Viaje
Son las 7
am y suena el viejo reloj despertador junto a la cama. No pasaron muchos
segundos hasta que una mano apareció por debajo de unas cobijas para
silenciarlo con prontitud. Se dejó ver esa piel blanca y suave que era
envidiable. Esos ojos verdes intensos se abrieron llenos de energía juvenil que
parecía contagiar el ambiente.
Se puso de pie con entusiasmo y vistió
unas relajantes pantuflas blancas. Su silueta se movía dentro de un sensual
camisón de suave seda mientras caminaba
por la amplia habitación que lucía radiante al abrir las cortinas. Caminó
dentro del closet buscando ropa alegre y despreocupada. A cada paso no dejaba
de tararear una alegre melodía que sonaba a vaivén latino, incluso sus pies
podían verse alegres moviéndose con ritmo.
Desde el
primer piso de la casa, se impregnaba un delicioso aroma a café recién hecho
que despertaba los sentidos inyectando energía extra para la nueva jornada.
Allí, en la cocina, se movía de un lado a otro la nana Kyoko, vistiendo su
impecable delantal blanco, con su incansable y amable sonrisa, terminando de
poner unas pequeñas fresas sobre unos lindos cup cakes que había preparado. Al
oír unos pasos bajando las escaleras, se alista a poner servilletas y un
florero sobre la mesa y con una espléndida sonrisa, voltea.
-Buenos
días
-Buenos
días Kyoko, ¿Cómo has amanecido?
-Muy bien
-¿Te has
levantado tan temprano de nuevo? –Se sienta junto a la mesa tomando el
periódico matutino
-Sí, le
preparé el desayuno a la señorita…
-oh vamos,
Shizuma te ha dicho mil veces que ella se lo puede preparar sola…es una mujer
autosuficiente. Tú ya debes empezar a descansar, sino acabaras como esas
viejecillas que no pueden ni moverse…
-Sí, pero
es la costumbre, aunque me lo pidan muchas veces, llevo años acostumbrada a
trabajar así…si dejo de hacerlo de pronto, me sentiré extraña
-Bueno, por
eso mismo es que a partir de hoy nos tomaremos unas merecidas vacaciones. Ve y
viaja con tus sobrinos y no quiero verte por aquí en un buen tiempo. Bien sabes
que eres parte de esta familia y quiero verte bien. Esos años de trabajo
incansable nos han pasado la cuenta a ambas… ya siéntate conmigo a tomar el
desayuno… ¿Shizuma ya se ha ido?
-Sí, desde temprano,
apenas le dio un sorbo al café y se marchó…al parecer está muy ocupada
–Sentándose a la mesa con una taza humeante
La abuela
deja el periódico sobre la mesa dando un profundo suspiro
-¿Has
preparado cup cakes?
-Sí, espero
hayan quedado bien…es primera vez que los preparo
-¿No me
digas que mi querida Nagisa chan te ha dado la receta?
-Sí, así
es, ella ha sido muy amable en enseñarme algunas recetas de postres, tiene
mucha paciencia y dedicación
-Claro que
sí, es una excelente chica…y me preocupa mucho que Shizuma esté trabajando
demasiado…quizás no le esté dando el tiempo suficiente a Nagisa chan
La nana
Kyoko mira con curiosidad a través del vapor de su taza.
-¿Crees que
puedan tener problemas?
-No lo
creo, pero de todas maneras hablaré con Shizuma, no quiero que caiga en la
misma rutina mía y deje de lado su vida personal. Ese es un error que hemos
cometido todos los Hanazono.
-Bueno, yo
creo que la señorita Shizuma es muy atenta con Nagisa chan, ambas lucen
espléndidamente juntas. Los años les han sentado muy bien, se ven maduras y
confiadas. Además, la señorita Shizuma estudia y trabaja mucho…aun así le
dedica mucho tiempo a ella.
-Lo sé, los
años en la universidad nos cambian a todos…–Suspira profundamente–qué tiempos
aquellos…–Levanta la mirada con añoranza– si te hubiera conocido en aquella
época, nos hubiéramos ido a muchísimas fiestas…aún recuerdo como todos querían
bailar como ese Travolta, era un genio en la pista…
-¿No
estarás diciendo que Shizuma se va mucho de fiesta ahora que está en la
Universidad?
La abuela
Hanazono que iba a tomar un sorbo de su taza, se detiene por completo y le
clava la mirada a la nana Kyoko.
-…
¿Anoche…a qué hora regresó? –La mira sospechosamente
-La
verdad…es que no la oí llegar…ya estoy vieja, solo vi las noticias un rato y me
quede dormida…perdón…
Sin
dudarlo, la abuela se pone de pie con energía, la nana la mira sorprendida ya
que luce radiante como toda una quinceañera rebosante de vitalidad.
-Iré de
inmediato a la oficina
-¿Eh? ¿y el
desayuno?
-Eso puede
esperar…
-Pero ya me
voy de vacaciones…
-Nos
veremos al regreso…debo cumplir mi rol como buena abuela y cuidar a mi nieta…me voy…
La nana
Kyoko suspira con amargura viendo sus cup cakes que no han sido degustados en
absoluto.
Al otro
lado de la ciudad, en un alto edificio en medio del bullicio del centro,
caminaba de un lado a otro con el teléfono apoyado en su hombro, la ex Etoile.
Es verdad, los años le habían sentado de maravilla, su largo cabello se había cortado a la mitad y su figura convertida en cuerpo de mujer adulta lucía a la perfección en sus ropas formales ya que incluso se lograba traslucir un poco a través de su blanca blusa.
Es verdad, los años le habían sentado de maravilla, su largo cabello se había cortado a la mitad y su figura convertida en cuerpo de mujer adulta lucía a la perfección en sus ropas formales ya que incluso se lograba traslucir un poco a través de su blanca blusa.
Parecía estar en medio de una importante conversación cuando su secretaria
entró silenciosamente para dejarle un café sobre el escritorio, le hizo una
reverencia y salió de la misma manera, Shizuma rápidamente le sonrió y se
dirigió a su asiento.
-Muy bien,
entonces necesito que me envíen esos papeles a más tardar hoy por la tarde, no
esperaré ni un solo día más, ¿entendido?
Cortó la
llamada y se sentó con pesadez frente al monitor que no dejaba de lanzarle
avisos de correos entrantes. Sin importarle nada, se hundió en su asiento
torciendo su espalda y respirando profundamente, cerró los ojos por un minuto e
intentó relajarse por unos instantes.
Por un pequeño momento la oficina quedó en silencio y solo se escuchaba casi
como un susurro el sonido del procesador del computador y más a lo lejos, el
sonido de un teléfono sonando en la oficina adyacente.
Abrió poco
a poco sus ojos ya que escuchó pasos apurados dirigiéndose a su oficina. De
pronto llaman a su puerta aceleradamente.
-¿Y ahora
quién? –Se acomoda de malas ganas en su asiento.
La puerta
se abre de par en par con una enérgica abuela Hanazono entrando a sus anchas al
lugar, detrás una nerviosa secretaria haciéndole señas queriéndole decir
“intente detenerla, pero no pude”.
-Shizuma,
mi querida Shizuma… ¿Cómo estás?...
La ex
Etoile llenó su pecho de aire y volvió a relajarse sobre el respaldo de su
asiento. Su rostro denota un enorme cansancio y ánimo bastante decaído. Le
indica a su secretaria que todo está bien.
-¿Qué haces
aquí abuela?, creí que te ibas de vacaciones hoy
La abuela,
como si se tratara de un jovencita llena de energía hiperquinética, recorre la
oficina observando todos y cada uno de los detalles. Los libros, los muebles,
los vidrios, todo.
-He venido
a saludarte y a conversar un poco…me tienes algo preocupada…
-¿Yo?.. . ¿Porque
estas preocupada?
Después de
una larga vuelta por la habitación y de guardar silencio, la abuela decide
sentarse frente al escritorio y mirar atentamente a su joven nieta. La analiza
cuidadosamente y Shizuma la mira con curiosidad.
-Tengo
entendido que anoche llegaste muy tarde a casa…
-Abuela… ¿Qué
ocurre? –Responde con cansancio
-Estoy a
punto de irme de vacaciones por largo rato, no quiero que estés escapándote a
medianoche a fiestas desenfrenadas mucho menos si Nagisa chan no está en la
ciudad…
-¡¿Qué!?...
–Desconcertada completamente–Abuela… ¿de qué hablas?...si, anoche llegué muy
tarde a casa ya que tuve que trabajar en un proyecto hasta muy tarde, hoy me
levanté a las 6am para poder dejarlo en la Universidad a tiempo antes de venir
hasta acá a una reunión con unos tipos que ni siquiera trajeron los documentos
necesarios para hacer el contrato… ¿y tú piensas que he ido a
fiestas…desenfrenadas? –Tono muy serio y más cansado aún
La abuela
bajó los hombros y comprendió el cansancio de su sucesora y el nivel de estrés
que maneja últimamente. Guardó silencio un largo rato y sus ojos bajaron su
brillo, Shizuma también comprendió que aquel tono le había afectado.
-Abuela…realmente
estoy feliz que todo tu tratamiento haya terminado y que estés sana. Te he
notado muy enérgica desde hace unos meses y eso es muy bueno, te has renovado
por completo, pero no quiero que exageres las cosas…estoy trabajando mucho para
mantener esta empresa en pie y que todo tu patrimonio se mantenga intacto, pero
además debo cumplir con mis ocupaciones personales, sin contar con mi vida
privada…
Toda la
esencia juvenil de la abuela por un momento se vino abajo y su rostro envejeció
un poco, la joven empresaria notó enseguida el cambio de ánimo e intentó
rápidamente, regresarla al estado anterior.
-No! No
malentiendas las cosas! –Se inclina sobre el escritorio –Escúchame, estoy muy
feliz que estés tan bien de salud, hace años que no te veía tan alegre y
dinámica. No tienes que preocuparte por mí, todo está bien aquí, en casa y con
Nagisa…
-Ella hace
días que no ha ido a casa… –Baja el rostro con tristeza
-¿Estas
triste por eso?
-Nagisa
chan siempre se sienta junto a mí en la terraza a tomar el té por las tardes y
me cuenta historias de su familia…me siento alegre cuando hace eso…
-Abuela…ella
no ha venido porque está muy ocupada en sus días de práctica, ni yo he querido
interrumpirla. Ambas estamos muy ocupadas en nuestros trabajos pero aun así,
seguimos juntas sin importar nada. Cuando regreses de vacaciones, ella estará
en casa y haremos una fiesta de bienvenida, ¿de acuerdo?
-¿Segura?
–Hace un puchero
-Vaya, de
verdad que bien te ha hecho el tratamiento, eres una persona nueva ahora
–Sonríe – Además, debes recordar que ahora iras de viaje muy bien acompañada,
¿verdad? Eres toda una picarona…–Sonríe
-Las dos
somos ancianas ahora, solo saldremos a recorrer algunos lugares, comprar
souvenirs, tomar muchas fotografías y tomar alguna piña colada, no tiene nada
de malo eso ¿no?
-No, claro
que no. Y no digas que son unas ancianas, las dos aún son muy jóvenes y llenas
de energía…solo espero que no me llame la policía porque hiciste algún
escándalo en algún bar…
Shizuma
sonríe irónicamente y la abuela se cubre el rostro un poco sonrojada.
Sorprendida la ex Etoile apoya ambas manos sobre el escritorio y se inclina.
-¿Me vas a
decir que ya has hecho escándalos en la vía publica!?¡ -Sonríe sorprendida
-Yo también
fui joven y alocada…hay muchas historias que no te he contado…
-Si pero…yo
nunca he hecho un escándalo…
-¿Y tu vida
en Astraea?
Shizuma
abre enormes los ojos, sonrojada y
nerviosa
-¿Qué?... ¿qué
tiene que ver Astraea en todo esto?
La abuela
es ahora quien se cruza de brazos y la mira sonriendo con picardía.
-Sé muy
bien que rompiste el corazón de muchas señoritas allí dentro…eras como el dueño
de la mansión Playboy, algo así
-¡Abuela!
–Sonrojada – ¡No digas eso! ¡Claro que no!...no sé qué imagen tienes de mí…Yo…era
bastante tranquila…además…no por eso iban a llamar a la policía…
La abuela
se pone de pie riendo calmadamente. Shizuma ha relajado sus hombros y sonríe
viéndola caminar por la habitación. Ambas comparten una enorme confianza casi
como si se tratara de dos buenas amigas de toda la vida. La joven toma su taza
entre las dos manos.
-Nagisa
está feliz que estés junto a su abuela, ya era hora para ambas…
La abuela
Hanazono se ha detenido frente a una de las fotos de su nieta donde aparece
junto a sus amigas en la colina de Astraea. Guarda unos instantes de silencio y
suspira profundo viendo la imagen de Shizuma con el uniforme de Miatre,
sintiéndose muy identificada.
-Para
nosotras es difícil decir que estamos juntas de la manera convencional. Es
verdad, nos amábamos con locura cuando éramos unas adolescentes y las vueltas
de la vida decidieron que debíamos separarnos.
–Camina hacia la enorme ventana y se queda allí observando la ciudad. –Por
una parte, creí que mi vida había acabado cuando me alejaron de ella…
-Abuela,
nunca me has contado bien lo que sucedió… ¿Tus padres te sacaron de la colina?
-Tus
bisabuelos se enteraron que quería convertirme en Etoile junto a ella, lo cual
nunca pudimos concretar. Era nuestro máximo sueño juntas, ser la gran estrella
de las tres escuelas y seguir así por siempre. Las hermanas de aquel entonces,
sabotearon la elección de ese año por expresa indicación de mis padres. Sin
previo aviso me fueron a buscar el día de la graduación y me llevaron sin
siquiera poder despedirme de ella…desde entonces, me alejé por completo de la
colina y perdí contacto con todas mis amigas y compañeras.
Shizuma no
la pierda de vista y escucha con atención, ella sigue junto a la ventana.
-Nunca…
¿quisiste huir con ella?
-Claro que
sí, quise huir muchas veces de casa para ir por ella, pero no lo conseguía. Me
gané enormes castigos cada vez que intentaba poner un pie en la calle sin
autorización. Eran tiempos muy diferentes y nuestra relación era totalmente
impensable, jamás ni siquiera se podía mencionar algo así. Nosotras bien
sabíamos que eso ocurría todos los días dentro de Astraea, pero para los ojos
de la sociedad, debíamos ser señoritas bien portadas y listas para aceptar
cualquiera que fuera el destino elegido por nuestros padres. No había opción
alguna.
Con el paso del tiempo, tuve que olvidar…no…más bien escondí todo lo que sentía en un lugar muy profundo de mi mente y de mi corazón. Según mis padres, tendría un futuro brillante, sin complicaciones si me enfocaba nada más que en el trabajo.
Con el paso del tiempo, tuve que olvidar…no…más bien escondí todo lo que sentía en un lugar muy profundo de mi mente y de mi corazón. Según mis padres, tendría un futuro brillante, sin complicaciones si me enfocaba nada más que en el trabajo.
En ese
momento el teléfono sobre el escritorio suena y Shizuma contesta con desgano.
Siente que al fin estaba escuchando la anhelada historia de su abuela y la
interrumpen en el mejor momento.
-¿Si?
–Espera –Bien, no me pases ninguna llamada hasta nuevo aviso, estoy en algo muy
importante.
La abuela
sigue ensimismada observando las nubes en el cielo que se mueven pausadamente.
El ruido de la ciudad es casi imperceptible gracias a la aislación de los
vidrios. Shizuma retoma la conversación interrumpida.
-Perdón, ya
no nos molestaran con llamadas… –Regresa su mirada hacia la mujer –¿Ellos te
presentaron al abuelo?
-Sí…estaba
terminando la universidad cuando vinieron a casa con tu abuelo. Era un joven
tranquilo y apuesto, sin tener la culpa de nada, se puso en mi camino con
buenas intenciones. Nuestros padres decidieron todo por nosotros, hasta la luna
de miel. –Suspira con amargura– Era un buen hombre, pero jamás pude
corresponderle de la misma manera, mi corazón quedó cerrado como una bóveda por
muchos años…
-No
recuerdo mucho al abuelo, pero en las fotografías, siempre se veía muy alegre
junto a ti…
-Sí, a
pesar de todo, hicimos todo lo posible por ser una familia alegre, nos
llevábamos muy bien y siempre fui sincera con él…nunca quise lastimarlo.
Falleció muy joven, tú apenas eras una pequeña niña…
-O sea que…
¿el abuelo sabía de tu pasado en Astraea?
-Sí. Él
estaba muy consiente que nuestra relación fue completamente pactada y
comprendía que no podía exigirme algo más complejo en cuanto a sentimientos.
También digamos que fue mi confidente ya que ocultó mi situación toda la vida,
hizo como si nada de eso hubiera existido ante los demás. Bueno…si no fuera por
tu abuelo tu no estarías aquí hoy –Sonríe –
Shizuma se
ha puesto de pie y camina junto a la ventana con ambas manos en sus bolsillos.
-Me alegra
que me cuentes esta parte de tu historia. Había muchas cosas que eran enormes
incógnitas para mí, hasta hoy.
-Sí, pero
ahora tú tienes una ventaja, el mundo se ha abierto a nuevas oportunidades y a
nuevas expresiones, ya no es como antes. Ya no debes esconderte para amar, por
eso estoy feliz…y ahora que me he recuperado un poco de esta enfermedad, quiero
aprovechar y recuperar parte de ese tiempo, junto a ella.
La ex
Etoile voltea y observa con una enorme sonrisa a su abuela, ambas con su
potente mirada de color verde.
-Abuela
–Sonríe pícaramente– No sé porque me dices eso…tú ya llevas bastante tiempo
recuperado con la abuela de Nagisa –Ríe- No es como si apenas se fueran a ver.
Cada vez que las veo juntas lucen como quinceañeras.
-Bueno,
ambas perdimos a nuestros esposos hace mucho tiempo y el destino de alguna
manera nos volvió a unir. Ahora más que nunca, es cuando quieres caminar de la
mano de una compañera. En este punto de la vida es en el que te das cuenta de
que puedes amar sinceramente a través de las cosas más simples, sin máscaras ni
maquillaje.
Shizuma
observa con admiración el rostro de quien ha sido como su madre por tanto
tiempo. Sus ojos son sinceros y rodeados de finas arrugas que no se avergüenzan
del paso de los años. A simple vista, podría decirse que la joven Etoile está
frente a su futuro yo.
-Me siento
como una niña pequeña en comparación a todo que me falta por aprender de ti
-Yo solo
deseo que no agotes tu vida y tu energía en el trabajo, delega funciones,
diviértete y sal con Nagisa chan. Quiero verte brillar junto a ella cada día
como las hermosas Etoile que son.
-Gracias
abuela, lo intentaré.
-Además, ya
sería hora que vayas planificando la boda… ¿o pensarás vivir como esas parejas
sin ningún tipo de compromiso ni formalidad? …ya quiero tener bisnietos que
llenen esa casa, quiero ver pañales y juguetes por todos lados…
Shizuma se
sonroja y abre enormes los ojos con aquella petición.
-¡Abuela!
¡Estas pidiendo demasiado! –Nerviosa voltea y camina de regreso a su sillón– O
sea…si hemos pensado en algo como una boda, pero… ¿hijos?... –Mira nerviosa su
escritorio y toma papeles fingiendo volver a trabajar–
-¿Por qué
no? El día de mañana te quedaras en aquella enorme casa junto a ella, ¿Por qué
no tener unos niños que iluminen el lugar? –Sentándose nuevamente frente al
escritorio
-Pe…pero…ni
siquiera he pensado en cómo podríamos tenerlos…yo…yo…bueno…Nagisa lo mencionó
una vez…pero…pe…pero…
-¿Pero?
-Es un tema
complicado, hay que planificar muchas cosas…además ¿Olvidas que las dos somos
mujeres?
La abuela
se pone de pie sonriendo tranquilamente, se acomoda sus ropas y camina
lentamente hacia la puerta. Shizuma la mira en silencio.
-A mi
regreso podemos tener una reunión al respecto si es que hablas el tema con mi
Nagisa chan, ya he visto e investigado todos los medios que funcionan a la
perfección. Cuentan con todo mi apoyo…además, si necesitas genética Hanazono,
recuerda que tienes a Seiki… –Le cierra un ojo en forma traviesa
Shizuma se
pone de pie rápidamente y muy seria
-¿No
estarás pensando que permitiré algo así?
-Tranquila,
no sé qué estás pensando, pero a mi regreso veremos las posibilidades para
hacer crecer la familia… ¡que emoción! –Junta sus manos con ilusión
Shizuma
respira profundo poniendo sus manos en su cintura, la observa sonriendo viendo
como aquella planificación familiar le causa tanta alegría.
-Ya lo
hablaremos cuando regreses… ve con cuidado y no tomen demasiado sol, recuerda
que es peligroso. Si necesitas algo, no dudes en llamarme, estaré atenta.
-Tranquila
mamá, nos portaremos muy bien
Ambas
sonríen traviesas y sin más, la abuela da media vuelta para salir de la oficina.
La ex Etoile se ha quedado con las manos en sus bolsillos respirando profundo,
sintiendo una extraña y cálida sensación en su pecho. La repentina visita de su
abuela la ha relajado y la ha ayudado a olvidar el estrés que llevaba sobre los
hombros.
Después de
un recorrido en el ascensor, la abuela estaba a punto de dejar el edificio
cuando se topa de frente con alguien a quien no pensaba ver en un largo rato.
Una sincera sonrisa la invadía dándole un gran abrazo a la joven que se le
presentaba en frente.
Shizuma ya
se sentaba nuevamente frente a la computadora dándose ánimos para poder revisar
la larga lista de mails sin leer. Se masajeo un poco el cuello antes de
continuar con la larga jornada laboral que le quedaba por delante.
De pronto un nuevo llamado a su puerta la hace reaccionar despegando sus verdes ojos de la pantalla del computador. Ve a su secretaria entrar.
De pronto un nuevo llamado a su puerta la hace reaccionar despegando sus verdes ojos de la pantalla del computador. Ve a su secretaria entrar.
-Disculpe
señorita Shizuma, le han venido a visitar –Se mueve hacia el lado para dejar
pasar a alguien
-¿Quién es?
La ex
Etoile vuelve a sorprenderse viendo entrar a su adorada pelirroja a la oficina.
Su cabello está mucho más largo, sus ojos con suave maquillaje y un hermoso
vestido que mezcla inocencia con madurez. Shizuma se puso de píe como un
tirabuzón.
-¡Nagisa!
La
secretaria ya se había marchado dejando a la romántica pareja a solas. Sin
decir nada más, la empresaria abrazó a su chica por la cintura dándole un
enorme y apasionado beso que las dejó silenciadas por largos minutos.
-Mi Nagisa…
¿Qué ha pasado? Pensé que no te vería hasta el fin de semana
-Me pude
desocupar mucho antes de lo previsto, así que vine lo más rápido que podía.
-Qué bueno,
me hacías mucha falta…
-Me
encontré con la abuela en la entrada del edificio, me abrazó fuerte y dijo que
me había extrañado
-Claro que
sí, las Hanazono nos ponemos muy tristes cada vez que nuestras chicas Aoi están
lejos
Nagisa con
una enorme sonrisa se vuelve a colgar del cuello de la ex Etoile para besarla
nuevamente, mientras el sonido de correos entrantes no dejaba de sonar en la
computadora. Shizuma apartó suavemente a la pelirroja y le sonrió dulcemente.
-Tuve una
interesante conversación con la abuela
-¿Así? ¿De
qué hablaron?
-¿Qué te
parece si vamos a comer a tu restaurant favorito y te cuento?
-¡¡¡Siiiii!!!
Ya extrañaba que saliéramos juntas, también quiero contarte muchas cosas, mi
Etoile
-Bien,
entonces vámonos enseguida
-Pero, ¿no
tienes mucho trabajo?
-Tranquila,
pasar tiempo junto a ti es lo más importante. Buscaré mi bolso y nos vamos
¿Bien?
La
pelirroja le asiente con la cabeza mientras la observa con brillantes ojos y
una sonrisa gigante.
En otro
sector de la ciudad se estacionaba un elegante automóvil negro frente a una
típica casa japonesa de clase media. La abuela Hanazono se bajó calmadamente y
suspiró antes de cruzar el umbral de la entrada.
Tocó tres veces la puerta y esperó con el corazón un poco ansioso.
Tocó tres veces la puerta y esperó con el corazón un poco ansioso.
Luego de unos instantes se abrió la puerta y apareció ella, delgada con una
bella sonrisa y cubriéndose los hombros con un delgado suéter. Su cabello aún
guarda brillante color rojizo dejando a unas traviesas canas esconderse
revoltosas. Cruzaron sus coquetas miradas por
unos silenciosos segundos.
-Qué guapa
estas hoy mi querida Sakurako –Sonríe pícaramente la abuela Hanazono
-Gracias mi
Etoile, tú siempre intentando sonrojarme
-¿Ya estas
lista?
-Iré por mi
maleta
Dio media
vuelta para entrar nuevamente y la visita aprovechó para pasar a la recepción
de la casa. Allí sus ojos recorrieron emocionados las muchas fotos enmarcadas
que decoraban la pared. Todas eran fotos familiares de distintas épocas, bebés,
ceremonias, celebraciones, vacaciones, graduaciones y más. Sus intensos ojos
verdes se fueron a clavar sobre una foto en especial, en aquella imagen
aparecía Nagisa el día de su graduación de Astraea, rodeada de amigas con los
distintos uniformes de las tres escuelas. Una grata sonrisa se apoderó de su
rostro.
-Ya estoy
lista –Regresa la abuela Aoi cargando su maleta
-Iremos a
otro lugar antes
-¿Dónde?
-Sorpresa
–Le cierra un ojo
Ambas
salieron con joviales sonrisas y el corazón pleno, el auto se puso en marcha
sin destino conocido. Se miraban de reojo y reían hablando de la vida dándole
importancia al momento.
Las horas
se iban extinguiendo y los colores del cielo empezaban a cambiar, unas gaviotas
emprendían el vuelo a lo lejos y el sonido del mar hacía eco en el lugar. Un
leve olor salino llegaba hasta ahí, donde dirigieron sigilosamente sus pasos.
La pelirroja se detuvo y quiso contener las lágrimas al observar el paisaje, volteó y un viaje en el tiempo las trasladó velozmente hacia el pasado e hizo que ante sus ojos, apareciera la joven Hanazono vistiendo el uniforme de Miatre mirando a contraluz, el apacible lago.
La pelirroja se detuvo y quiso contener las lágrimas al observar el paisaje, volteó y un viaje en el tiempo las trasladó velozmente hacia el pasado e hizo que ante sus ojos, apareciera la joven Hanazono vistiendo el uniforme de Miatre mirando a contraluz, el apacible lago.
Estaban en la colina y ambas se
observaron cómo hace muchos años atrás, con sus rostros adolescentes bajo la
tibia luz del atardecer, como en un bello sueño.
-Mi hermosa
Sakurako…te prometo que seremos Etoile. Siempre estaré junto a ti y te
protegeré de todo mal, no importa cuánto me cueste.
-Siempre y
sin importar lo que suceda, seré tu eterna Etoile Cadette
-Ni Spica
ni LeRim podrán arrancarnos este triunfo…seremos las mejores
La joven
pelirroja camina y se sienta a observar el agua del tranquilo lugar y suspira
profundamente.
-¿Qué
ocurre Sakurako? ¿No estas segura de esto? –Sentándose a su lado
-Claro que
lo estoy, es lo que más quiero…subirme a ese escenario contigo de la
mano…cuidar del invernadero… –Sonríe – Ser la envidia de Spica…quiero todo eso…
-¿Pero…?
-Es sólo
que, no solamente quiero que seamos Etoile aquí en la colina…quisiera estar a
tu lado toda la vida… –Sonrojada –…Quizás pienses que soy una idiota por decir
esto pero…no quisiera separarme jamás de tu lado…
La
adolescente Hanazono sintió que su pecho se llenaba de cálidas ilusiones llenas
de mariposas multicolores. Sonrió y se le acercó mucho más para acariciarle
suavemente el rostro.
-Yo deseo
lo mismo…quizás no te hayas dado cuenta, pero estoy aquí para ti y lo estaré
toda la vida, te lo prometo, amor mío.
Con el sol
de frente y bañadas bajo una naranja luz del atardecer, sellaron su pacto con
un intenso beso que poco a poco fue perdiendo el control tumbándolas sobre el
fresco pasto. Aquella sería una larga noche y el toque de queda no sería tema
de discusión en absoluto. Impensable sería perder el tiempo con esas
preocupaciones, lo que importaba, era amarte por siempre.
Aquella
imagen se fundía ante los ojos de la pelirroja regresando al presente y al
reaccionar, aquellos verdes ojos, estaban frente a ella, entregándole la misma
intensidad y calidez de aquella vez.
-Mi hermosa
Sakurako –Tomando su mano–Perdón por no haber podido cumplir la promesa de
aquel día. Prometí en este lugar, estar contigo toda la vida, cuidarte y
protegerte por siempre…pero he fallado…
-No me has
fallado en absoluto. Aquí estamos después de tantos años en el mismo lugar…–Sus
ojos se llenan de lágrimas– Siempre esperé volver a verte…
-Cada día y
cada noche guardé en mi pecho tus caricias, soñaba a diario con volver a sentirte.
Has sido mi más grande anhelo toda la vida…sé que el destino nos jugó de una
manera que no esperábamos, pero estoy aquí para jurarte que quiero vivir lo que
me quede de vida, junto a ti…
Sakurako no
puede evitarlo y comienza a llorar de alegría, sus lágrimas son tan sinceras y
llenas de emoción porque las ha guardado por tantos años. La abuela Hanazono
tomó y besó sus manos con tanto amor, que el sol pareció derretirse en el
infinito. Sus ojos volvieron a cruzarse y bajo la bondadosa luz de ese nuevo
atardecer junto al lago…
-¿Quieres
ser mi Etoile? Mi hermosa Sakurako…
-Por
supuesto que sí, por siempre…
La abuela
Hanazono sacó de su bolsillo una pequeña bolsita de terciopelo negro y
cuidadosamente sacó de su interior dos colgantes. Los ojos de la pelirroja
abuela se abrieron con gran sorpresa al verlos.
-Estas son…
–Mirando sorprendida
-Sí…sé que
no son las oficiales pero al menos con esto, podremos decir que nos hemos
convertido en Etoile aquí, en la colina de Astraea
Dos
réplicas de los colgantes de Etoile para convertirse de esa manera, en lo que
no pudieron concretar hace tantos años atrás.
Como una especie de espejismo, ante ellas se levantó el escenario del
auditorio, lleno de alumnas de las tres escuelas todas de pie emocionadas viendo el importante enlace.
Con sutileza han puesto en sus cuellos los brillantes colgantes y toda la audiencia ha comenzado a aplaudir con ferviente emoción. Juntaron sus manos y con alguna que otra lágrima de alegría, se besaron con infinito amor, la multitud aplaude con más fuerza y algunas lloran emocionadas coreando sus nombres.
Con sutileza han puesto en sus cuellos los brillantes colgantes y toda la audiencia ha comenzado a aplaudir con ferviente emoción. Juntaron sus manos y con alguna que otra lágrima de alegría, se besaron con infinito amor, la multitud aplaude con más fuerza y algunas lloran emocionadas coreando sus nombres.
Las luces
reflectadas desde el lago, hacía brillar con fuerza las gemas de sus collares y
de esa manera, se han convertido en la estrella más brillante de toda la colina
de Astraea.
No importa
la edad ni el tiempo que tengas que vivir, si ese amor es sincero, florecerá
sin importar cuanto deba esperar.
Estaré ahí
por siempre, para ti,
Mi Etoile.
Excelente
ResponderEliminarTu escritura es impecable como siempre
Espero leer mas cosas asi
La abuela Hanazono es genial!!! :3... me encantó pero quiero leer mas!!!!! , por favor! Jeje espero que puedas seguir escribiendo mas capítulos especiales. ... hay tantas cosas, la boda, las vacaciones, también quiero saber de Shion y Myuki , si paso algo con chyo y la hna de Nagisa, me gustaría una reunión con todas las amigas Jajajaja quiero más! !!! . Excelente trabajo como siempre, gracias.
ResponderEliminarTe felicito por tu trabajo . Tienes una excelente redaccion, realmente nacistes para ser escritora lei toda la serie desde que la escribistes y ahora vuelvo a leerla por quinta vez jejej y no me canso . Me encantaria la continuaras cualquier cosa que escribas me emociona jejeje gracias .
ResponderEliminarSin dudarlo, es muy bueno lo que escribes♡
ResponderEliminareso que escribiste fui imprecionante, cre que te irian bien los poemas porque es como dicen algunos amigos mio el amor no tiene edad.
ResponderEliminarNo me canso de leer los especiales,como las amo muchooooooo,ojalá haya una continuación sobre las abuelas y Nagisa y Shizuma para ver su boda ^^
ResponderEliminarporfavor has un episodio especial de cuando nagisa se gradua de astraea seria genial
ResponderEliminarsimplemente magico llore mucho.... :( es romantico y sufrido mi corazon quedo confuso y esperanzado. Pero me quedaron muchas dudas XD necesito mas.
ResponderEliminarfuera bueno q pongan lo q pasa con miyuki y tomori como lo de la boda de nagisa y el embarazo como lo planearon
ResponderEliminarBuuu, ahora me falta el especial Shizuma/Nagisa....podria ser la peticion de matrimonio?
ResponderEliminarPor favor continua escribiendo más especiales eres genial .
ResponderEliminarHermoso, me sacaste mis lágrimas:'3
ResponderEliminarEs hermoso cuando la abuela vio la foto de la graduación de Nagisa senti que yo tambien la estaba viendo ella junto a sus amigas de miatre las chicas de Spica y las niñas de le RIM me dio tanta nostalgia.al igual que las abuelas bueno aunque si no se hubieran casado con chicos no esxiatieran mi Reyna Shizuma y su Princesa Naguisa.
ResponderEliminarPor cierto en el cap.final cuando Shizuma esta en la terraza y llega mi Amada Miyuki y le muestra su pancita..mmm la abuela Hanazono hablo de que Seiki podría aportar genética sera que tambien se la compartio a Miyuki.seria Lindo que ella tuviera un bebé genetica Hanazono