-¿No ha sido divertido?? –Junta sus manos con emoción la Hermana

-O sea que el corte de luz y todo eso…?...¿ha sido planeado? –Pregunta Tamao

-Sí, la señorita Hanazono se encargó de quitar el fusible y poner uno viejo…

Todas se miran sonriendo y comprendiendo todo.

-Hace mucho que no me divertía así –Sonríe tranquila la Hermana –Espero no vuelva a asustar a sus compañeras, Etoile sama –Dice mirando a Yaya

-¿eh? …si Hermana…no lo volveré a hacer –Baja sus hombros

-Bien, me iré a descansar. Gracias señorita Hanazono

-Fue un placer hacer planes macabros con usted, Hermana Hamasaka –Haciendo una reverencia

Nagisa fue a abrazar a Shizuma y la Hermana caminaba hacia su habitación en el primer piso, pero en ese instante la luz nuevamente se cortó completamente en toda la residencia.

-Shizuma! –Nagisa regañándola

-¡Qué? Yo no hice nada esta vez

El grupo quedó paralizado y la Hermana quedó a medio camino. Un relámpago iluminó nuevamente por instantes y por la escalera principal, todas alcanzaron a ver la figura de una hermana con vestimentas antiguas caminando rumbo al segundo piso.

-Hermana Hamasaka… ¿Por qué hay otra hermana en la residencia a estas horas? –
Pregunta curiosa Yaya

-No…no hay ninguna otra hermana en la residencia… -Dice temerosa la Hermana Hamasaka dando un paso hacia atrás

-¿Entonces…ella quién es? –Pregunta Shizuma

Todas voltean a ver a la Hermana Hamasaka que ha sacado un rosario de su bolsillo y se ha puesto a orar en voz baja.

-Creo que esta vez sí es hora de correr, chicas –Dice Shizuma tomando de la mano a Nagisa

En ese momento la figura de aquella hermana volteó violentamente y con un rostro deforme vio al grupo de chicas soltando un desgarrador grito.

-¡¡¡La hermana sangrienta!!! –Gritan todas




Fin del Especial de Halloween