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3 de enero de 2021

Strawberry Fics Especial "Sonrisa"


“Abrí las cortinas de la habitación y no podía creer el sol tan bello y radiante que había. Me saltó el corazón tan feliz de saber que hoy volvería a verla que casi no pude dormir. Han pasado más de dos meses que no nos hemos visto y es que no hemos parado de trabajar…desde mi graduación de la Universidad todo se volvió más ajetreado. La vida adulta realmente a veces parece ahogarme y a ratos me pongo a pensar en cuanto extraño mis días en Astraea, cuando sólo tenia que preocuparme de ir a clases, las tareas y de que la hermana ¡no me dejara fuera de la colina! Todo parecía más sencillo…aunque nada fue fácil cuando ocurrió todo aquello con Yuriko…fueron sucesos terribles. 

Ya han pasado algunos años de eso y aún sé que tiene sueños con esos momentos, a veces son pesadillas y a veces sólo recuerdos pasajeros. Creo que de alguna forma nos marcó a todas y a pesar de que el tiempo es bueno sanando heridas, las cicatrices quedan para siempre.

Tantas cosas que pasaron y tantos recuerdos de todas. Realmente quisiera volver a verlas y tomar el té como lo hacíamos en esas fiestas a escondidas.”


El café recién hecho estaba listo y se apresuró a tomarlo, no sin antes leer algunas noticias en las redes sociales en su teléfono, ya se había hecho parte de su rutina diaria o quizás una costumbre adquirida desde los tiempos de Yuriko y ahora inconscientemente quería saber de todo lo que acontecía. Los hechos pasados realmente dejaron marcas en todas quienes vivieron de cerca los terribles momentos. 

Tenía la alarma del teléfono activada para recordarle el poco tiempo que tenía para marcharse al trabajo, por lo que terminó el café, se acomodo el cabello pelirrojo amarrándolo en una larga cola de caballo y debía apresurarse. 


El centro de la ciudad lucía ruidoso como siempre y hoy parecía más frío que de costumbre, pero Nagisa bien abrigada y envuelta en una suave bufanda, no podía pensar en otra cosa más que en la alegría enorme que sentía. Hoy volvía Shizuma después de un largo período fuera de casa y tenían apenas dos días antes de la gran ceremonia. ¡sí! Gritaba el corazón. Llevaban mucho tiempo planeando la anhelada boda y aunque los interminables viajes de la ex Etoile se prolongaban, no dejaron de planificar ni organizar hasta el más mínimo detalle. Aprovecharon cada tiempo libre y a través de video llamadas, compraron, soñaron, vibraron visualizando cada elemento para que la ceremonia fuera perfecta.

Nagisa detuvo su paso frente a una vitrina de artículos para el hogar viendo algunas decoraciones que imaginaba tener en la nueva casa. La enorme sonrisa se le dibujaba en el rostro cada vez que pensaba en la nueva vida que estaba por iniciar.

Ambas decidieron que la ceremonia seria pequeña, nada de extravagancias ni excesos. Sería algo discreto junto a amigos cercanos y familiares en un bello lugar campestre a las afueras de la ciudad. 

Después de todas las malas experiencias vividas, Shizuma decidió vivir de forma un poco más austera y sencilla. A pesar de la insistencia de la abuela Hanazono de vivir en la mansión, ellas decidieron buscar una casa para ambas, más pequeña y comenzar desde cero, buscando todo y cada una de las cosas que llenarían su nuevo hogar, en común acuerdo. Desde el tapete de la entrada hasta el último tenedor en la cocina, era un proceso que querían vivir a plenitud, sin sirvientes ni asistentes que decidieran por ellas.


Nagisa ya había llegado a su trabajo y antes de entrar, quiso escuchar nuevamente el audio que Shizuma le envío hace algunas horas antes del vuelo:


“Hola hermosa, espero que estés descansando. Por fin terminé la última reunión que había en agenda y ya podré despedirme por un rato de EEUU…sinceramente ya estoy harta de las hamburguesas…no creas que las como todos los días, pero prefiero no verlas por un tiempo.  Ahora iré al hotel, tomaré una ducha y me iré al aeropuerto. No sabes cuanto ansío poder llegar a casa y verte…además…debo ser sincera…en los últimos días no he podido conciliar muy bien el sueño, pero no es por trabajo. Simplemente no dejo de pensar en que ya nos casaremos y…a pesar de los años, no puedo dejar de recordar el brillo de tus ojos cuando te vi por primera vez junto al árbol de cerezos y que, desde entonces, sabía que quería compartir toda mi vida contigo. *suspira 

Ya es muy tarde y sabes que me pongo un poco cursi a esta hora…debes estar durmiendo…es tan bonito verte dormir. Descansa mi amor, ya en unas horas estaré contigo.

Te amo”


Inconscientemente la pelirroja abraza el teléfono contra su pecho sabiendo que ya quedaba menos para poder verla. 

Ya empezaba su jornada laboral.



DOS SEMANAS ATRÁS


Una fina capa de nieve cubría las calles de Nueva York y el frío intentaba colarse por cada pliegue de la ropa. Sus botas se movían apresuradas intentando evitar el gentío que a esa hora había por las calles. Miró el reloj y se regañaba a si misma por haber permitido que la reunión se extendiera más de la cuenta y ahora debía correr para llegar al tan anhelado encuentro. 

Odiaba ser impuntual por lo que no tuvo más opción que tomar su abrigo y literalmente salir corriendo de la oficina a tomar el primer taxi que se cruzara por la calle y así fue. El primer auto amarillo que se cruzó se detuvo en seco frente a ella. Debía llegar a Central Park en poco tiempo, pero las calles parecían repletas de automóviles.

Vio la hora en su teléfono y decidió enviarle un mensaje para avisarle de su retraso, que por favor la esperara ya que estaba haciendo todo lo posible por llegar a su encuentro. El mensaje fue enviado, pero parece que no había sido leído. Cerró sus ojos un instante recordando porque no le gustaba estar en esa ciudad, todo era caótico y saturado. Respiró profundo intentando despejar la mente pensando en cuanto ansiaba esta reunión, deseaba verla desde hace mucho tiempo, pero las apretadas agendas nunca daban respiro. Pero había llegado el día y la hora de poder volver a verla a los ojos y decirle cuanto la había extrañado, tanto que se le aceleraba el corazón de recordarlo.

El taxista la miraba por el espejo retrovisor viendo que sus ojos los llevaba clavados al teléfono, quizás esperando algún mensaje importante. La radio del vehículo iba encendida, pero con un volumen bajo, se escuchaba una estación de radio y la voz de un locutor anunciaba un posible nevazón para esa noche por lo que hacía un llamado a la precaución y volver temprano a casa para evitar congestión en las calles. Al escuchar eso, el taxista hablaba entre dientes con un marcado acento asiático. -Ya hay congestión, estas calles no dan para más. -  Dijo un poco molesto haciendo que ella despegara la vista de su teléfono. Era verdad. Estaban detenidos en una calle saturada por vehículos y sólo lograban avanzar unos centímetros, algunos reclamaban y presionaban, pero no se podía hacer mucho.

Según google maps, la cafetería en donde se encontrarían estaba a unas cuantas cuadras por lo que le dio unos billetes al taxista y se bajo a toda velocidad, llegaría más rápido caminando, o corriendo literalmente. Volvió a revisar su teléfono y su mensaje aún no era leído por lo que apresuró más el paso. Se arropó en la bufanda ya que el frío aire se sentía al respirar y lo que menos quería en ese momento, era enfermarse de gripe o algo peor. Dobló una esquina más y estaba por llegar hasta que justo delante de ella, una señora cargada de bolsas resbala por el hielo cayendo estrepitosamente al suelo, sin pensarlo se le acercó para ayudarla. -Gracias hija…creo que me he torcido el tobillo…- Dijo la mujer adolorida intentando ponerse de pie.  - ¿quiere que llame al 911? - Oh no te preocupes, vivo aquí a una cuadra, estaré bien.

La adolorida mujer se apoyo junto a un auto estacionado mientras ella recogía las bolsas y las verduras que cayeron en la nieve. Tenía clavado en la mente que estaba sólo a una cuadra para llegar a la cafetería, pero no podía dejarla sola, era una mujer mayor que claramente ya venía algo complicada con el exceso de bolsas desde el supermercado. Respiró profundo y decidió llevarla hasta su casa. La señora sumamente agradecida se apoyó en ella para caminar ya que el dolor en el pie era más de lo que pensaba mientras ella sabía que esto le significaría que quizás no lograría llegar al encuentro. Cargada con bolsas y con la señora de un lado, apenas pudieron cruzar la calle con mucho cuidado, los vehículos estaban detenidos para dejarlas pasar tan lentamente. 

    -Aquí es mi casa, muchas gracias por tu ayuda. - ¿esta segura? -Sí, tocaré el timbre para que bajen a ayudarme, mi nieta vive conmigo- Ella miró la vieja puerta que daba hacia un edificio de departamentos. -Espero se recupere pronto de su tobillo, que tenga buena noche. – La mujer la despidió con una sincera sonrisa viéndola como se regresaba a toda velocidad por el camino recorrido.

Volvió a mirar el reloj y ya el retraso era enorme, sentía que su corazón bombeaba a toda velocidad pensando que ya se habría marchado y no podría verla. 

Espero impacientemente el semáforo en verde para cruzar a toda velocidad y ya al filo de la ansiedad, divisó el letrero de la pequeña cafetería que habían acordado para el encuentro. Sus manos apresuradas abrieron la puerta sintiendo de golpe la cálida sensación del interior, sus ojos miraron a todos lados, el lugar no era muy grande y casi estaba a punto de perder la ilusión hasta que la vio en una mesa junto a la esquina, iluminada por un pequeño foco de luz tenue. El corazón se le hizo grande al verla y casi gritó.


    -¡Miyuki!


Ella abrió enormes los ojos al verla y se puso de pie enseguida.


    -¡Shizuma!


Shizuma la abrazó muy fuerte y Miyuki no pudo evitar tener unas lágrimas en sus ojos. Tanto tiempo había pasado desde que se habían visto por última vez, que ambas anhelaban este encuentro desde hace mucho.


    -Miyu chan, ¡cuanto te he extrañado!

    -No me has dicho así en años, es tan bueno volver a oírlo


Shizuma se quitó el abrigo, la bufanda y el gorro antes de sentarse junto a Miyuki, pero ella no pudo evitar soltar su expresión de asombro al verla.


    -¡Shizuma! ¿Qué hiciste con tu cabello??

    -Me lo corte

    -Si así veo, lo tuviste largo por tantos años ¿a que se debe este cambio tan radical?

    -Ya sabes, aquí en EEUU las chicas cambian bastante de estilo por lo que quise marcar una pauta en esta etapa de mi vida.

    -¡Déjame tocarlo!


Miyuki muy divertida acarició el cabello de su amiga desordenándolo por completo. La mesera las interrumpió para tomarles el pedido.

Shizuma sin poder evitarlo le sonríe coqueta a la mesera pidiendo su capuchino de vainilla y un pay de queso con fresa, sus ojos le brillaban emocionados haciendo que su amiga pidiera lo mismo. Una vez que quedaron a solas no perdieron el tiempo y comenzaron a hablar con prontitud de todo los que les ha sucedido en el último tiempo.


    -No sabes la felicidad que sentí cuando recibí tu invitación, es como un sueño hecho realidad

    -Bueno, justamente por eso quería verte Miyu chan, sabes que estaré más tiempo aquí y quisiera pedirte ayuda nuevamente

    -Shizuma, sabes que lo que sea puedes contar conmigo. Viajaré de regreso a Japón en dos días, así que dime…

    -Lástima que hayas venido por tan poco tiempo

    -Sabes que sólo vine a ese congreso y, además, aunque quisiera no podría verte tan seguido, te la pasas trabajando

    -lo sé

    -y ahora que no usas chofer, te tardas mucho más en llegar a todas partes, Nagisa ya me contó todo eso

    -Pero ha sido mucho mejor así. Decidí no vivir de tantos lujos y ser más discreta…ya sabes, después de Yuriko aprendí más del estilo de vida de mi hermano y las cosas andan mucho mejor

    - ¿todo es más tranquilo?

    -Definitivamente


La mesera regresó con el pedido y ambas no dejaban de sonreír escuchando las historias y anécdotas de la otra. El tiempo las había distanciado lo suficiente pero jamás como para perder el interés por la vida de la otra, había mucho por contar y el anuncio de nevazón parecía mucho más certero. Por la ventana ya podían ver como la visión se empezaba a hacer un poco compleja y en ese momento, la joven mesera vuelve a acercarse con algo de preocupación.


    -Perdón que las interrumpa, pero nos han dado indicaciones de cerrar la cafetería por el nevazón…lamento esta situación


Shizuma la mira con una profunda calma.


    -No te preocupes, el clima no luce nada bien. Trae la cuenta y la pago enseguida

    -Muchas gracias


Miyuki mira un poco decepcionada hacia el exterior entendiendo que su reunión sería más corta de lo planeado y tenía en mente pasar mucho tiempo con su amiga. Pero al regresar la mirada, no pudo evitar los intensos ojos de Shizuma que la miraban insistentemente con aquella sonrisa traviesa que conocía tan bien.


    - ¿qué? ¿qué tienes en mente?

    -En el mensaje me dijiste que estabas quedándote en un hotel cercano, ¿no es así? Miyu chan

    -Sí, esta a dos cuadras de aquí

    -Entonces, ¿Qué tal una fiesta del té en tu habitación?


Los ojos de Miyuki se abrieron emocionados con la idea de pasar la noche en vela con Shizuma hablando toda la noche como en los viejos tiempos.


    -Pero nada de té -dice Shizuma- Iremos por vino y así me contaras todo lo que ha sucedido

    -No podía esperar menos de ti.


La mesera les entrego sus productos empacados y ambas bien abrigadas, salieron a la calle a enfrentarse al nevazón que aumentaba la intensidad con el paso de los minutos, pero nada parecía que podría arruinar los ánimos de esas dos viejas amigas.

Algunos vehículos comenzaban a atorarse en la nieve y otros apresuraban el paso para llegar pronto a casa, pero ellas, reían y bromeaban de todo. 

Para suerte de ambas, visualizaron un mini market muy cerca del hotel así que cruzaron raudas entre todo el tráfico detenido de la calle para ir por vino y snacks, la noche sería larga así que tendrían que abastecerse bien.

Shizuma recorría todos los pasillos poniendo varios productos en una canasta mientras Miyuki la seguía pacientemente con los pays envueltos entre sus manos.


    -Nadie se podría imaginar que una chica multimillonaria estaría comprando papitas fritas y golosinas a mitad de la noche en un mini market como este…

    -No sabes lo aburrido que es tener guardaespaldas todo el día…además, ¡Mira! ¿podría elegir mis propios ositos de gomitas con una tropa de guardaespaldas tras de mí? ¡no! ¡Esto si que es vida!


Miyuki no dejaba de analizar a su amiga y como había cambiado con el paso de los años, pensando en que todo se había transformado en una mejor versión de si misma. No podía dejar de ver lo feliz y libre que era moviéndose de un lado a otro, los años habían pasado y las experiencias le habían dado un nuevo halo. Ella sonreía de ver nuevamente a su amiga, renovada y feliz.


    -Bien Miyu chan, ¡tengo todo!

    - ¿en serio no tienes que trabajar mañana temprano? Es mucho vino

    -Vamos Miyu chan…soy la dueña de esa empresa y por primera vez en años les diré que llegaré tarde, ¡es nuestro reencuentro!

    -Tienes razón chica empresaria, tengamos nuestra fiesta del té…o ¿fiesta del vino?


Sonó la tarjeta que abrió la puerta de la habitación de Miyuki y Shizuma entró casi corriendo para saltar a la cama. La ex presidenta de Miatre la miraba con paciencia tratando de ordenar todas las cosas en la mesa junto a la tele.


    - ¿en serio aún tienes que hacer eso cada vez que entras a un hotel?

    -Es parte de la tradición…Me hubieras avisado antes y te conseguía la suite presidencial en el mejor hotel de toda esta ciudad…

    -oh vamos, ¿Dónde quedó la vida sencilla y austera?

    -Para mí esta bien la vida sencilla, pero para mi querida Miyu chan, siempre lo mejor

    -Bien, mejor bebamos que ya quiero saber todos los detalles de la boda

    -¡Será increíble!



DOS SEMANAS DESPUÉS


Nagisa se pasó toda la jornada laboral muy ansiosa. Intentó estar concentrada todo el tiempo y a pesar de no usar su teléfono durante las horas de trabajo, de forma especial, hoy lo puso en su delantal en modo vibrador por si recibía algún mensaje de Shizuma. Tenía calculado que llegaría a Tokyo a las 5 de la tarde aproximadamente, por lo que le daría tiempo de ir a buscarla al aeropuerto saliendo del trabajo, pero aún no sabía nada y el último mensaje que recibió fue aquel audio que ya había escuchado unas 3 o 4 veces.

La pelirroja dio vuelta por toda la cocina, dio algunas instrucciones y con su enorme sonrisa miró a todos.

    -Bien, ya debo retirarme, se quedan a cargo de todo lo demás. ¡Lo han hecho muy bien como siempre!

    -Gracias Nagisa san, sabemos que hoy llega Shizuma sama, no debes llegar tarde -Responde una de las asistentes de cocina

    - ¡Sí! Ahora salgo hacia el aeropuerto


Desató su delantal y acomodó todo dentro de su casillero junto a la puerta trasera. Todos los integrantes de la cocina la miraban con una sonrisa y la animaban antes de partir. Era un día especial.


A pesar de estar bien de tiempo, la pelirroja se arropó en su bufanda y corrió hacia la estación de metro para poder llegar pronto al aeropuerto. Le saltaba el corazón pensando en el reencuentro y en lo primero que le diría al verla, aunque sabía que lo primero sería colgarse a su cuello por un largo rato sin importarle el que dirán, ya se había acostumbrado a sus muestras de afecto en público allá donde fueran.


No había asientos disponibles así que tomó un pasamanos mientras mentalmente repasaba los últimos detalles de la boda y de la cena que le pensaba preparar a Shizuma apenas llegaran a casa, sabía que ella tomaría un largo baño y eso le daría tiempo de preparar todo, ya lo tenía calculado. Su mente volaba llena de felicidad de un lado para otro, pensando en los invitados y los detalles de cocina que había especificado para la fiesta. No sería algo grande, pero quería que todos lo vivieran de forma inolvidable.


La pelirroja iba tan perdida en sus alegres pensamientos hasta que de pronto aterrizó de vuelta a su vagón de metro en donde no pudo evitar oír la conversación de unos estudiantes a sus espaldas. Ambos comentaban lo que veían en redes sociales. 

-Wuoo, ¿viste esa explosión!? – Oh! Estados Unidos esta salvaje - ¿Tu papá no tenía que ir allá por trabajo? -Sí pero cancelo -¡Que bueno! Sino estaría en medio de esa guerra - ¡Esta muy loco todo! ¿Viste como detuvieron ese avión? -¡Me daría miedo estar ahí!


El corazón de Nagisa se sobresalto de pronto al escucharlos, sacó de su bolsillo su teléfono para darle un vistazo a las noticias y de pronto sintió su mano temblar. Abrió el navegador mientras una señora se ponía de pie para bajar en la siguiente estación, así que ella tomo ese asiento. Su pecho se apretó un poco cuando comenzó a leer algunos titulares con noticias del otro lado del planeta “Caos en EEUU” “Policías disparan a manifestantes por disturbios” “Cierre de la frontera” “Amenazan vuelos y a pasajeros”.

Miró angustiada a los pasajeros del metro sabiendo que nadie compartía la misma angustia que ella. Abrió su aplicación de mensajes y de inmediato le escribió a Shizuma, sabiendo que si venía volando no vería su mensaje, pero no perdía nada con intentarlo. El mensaje fue enviado, pero no visto.

Unas estaciones más y bajaba para llegar al aeropuerto internacional. Su corazón palpitaba asustado y confundido, contrastando con los rostros alegres de los viajeros que se reencontraban con familiares en la zona de recepción. Miró su reloj y el vuelo debería estar por llegar, miró la enorme pantalla con vuelos arribados, pero aún no aparecía el de Shizuma. Respiró profundo y pidió en silencio para que su ex Etoile llegara sana y salva a casa.


Los minutos corrieron feroces y seguían apareciendo rostros felices y cansados después de largas horas de viaje, abrazos y flores para quienes llegaban y algunas lágrimas de alegría. Pero Shizuma, no aparecía.

Nagisa caminó en círculos frente a la pantalla y de pronto apareció el número de vuelo correspondiente a ella. VUELO CANCELADO.

Sintió que las rodillas le temblaron y sin pensarlo más, corrió hasta la ventanilla de la aerolínea para tener más información, si el vuelo fue cancelado, Shizuma aún seguía en EEUU. Marcó de inmediato a su teléfono, pero era enviada a buzón de voz, no había contacto alguno.

Su sorpresa fue mayor cuando al llegar a la ventanilla de la aerolínea ve a varias personas igual de inquietas que ella preguntando por el vuelo cancelado y tras el mostrador, una mujer americana algo nerviosa intentando responder a todos sus inquietudes. Nagisa se acercó a una mujer mayor que luce muy nerviosa.

-¿Tienen información del vuelo? – Sólo nos dicen que cancelaron por problemas en EEUU y que cerraron la frontera, esperaba a mi nieto y ahora no puedo comunicarme con él – 


Nagisa pone atención a la encargada que intenta hablar en japonés a todos para explicarles la situación y decirles que los vuelos se reprogramaran apenas abran las fronteras, que intenten contactarse con sus familiares por otras vías.  La pelirroja logra ver en los ojos de todos los presentes, angustia y nerviosismo. Vuelve a tomar el teléfono y marca nuevamente a Shizuma teniendo el mismo resultado, su llamada entra a buzón y los mensajes escritos llegan a la nada. El corazón le late triste y la preocupación va en aumento sin saber que hacer, toda la alegría que tuvo durante todo el día, se fue de golpe al suelo. 


Una llamada entrante.


    - ¡¿Miyuki!?

    -Nagisa, que bueno que me contestas… ¿Shizuma esta contigo?

    -No…Miyuki, el vuelo de Shizuma fue cancelado y estoy muy preocupada

    -¡No me digas! Tenía la esperanza de que había podido alcanzar a salir de EEUU, estoy viendo las noticias y no luce bien

    -He intentado llamarla, pero no logro contactarla…estoy muy preocupada…

    - Nagisa, quédate en el aeropuerto, pasare por ti y averiguaremos juntas que sucede

    -Gracias Miyuki



La ex presidenta de Miatre no tardó nada en llegar al aeropuerto donde encontró a Nagisa algo pálida en una de las puertas principales. Se subió al automóvil con prisa y la angustia en ambas era notoria.


    -Tranquila Nagisa, te llevo a casa e intentaremos marcarle nuevamente  

    -Tu estuviste con ella hace dos semanas, ¿Qué pasaba allá? ¿había disturbios?

    -No, todo estaba muy tranquilo…recuerda que solo la vi dos días y Dios…

    -¿Qué pasa?

    -Parece que hasta hoy tengo resaca de esos dos días…

    -¿Resaca? ¿Qué tanto hicieron?

    -Como ella no vendría hasta ahora, se le ocurrió celebrar su despedida de soltera


Los ojos de Nagisa parecieron relajarse con el relato de Miyuki, conociendo a ambas sabía que la celebración podría haber sido extrema. Shizuma no le había contado nada de esa fiesta, sólo que se había encontrado con su amiga del alma y conocer los detalles ahora le daba un poco de calma ante la situación incierta.


    -¡ya sé con quien podemos hablar! -Miyuki reacciona enérgica

    -¿con quién?

    -Kanou esta en EEUU, me reuní con ella en el congreso cuando estuve en NY, nos acompaño de fiesta. Ella vive allá y cuando supo que estaríamos reunidas no quería pasar la oportunidad de reencontrarnos. Nos podría dar información de lo que esta pasando y quizás contactar con Shizuma.

Ambas llegaron a la residencia de Nagisa y esta se puso de inmediato a hacer un té, su nerviosismo era evidente por lo que Miyuki de inmediato comenzó a marcarle a Kanou por videollamada, encendieron la tv buscando algún canal con noticias internacionales y las imágenes que comenzaron a ver, eran terribles. La pelirroja se sentó en el sillón con un nudo en la garganta viendo como grupos enormes de policías luchaba con personas en confusos incidentes, grandes llamaradas salían desde algunos centros comerciales y la cancelación de vuelos parecía algo menor frente a todo el panorama general.


    -¡Hey Miyuki! ¿Cómo estas? -Responde Kanou 

    -Gracias a dios si pudiste contestar -Dice Miyuki sintiéndose algo aliviada

    -Te ves pálida amiga, ¿sucedió algo? 

    -¿eh? Eso es lo que debo preguntarte a ti. Estoy aquí con Nagisa y estamos sumamente preocupadas por lo que ocurre en EEUU…el vuelo de Shizuma fue cancelado y no tenemos noticias de ella…

    -¿no se supone que ya es la boda pasado mañana!?

    -Sí…se suponía que debía llegar hoy…

    -Lamento oír eso, ¿me tienes en alta voz? Para que Nagisa chan pueda escuchar

    -Si, ella esta aquí y puede oírte bien

    -Ok. Acá todo se complicó con la situación de discriminaciones y problemas raciales, ya desde hace algún tiempo que se veía la tensión entre manifestantes y policías. Si no controlan la situación, esto podría acabar en una guerra civil.

    -Todo suena muy espantoso, se ven imágenes terribles en la TV ¿Tienes forma de ir al aeropuerto por Shizuma?

    -¿qué? No! Ella no esta aquí en NY, hace una semana se fue a Texas y su vuelo saldría desde allá…pensé que sabías toda su agenda, lo dijo en la fiesta…

    -ah, perdón…creo que no recuerdo algunas cosas

    -Claro que no, estabas muy ebria


Nagisa mira de reojo a Miyuki que no puede evitar sonrojarse ante aquel comentario, pero la pelirroja esta más preocupada de su prometida que de jugarle alguna broma, por lo que se pone de pie para hablarle a Kanou.


    -Hola Kanou san, es bueno saber que estas bien

    -Hey Nagisa chan! Que gusto verte. Lamento todo lo que esta ocurriendo. Quisiera poder ayudarte en este momento, pero no puedo ir hasta Texas, cerraron todos los vuelos ya que hubieron…problemas en algunos aeropuertos… -Intenta no mostrar nerviosismo

    -¿¡Qué!? ¿Atacaron los aeropuertos!?

    -Sí…bueno…creo que en Texas están bien… ¿le marcaron a Shizuma?

    -¡Claro! Es lo que hemos estado intentando de hacer desde hace rato -Exclama Miyuki

    -Las redes han estado fallando todo el día producto de lo mismo. Voy a intentar comunicarme con ella y si tengo noticias te lo comunicaré enseguida, estén tranquilas por favor. 

    -Gracias Kanou, eso intentamos.



Miyuki corta la llamada y ve a Nagisa sentarse en el sofá con los ojos apagados observando una cajita sobre la mesa de centro, allí tiene todos los pequeños recuerdos que daría a sus invitados el día de la anhelada boda. La ex presidenta de Miatre ha estado en primera fila desde siempre y sabe que después de tantos años y de tantas cosas vividas desde que estaban en Astraea, esta ceremonia significaba mucho para todas. Todo estaba listo y arreglado y aunque sabía que podrían cancelar el evento, el bienestar de Shizuma era lo que más importaba. 


Antes de imaginarlo, comenzaron a llegar mensajes de texto y en redes sociales preguntando por Shizuma y Nagisa sin saber que responder. Volvía a marcar a su número una y otra vez con el mismo resultado.

Después de una hora, Shion llegó a la casa trayendo pasteles para intentar animar a la cabizbaja pelirroja, Miyuki le había comentado por mensajes lo sucedido, por lo que la rubia decidió ir de inmediato apenas salió de la oficina. Nagisa la vio entrar por la puerta y se le hacía extraño tener en casa a las dos ex presidentas y no a Shizuma. 


Llamada entrante.


El corazón de Nagisa brincó al ver el nombre de Shizuma en la pantalla de su teléfono y con las manos temblorosas contestó a toda velocidad.


    -¡Amor! ¿Estas bien!?

    -Na—Nagisa--- Se escucha entrecortado -No cance-----llegaré----boda----

    -¿Qué dices? ¿Dónde estas? ¿Shizuma??

    -T----amo---


Sin más, la llamada se cortó y la pelirroja con los ojos encendidos mira a Miyuki y Shion que esperan ansiosas las noticias.


    -Dice…que viene… -Nerviosa Nagisa -Que no cancele la boda…

    -¿Qué? ¿cómo??

    -No…no lo sé…


Miyuki y Shion se miran sin entender como es que Shizuma logrará salir del país y llegar a tiempo a la boda.


    -¡No puedo creerlo! ¿Ni con toda la tecnología ni dinero del mundo podemos hablar bien con Shizuma? -Exclama Shion

    -La idea del teléfono satelital no era mala idea hace algunos años -Dice Miyuki

    -Ni aunque compre una aerolínea entera podría salir del país, ¿vieron las noticias? El presidente fue amenazado y cerró todas las fronteras…- exclama angustiada Shion

    -¿Qué debo hacer? -Pregunta muy angustiada Nagisa


Miyuki mira sus ojos llenos de lágrimas sabiendo que nuevamente un abismo se interpone entre ellas, pero también sabe, que Shizuma hará hasta lo impensado para llegar a tiempo junto a ella.


    -Nagisa…si ella dijo que vendrá, es porque no sé cómo, lo logrará y tendremos que ser pacientes. Preparemos todo para la ceremonia como estaba estipulado, cuentas con todo nuestro apoyo.


Nagisa sabe bien la profundidad de las palabras de Miyuki y su mirada siempre le da aquel regazo de tranquilidad que siempre necesita en tiempos difíciles.



48 HORAS ANTES DE LA BODA


En un vehículo rentado, Shizuma recorre la carretera hacia el sur rumbo a la frontera con México, su intención es sencilla. Habló con todos quienes pudieran orientarle sobre la situación que vivía el país y todos aseguraron que el bloqueo aéreo sería por más de 48 hrs. de forma preventiva, por lo que no se quedaría a esperar. La solución sería llegar hasta el país vecino y tomar el primer avión hacia Japón cuanto antes, estaba contra el tiempo y no iba a permitir que su anhelada boda, que habían planificado con tanto tiempo, se arruinara por nada.


A pesar que sólo sabía decir tres cosas en español, se sentía confiada en poder conseguir un vuelo a casa. La carretera lucía tranquila y el caos se había quedado dentro de las ciudades. Sus ojos fijos en la ruta y ya lograba ver el puesto aduanero cerca de la frontera y debido a la tensión social, muchos camiones militares en las cercanías.

    -Buenas tardes señorita. Su documentación, visa y motivo de viaje a México-

 

La ex Etoile explicó toda la situación y el motivo de su viaje exprés al país latino, mientras el policía leía sus documentos y verificaba su identidad. El hombre la analizó, revisó el vehículo por todos lados y todo estaba en orden, sólo le saltaba una curiosidad a la vista.


    -Disculpe…¿es usted parte de la empresa HZ Corporation? 

    -Soy la dueña


El policía quedo un poco en blanco con su breve respuesta y la juventud de ella, creía que no podía ser cierto, pero la identificación y una rápida búsqueda en google, dieron la respuesta. Ella era y aparecía en muchas noticias sobre negocios tecnológicos y médicos.


    -Perdone que lo pregunte pero…¿no debería tener un avión propio?

    -Es una larga historia…de todas formas no me hubieran dejado salir por aire, ¿no?

    -eh…sí, tiene razón…Bueno, puede seguir su camino, señorita Hanazono

    -Muchas gracias oficial…


El motor se puso en marcha nuevamente y aceleró para llegar a su próximo destino, Nuevo Laredo.


EN JAPÓN


Miyuki caminaba de un lado a otro ayudando a Nagisa cargando las flores que llevarían al lugar donde se realizaría la ceremonia. Estaba a las afueras de la ciudad y lo tenían reservado con mucho tiempo de antelación. Era un lugar campestre que incluía cabañas para los invitados y una vista a un lago y aguas termales.


    -Shizuma debió regresar conmigo hace dos semanas…¡es la dueña de la empresa! Pudo haber cancelado todo y venir con calma un tiempo antes para preparar…¡es su boda, por Dios!


Nagisa miró en silencio a Miyuki quien quedó paralizada frente a ella con un gran macetero de coloridas flores.


    -Oh por Dios, lo dije en voz alta…perdón Nagisa…no quería…

    -Tranquila Miyuki, yo también le dije eso, pero justamente su intención era acabar con todos los pendientes en EEUU para estar libre después de la boda. Estaría de vacaciones conmigo todo el mes, sin ir ningún día a la oficina…ese era el plan…

    -Bueno…no sabíamos que pasaría todo esto…lo lamento…

    -No lo lamentes Miyuki, confío en que lo logrará


Llamada entrante.


Nagisa corre a tomar el celular sobre la mesa con esperanza, pero es el número del lugar de la ceremonia. Miyuki la sigue con la mirada durante toda la conversación. 

    -Ah, sí…muchas gracias, que se acomoden por favor…sí-


Para sorpresa de Miyuki, las primeras invitadas habían llegado a las cabañas y se estaban instalando. Los ojos brillantes de Nagisa le decían con emoción que se trataba de Tamao y Chikaru, quienes llegaban al importante enlace.


    -No puedo creer que hayan llegado ya -Dice Nagisa

    -¿Hace cuanto que no se ven?

    -En persona hace más de un año. Estamos en contacto siempre por redes sociales con Tamao chan, pero debo decir que extraño mucho verla y tomar el té con ella…le hacía mucha ilusión venir a la ceremonia…

    -Esto de verdad se siente como si fuera una ceremonia de Etoile 

    -Sí, tienes razón, muchas de nuestras amigas estarán presentes y nos reuniremos después de tanto tiempo


40 HORAS PARA LA BODA


    -¿¡Cómo que no hay vuelos a Tokyo!?

    -Perdone señorita, tendrá que ir a Ciudad de México para encontrar el vuelo próximo. 

    -¿y a que hora sale el próximo vuelo a Ciudad de México? -Intentando respirar más calmada

    -El próximo sale en 3 horas más y sólo quedan dos asientos disponibles. Sino sería esperar 6 horas y ahí podría ofrecerle más variedad en cabina…

    -Tomaré el próximo, no puedo esperar más…


Shizuma mira el reloj y saca su tarjeta de crédito y pasaporte, es la mejor opción que tiene ahora por lo que lo hace sin rezongar.

La chica detrás del mostrador intenta trabajar a toda velocidad antes los intensos ojos de Shizuma que parecen presionarla en silencio. La ex Etoile notó que la chica la miraba nerviosa y sonrojada, parecía olvidar lo que provocaba con su mirada cuando clavaba los ojos. Le entregó su ticket de avión y le rozó la mano de forma coqueta.


    -Perdón por haber hablado así, de verdad estoy muy apresurada ya que debo llegar a mi boda con la mujer de mis sueños. He esperado por años este momento y no quiero arruinarlo, espero me entiendas…


La chica detrás del mostrador quedo mudo y un poco hipnotizada con el rostro de la ex Etoile que parecía hablarle en cámara lenta y de forma tan sutil, que le erizó todos los vellos del cuerpo, parecía una figura angelical sacada de un cuadro renacentista.


    -Gracias guapa 


Dijo en español Shizuma, antes de voltear dejando a la chica sin palabras y con el rostro como un tomate. Y así sumaba dos palabras más a su extenso vocabulario en español estudiado en menos de 24 hrs. 



30 HORAS PARA LA BODA


Nagisa estaba frente al espejo sosteniendo su vestido para la ceremonia, estaba lleno de detalles y bordados hechos a mano por su abuela y su madre. Shizuma no lo había visto para nada ya que acordaron no mostrar su ropa de la ceremonia por la tradición de la buena suerte, así que ella también desconocía como vestiría Shizuma.

Shion entró a la habitación golpeando suavemente a la puerta y pudo notar el rostro afligido de la pelirroja.


    -Es hermoso…

    -¿eh?

    -Tu vestido. Miyuki me contó que te esmeraste mucho en hacerlo, que Chikaru lo diseño para ti y que te ayudaron a cocerlo manualmente…es realmente hermoso…

    -Sí, muchas gracias Shion. 

    -Todo esto parece un sueño… -Suspira la rubia -…parece que fue ayer que llegaste a la colina y pusiste de cabeza el complicado corazón de Shizuma 

    -No eres la primera que lo dice…también he pensado mucho en todo lo que hemos pasado y todos estos años juntas 


Shion pasea por la habitación observando los accesorios de vestuario para la ceremonia, vuelve sus ojos a la pelirroja a quien le sonríe con enorme sinceridad.


    -y conseguiste domar a la fiera…-ríe traviesa

    -¡¿eeeh?!! -Se sonroja Nagisa

    -Sólo bromeo…ya sabes…en Spica muchas apostaban a que Shizuma no se casaría nunca y que sería una rompecorazones toda la vida…hasta que te conoció

    -Bueno…yo…


La rubia envuelve en un cálido abrazo a Nagisa.


    -De verdad estoy tan feliz por ustedes. Deseo que siempre vivan felices, se merecen eso y mucho más. Sé cuanto han luchado por todo esto.

    -Gracias Shion… -Se limpia una lágrima

    -Y quédate tranquila…ella llegará…es Shizuma…



AEROPUERTO INTERNACIONAL DE CDMX, 24 hrs. PARA LA BODA


La ex Etoile dentro de un restaurant italiano, luce muy cansada. Le dejan su comida y una copa de vino para intentar mantener el ánimo a pesar de todo. En las pantallas del local transmiten las noticias y siguen mostrando las escenas violentas en distintas ciudades de EEUU y la conmoción que esto causa a nivel internacional. 

Sus ojos se paseaban entre esas pantallas de televisión y la pantalla de su teléfono. A ratos también veía a algunas parejas en el restaurant y fuera de ella sin dejar de pensar en que ya debiera estar junto a Nagisa. Los relojes internacionales en su pantalla le mostraban que el tiempo estaba cada vez más en contra de su plan, el corazón se le apretaba pensando que no podía tener ningún retraso más si quería llegar justo a tiempo.

Dio un sorbo a su copa mientras marcaba el número de la pelirroja, al fin tenía internet y deseaba profundamente poder escucharla. Hablaban a diario y cada vez que la agenda lo permitía, pero de pronto y sin ningún aviso, todo parecía colapsar y lo único que en este momento podría relajarla, sería la voz de ella. 

Sin embargo, parece que nada resultaba ya que no contestaba. Pero antes de frustrarse, marca a un nuevo número.


Llamada entrante.


    -¡Shizuma!

    -Hey Miyu chan, amo esa emoción tuya al contestar

    -¡Shizuma, ¡¿donde estas!? Hemos estado muy preocupadas

    -Si lo lamento, ha sido todo un poco caótico, pero por ahora todo esta bien. Estoy en Ciudad de México

    -¿¿¡México!??

    -Sí, era la única alternativa para poder salir. ¿Nagisa esta contigo?

    -No, va rumbo al lugar que rentaron para la ceremonia. Si le estas intentando marcar, ella olvidó su cargador en casa. Ahora voy a buscar unas cosas y le llevaré uno de regreso…Shizuma… ¿crees que lo lograras?

    -Voy a necesitar de tu ayuda una vez más…

    -Claro que sí, dime que necesitas…



2 HRS. PARA LA CEREMONIA

 

A pesar del clima frío, se ha instalado el altar bajo un gran galpón techado de estilo campestre, con grandes decoraciones en tela blanca que llegan hasta el piso y flores multicolores en cada asiento. Rodeados de un paisaje rural con suaves tonos de colores que anuncian la pronta primavera, llegan los invitados y familiares que se acomodan en el lugar sin imaginar que todo el evento podría ser cancelado de un momento a otro.

Cómo lo pensaron desde un principio, no sería algo grande y tendrían pocos invitados, aunque esa palabra fuera difícil de explicar en la lista que pensaba Nagisa.


Una de las cabañas había sido adecuada para que las novias pudieran prepararse antes del evento principal, pero en este momento, sólo estaba Nagisa frente al espejo. Sus ojos estaban apagados y aunque lucía extremadamente hermosa con su vestido blanco que dejaba sus hombros desnudos, parecía querer llorar de un minuto a otro hasta que sintió una cálida mano sobre su hombro.


    -Nagisa chan…todo estará bien…

    -Tamao chan…me alegra tanto que estés aquí

    -Jamás me hubiera perdido este momento


Se quedaron abrazadas un largo rato y luego se miraron de igual forma. El tiempo había transcurrido entre ellas de forma agitada pero no dejo jamás de forjar en ellas, una profunda y sincera amistad. Tamao se había radicado en el extranjero junto a Chikaru pero mantenían la comunicación a través de internet por lo que no perdían detalle de sus vidas. Aunque Nagisa no le contó del problema de último minuto hasta que tuvo a Tamao en frente. Muchos habían venido desde lejos como para que regresaran de inmediato, pensaba que era mejor disfrutar del espacio y la comida en caso de que tuvieran que cancelar la ceremonia.

Su vieja amiga, escucho con calma todo lo sucedido mientras veía como los ojos de Nagisa se llenaban de lágrimas a medida que avanzaba el relato. Chikaru entró a la habitación y sin esperar alguna explicación, abrazó a Nagisa fuertemente, quien no pudo evitar llorar sobre su hombro. Sobraban las palabras para intentar entender el afligido corazón de la pelirroja en ese momento.


La abuela Hanazono había llegado desde hace una hora y a pesar de sus años, recorrió todo el lugar supervisando que todo estuviera en perfecto estado para la anhelada ceremonia de su nieta. Ella, al igual que casi todos los invitados, desconocían la situación ya que Nagisa decidió mantener la esperanza hasta el último minuto. La abuela Aoi también se encontraba allí con ella, aunque prefería quedarse sentada revisando su teléfono.


Los minutos pasaban a toda velocidad y Shion se movía de un lado a otro recibiendo invitados y acomodando los lugares. A ratos miraba su teléfono con bastante nerviosismo, pero trataba de disimular lo más posible.

A la ex presidenta de Spica se le abrieron con emoción los ojos cuando ve llegar algunos rostros muy conocidos de su vida en Astraea.


    -No puedo creerlo, vi tu nombre en la lista de invitados, pero no creí que pudieras venir…Príncipe de Spica

    -Es un honor volver a verte, Shion san

    -Amane, el honor es mío ¿puedo abrazarte?

    -Claro que sí

    -Ahh, cuantos años sin verte…pensé que vendrías con… 

    -¿Hikari?

    -Sí…


Shion observa preocupada el rostro de Amane, pensando que quizás ellas ya no siguieran juntas y no quería plantear un tema complicado en ese momento.


    -Tuvimos un percance y no pudimos coordinar bien nuestras actividades familiares, pero ella viene en camino, no te preocupes -Sonríe tranquila

    -ah! ¡Que alegría! -Respira aliviada


Los hermanos de Shizuma se hacen presentes ante Shion ante la profunda exclamación de la abuela Hanazono a lo lejos, la emoción familiar se siente en el aire y los abrazos efusivos hacían olvidar por un instante a la rubia, el problema que había detrás.


    -Seiki, Fanny, que alegría verlos…lucen increíbles

    -Muchas gracias Shion sama! -Hace una reverencia Fanny - ¿Dónde esta mi hermana? ¡Muero por ver su ropa de novia!

    -ehm…paciencia, ya podrán verla… -sonríe nerviosa



AEROPUERTO DE TOKYO


Frente a la pantalla de vuelos arribados caminaba de un lado a otro, la ex presidenta de Miatre. Se desabrochó su abrigo ya que todo el estrés de aquel día le hacía olvidar el frío del momento.

El vuelo proveniente de Ciudad de México había llegado al fin y ahora era solo cosa de esperar a que Shizuma saliera por la puerta de llegadas. Sin avión privado, fue un arranque de suerte encontrar un vuelo que calzara en el tiempo justo y parecía que podían lograrlo.

Muchas personas con letreros, globos y flores se agolpaban en la salida de la puerta por lo que Miyuki se apresuró para intentar ver a su amiga entre la multitud, pero no fue difícil. A pesar de lucir terriblemente agotada, los ojos de Shizuma destacaban de todos por su potencia y vivacidad.


    -¡Shizuma!


La ex Etoile, acostumbrada por años a escuchar su llamado de atención, distinguió la voz de su amiga entre toda la gente y apresuró el paso. Dejó el carrito con maletas y se abrazaron fuertemente.


    -¡Llegaste! ¡Lo lograste!

    -Aún no Miyu chan, tenemos que correr


Miyuki asiente de acuerdo al plan que habían trazado previamente, pero se detuvo a observar el carrito de maletas.


    -Shizuma…¿entiendes que todas esas maletas no cabrán en mi auto?

    -Por supuesto que lo sé, por eso preparé la más importante y las otras se quedaran aquí guardadas


Corrieron a dejar las maletas guardadas en el servicio especial del aeropuerto y tomaron la que ya estaba preparada. Los minutos avanzaban a toda velocidad y de forma cruel. 

Ambas estaban corriendo hacia la salida del aeropuerto cuando se topan con un rostro familiar que voltea hacia ellas casi con espanto.


    -¡¿Miyuki san?! ¡¿Shizuma san!? ¿¿No deberían estar en la boda??

    -¿!Hikari!?? ¿Vas a la boda?

    -Sí, acabo de llegar e iba a tomar el…

    -¡No hay tiempo!


Shizuma toma del brazo a Hikari y antes de explicarle algo corren hasta el vehículo de Miyuki en el estacionamiento.



CEREMONIA


El recinto ya estaba lleno con los invitados y la música acompañaba el ambiente expectante. La persona que oficiaría la ceremonia ya había llegado y miraba su reloj antes de pasar al altar que ya se encontraba listo.

La abuela Hanazono intuía que algo ocurría porque no había visto ni a su nieta ni a Nagisa, quien había permanecido en la cabaña de preparación.

Tamao y Chikaru llegaron al lugar y se sentaron en la primera fila en los asientos reservados que tenían, pero sus rostros lucían algo intranquilos. De la otra fila, Seiki y Fanny susurraban con su abuela, todos intuyendo que algo ocurría.


La oficial de la ceremonia caminó hasta el altar y observó a Tamao en la primera fila quien pareció darle una señal. El reloj indicaba la hora y la ceremonia debía llevarse a cabo, la música se detuvo y la oficial habló. Todos pusieron atención en silencio.


    -Bienvenidos sean todos a esta hermosa tarde, en la que nos reunimos para un momento tan especial, en el que presenciaremos la unión de dos bellas personas, bajo el vínculo más importante que conocemos…el sagrado matrimonio…


Shion se había quedado de pie al final de corredor casi como en modo vigía, pero sabía que el tiempo se había agotado y que Nagisa tendría que salir sola al altar para cancelar la ceremonia. Se le apretaba el pecho de sólo pensarlo, pero estaría allí para apoyarla.


    -…por eso invito a pasar al altar a las novias, Aoi Nagisa y Hanazono Shizuma…


Todos voltearon para verlas entrar juntas, pero para sorpresa de todos, al final de corredor, sólo estaba Nagisa de pie mirándolos con una sonrisa nerviosa y los ojos tristes.


    -oh por Dios, ¡¿Shizuma que hiciste!? -Susurra la abuela Hanazono


La pelirroja respiró profundo y ante la atónita mirada de todos, caminó solitaria por ese pasillo rumbo al altar. Estaba tan hermosa pero tan triste al mismo tiempo que nadie se atrevió siquiera a preguntar nada, ni siquiera la oficial de ceremonia.

Sosteniendo un hermoso ramo de flores entre sus manos, llegó al altar, volteó hacia todos y sonrió. Tamao apretaba las manos de Chikaru para intentar no llorar o gritar.


    -Hola a todos. -Dice Nagisa .-Es realmente emocionante poder verlos a todos aquí esta tarde…sé que deben estar pensando cosas terribles pero les pido que no lo hagan. Las cosas a veces no salen como uno las planea y a pesar de que se ponga todo el corazón en ello, a veces hay cosas que no podemos controlar en último minuto…


Todos no dejan de mirar atónicos a la novia solitaria y algunos murmuran sobre lo que pudo haber ocurrido.


    -…por eso, lamento decirles que cance…

    -¡NAGISA!


El corazón de la pelirroja brincó casi como en modo flashback hasta aquel día de la ceremonia Etoile cuando Shizuma irrumpió en el lugar de pronto.

Todos voltearon sorprendidos y se toparon con la otra novia al final del corredor. Shizuma con ojos encendidos y una sonrisa enorme, la miraba hasta el altar.


    -ay por Dios, estas niñas me provocarán un infarto -Comenta la abuela Hanazono

    -Shi…Shizuma…


La ex Etoile caminó a paso firme ante los ojos humedecidos de Nagisa quien no dejaba de admirarla. No sabe como lo hizo, pero llego vistiendo su traje diseñado para la ceremonia y que rompía con lo que tenía en mente para ella. También diseñado por Chikaru, su traje era una combinación de pantalón con una blusa blanca escotada y una cola que le creaba un efecto de realeza a la pieza completa.


Shizuma llegó al altar y se paró junto a Nagisa tomando su mano.


    -Perdóname por el retraso, pero no iba a perderme por nada del mundo este momento…

    -Shizuma… -Sonríe soltando una lágrima

    -Ya todo esta bien amor -Limpia esa lágrima


La oficial de ceremonia al igual que todos los espectadores algo confundidos, mira a ambas novias, aclara su garganta y comienza.


Shion, al final de pasillo sintió temblar las piernas de la emoción al saber que todo se había solucionado. Miyuki se para junto a ella y Hikari, para su gran sorpresa.


    -¿Hikari chan?? ¿Qué…?

    -Ya te lo contaré…por ahora veamos la ceremonia…-Dice Miyuki tomando su mano


Llegaba el momento de los anillos y Tamao se acercaba a Nagisa para entregarle desde la cajita pequeña, el anillo para Shizuma. Por el otro lado, esa función la realizó Miyuki.


    -Aoi Nagisa, ¿aceptas a Hanazono Shizuma como tu esposa para amarla, respetarla y cuidarla hasta que la muerte las separe?

    -Sí, acepto

    -Hanazono Shizuma, ¿aceptas a Aoi Nagisa como tu esposa para amarla, respetarla y cuidarla hasta que la muerte las separe?

    -Sí, acepto

    -Por el poder que me concede la ley, las declaro esposas…pueden besarse


La música volvió a sonar, los invitados se ponen de pie y Shizuma con su mirada intensa paralizó nuevamente a Nagisa frente a ella.


Sus corazones por un instante las llevaron hasta la sombra del árbol de cerezo en la colina de Astraea, en donde se vieron por primera vez. Esos intercambios de miradas en los pasillos. Su interpretación juntas de Carmen. Extrañarse en vacaciones de verano. Esas prácticas de francés. El beso en la piscina. La separación y el reencuentro.

Tantas emociones habían construido y tantas más faltaban aún.


Miyuki las miraba y se limpiaba una lágrima que caía por su mejilla. Todos aplaudían y unas campanas sonaron a lo lejos.


    -No importa la distancia que me toque recorrer ni las pruebas que me pongan en el camino…no dejaré de amarte, Nagisa…

    -Te amo Shizuma…amo construir esta vida junto a ti…



El salón se llenó de fiesta, de música, comida y parejas bailando felices en honor a las ahora esposas que no se despegaban ni un instante. 

A pesar del enorme cansancio, Shizuma guardó energía para tomarse fotos y compartir con todos los invitados y ver sus rostros sorprendidos con la larga historia de la travesía emprendida para poder llegar a tiempo. Los ojos de Nagisa volvieron a iluminarse al verla hablar con todos de un lado para otro, Tamao y Chikaru se le acercaron.


    -Nagisa chan, ¿ya estas tranquila?

    -Claro que sí Tamao chan. Me angustiaba tanto saber que si cancelaba todo ya no íbamos a poder disfrutar de todo esto y de ustedes aquí. Nos esmeramos mucho en que todo, hasta el último detalle de esto fuera maravilloso.

    -Y lo es Nagisa chan -Dice Chikaru.- Es una fiesta maravillosa que no olvidaremos

    -Tengo tanto que agradecerte Chikaru, tu trabajo ha sido perfecto como siempre. No podía creer lo hermosa que se veía Shizuma cuando entro, todo ha sido una gran sorpresa y creo que valió mucho la pena no ver su traje hasta el final

    -Ya sabes, no debes ver a la novia antes de la boda y ustedes lo cumplieron exageradamente bien



Las luces del salón brillaban con suaves tonalidades y las bandejas con copas no dejaban de pasar junto a los invitados. Shizuma interrumpió las risas de Nagisa con sus amigas abrazándola por la cintura.


    -Señoritas, ¿me permiten bailar un momento con mi esposa?

    -Por supuesto Etoile, adelante


Nagisa junto a Shizuma sonrojándose como las primeras veces que la tenía enfrente, sintiendo mariposas revolotear por todo su cuerpo con sus cálidas manos en la cintura sabiendo que la hacía estremecer como la primera vez a solas. Han pasado los años, pero la química frenética entre ambas no se apaga ni un poco. La ex Etoile se acurrucó en el cuello de Nagisa y fue cuando notó el cansancio absoluto hacerle pesado el cuerpo. La pelirroja sabía todo el esfuerzo que había hecho y que ahora era momento de descansar.


    -Amor -Dice Shizuma acurrucada

    -Dime, mi vida

    -¿sabías que Hikari esta esperando un bebé? ¿no es eso lindo?


Nagisa abre los ojos enormes y no sabía porque sentirse más impactada, Shizuma la miraba con ojos traviesos y muy cansados.


    -Shizuma, tendrás que contarme todo lo que ha pasado

    -…sí…quizás al desayuno…


Nagisa acaricia el rostro cansado de la ex Etoile para darle un profundo beso y qudarse así por un largo rato en la que parecía, la noche más larga de la vida.





FIN




¿???






EXTRA

EN EL AUTO DE MIYUKI 1 HORA ANTES



Miyuki aceleraba para entrar a la autopista a toda velocidad, a su lado iba sentada Hikari y en el asiento de atrás iba Shizuma intentando armarse para el gran evento. La maleta desarmada y el asiento lleno de ropa mientras Shizuma intentaba desvestirse, Hikari un poco asustada por la velocidad se tomaba del pasamanos junto al techo y miraba nerviosa a ambas.


    -Si, es un gusto volver a verlas chicas 

    -Ha pasado mucho tiempo Etoile Cadette

    -No me digas así Miyuki san, ya ha pasado mucho tiempo desde que estábamos en la colina

    -Lo sé, pero creo que no puedo verte de otra forma, te ves tan joven y adorable

    -Si te escuchara Amane te aplastaría con su caballo -Dice traviesa Shizuma atrás

    -No hagas bromas y vístete pronto -Responde Miyuki

    -A la orden jefa, tu sólo acelera


El vehículo de Miyuki avanzaba feroz en la autopista adelantando de un lado para otro, cosa que tenía súper nerviosa a la ex Etoile a su lado. Tanto era el movimiento que intento mirar hacia atrás para hablar con Shizuma pero sus ojos se abrieron enormes al verla semi desnuda luchando por ponerse el pantalón en el estrecho espacio.


    -Disfruta la vista -Sonríe traviesa Shizuma

    -No puedo creer que vayamos tan atrasadas a tu propia boda, Shizuma san

    -Todo es culpa de Trump… 

    -No bromees con eso Shizuma, lo que ocurre en EEUU es grave

    -Lo sé, y sigue siendo culpa de él…


El rostro de Miyuki concentrado en la pista lucía completamente distinto a lo que Hikari estaba acostumbrada de ver en la colina, sus cejas fruncidas parecían odiar a todos los conductores en ese momento que parecían lentos y torpes según su percepción del momento.


    -¡QUITATE! ¡Que no ves que llevo prisa!? -Grita Miyuki por la ventana


Hikari mira con espanto como Miyuki maniobra pensando que detrás del volante era una persona completamente distinta, mientras de reojo sólo podía ver las piernas de Shizuma de un lado a otro.


    -Hikari…¿te sientes bien? -Pregunta Shizuma- Aunque vaya acá atrás no te veo muy bien

    -¿Qué dices Shizuma!? -Pregunta nerviosa Miyuki

    -Es verdad…yo…

El rostro de Hikari se transformó de pronto, quizás con la velocidad o los movimientos, pero no lucía muy bien y antes de que ocurriera una catástrofe, Shizuma de la nada sacó una bolsa que le pasó. Miyuki preocupada mira de reojo a la ex Etoile quien se puso a vomitar dentro de la bolsa.


    -¿Qué!? -Exclama Miyuki

    -Tranquila Miyu chan…cualquier se marea con tu estilo de manejo

    -Gracias Shizuma


Miyuki redujo la velocidad mientras Shizuma le acariciaba la espalda.


    -Perdón chicas…-Dice muy avergonzada Hikari -Esto no era nada parte del plan

    -De seguro comiste algo en el avión que te cayó mal -Dice Miyuki

    -Estoy embarazada.


    ¿¿¡¡QUÉ!????? -Gritaron ambas


Miyuki desvió el camino y frenó de golpe en una gasolinera haciendo que Shizuma casi saltara al asiento del frente sólo en brassier. Hikari bajo corriendo al baño dejando a las dos mirándose con enorme sorpresa.


    -Hikari chan…em…¿embarazada!? -Susurra Miyuki

    -Que bueno que frenaste, así termino de vestirme

    -¿no te sorprende? 


Shizuma baja del auto abrochando la blusa y acomodándose el pantalón, la gran cola no se la pondría allí y esperaría a bajar definitivamente del vehículo. Luego de un par de minutos, Hikari regresa y parece más tranquila y refrescada.


    -Perdón de nuevo chicas por todo esto…-Mira a Shizuma- WOW…Shizuma san, te ves realmente hermosa

    -Hikari chan -La abraza- es una increíble noticia la que nos das, te deseo lo mejor para ti y ese hermoso bebé que viene en camino, ¿puedo? 

    -Claro


Shizuma toca la barriga muy pequeña de Hikari que era imperceptible detrás de la ropa de invierno que llevaba. Miyuki también se acerca para abrazarla.


    -Perdón por ir tan deprisa, nos hubieras dicho antes sobre tu estado

    -Son las primeras en saber -Se sonroja

    -¿Qué!?? 

    -Les contaré, pero creo que debemos seguir…Nagisa chan te espera…

    -¡Cierto!


Todas de regreso en el automóvil y nuevamente Miyuki pisa el acelerador para regresar a la autopista a toda velocidad mientras Shizuma parecía muy atenta al relato que Hikari les contaría.


    -Ya lo habíamos planeado todo con Amane. Ella intentaba disimularlo, pero la idea de que tuviéramos un bebé le entusiasmaba mucho y debido a todos sus entrenamientos y competencias, decidimos que yo sería quien lo tendría.

    -¿y como fue todo eso? -Pregunta Miyuki

    -Fuimos a una clínica especializada en fertilización y nos recomendaron el método ROPA

    -Ah, eso es de lo que me ha hablado mucho mi abuela -Dice Shizuma

    -¿Tu abuela sabe de esos métodos? -Curiosa Miyuki

    -Claro que sí, ella esta muy entusiasmada con la idea de tener bisnietos Hanazono

    -Me alegra saber eso Shizuma -Sonríe Hikari -Así que espero un bebé de Amane

    -¿usaron un donante anónimo? -pregunta Shizuma curiosa

    -No, un primo mío muy querido fue a la clínica y ya. Así que el bebé será completamente nuestro.

    -Vaya…esto es demasiada información -Dice sorprendida Miyuki

    -Miyu chan, ¿porqué te sorprendes? Tu trabajas en medicina, esto debe ser algo natural para ti -Dice Shizuma desordenándole el cabello

    -Soy neurocirujana, no trabajo con óvulos

    -Bueno, cuando quieran les doy el dato de la clínica en la ciudad. Amane no sabe nada aún ya que fui donde mis padres y allá me hice un test de embarazo…quiero darle la noticia en la fiesta

    -Gracias Hikari chan! Me has dado un golpe de energía que necesitaba en este momento -Dice enérgica Shizuma, estirándose en el asiento trasero

    -De verdad nos alegra mucho Hikari, serán unas madres asombrosas 

    -Muchas gracias a ustedes por escuchar todo esto, me siento muy aliviada.


Después de salir de la autopista y tomar un camino más pequeño y rural, el vehículo llegaba al fin al recinto. Un guardia abría la enorme reja de acceso y dentro el estacionamiento estaba lleno con autos de los invitados.

Shizuma bajo veloz del vehículo mientras Hikari y Miyuki se apresuraban a enganchar la cola del traje de novia y darle el toque final.

Miyuki no pudo evitar emocionarse al verla por lo que Shizuma la abraza muy fuerte.


    -Gracias Miyu chan, gracias por todo.

    -Sabes que siempre estaré cuando me necesites, Shizuma. Ahora ¡ve!


Una sonrisa traviesa y se puso a correr a toda velocidad en el último trayecto de su viaje. La última distancia que la separaba del momento más esperado de toda su vida. Su corazón se aceleraba a cada paso y la fría brisa le desordenaba el cabello y le ampliaba el pecho feliz, lleno de amor sincero.

Las puertas estaban frente a ella y Shion la vio llegar con mucha emoción, nadie más se había percatado de que la novia faltante, ya había llegado.


    -¡NAGISA!


Unos pétalos de flores volaron de un lado a otro ante los atónitos ojos de Nagisa que quedo paralizada con el corazón hinchado de emoción al verla llegar.


La distancia había acabado, ahora era tiempo de celebrar y ver su sonrisa junto a la mía.






FIN


26 de marzo de 2016

Especial Strawberry Fics N°3

Viaje


Son las 7 am y suena el viejo reloj despertador junto a la cama. No pasaron muchos segundos hasta que una mano apareció por debajo de unas cobijas para silenciarlo con prontitud. Se dejó ver esa piel blanca y suave que era envidiable. Esos ojos verdes intensos se abrieron llenos de energía juvenil que parecía contagiar el ambiente.

Se puso de pie con entusiasmo  y vistió unas relajantes pantuflas blancas. Su silueta se movía dentro de un sensual camisón de suave seda  mientras caminaba por la amplia habitación que lucía radiante al abrir las cortinas. Caminó dentro del closet buscando ropa alegre y despreocupada. A cada paso no dejaba de tararear una alegre melodía que sonaba a vaivén latino, incluso sus pies podían verse alegres moviéndose con ritmo.

Desde el primer piso de la casa, se impregnaba un delicioso aroma a café recién hecho que despertaba los sentidos inyectando energía extra para la nueva jornada.

Allí, en la cocina, se movía de un lado a otro la nana Kyoko, vistiendo su impecable delantal blanco, con su incansable y amable sonrisa, terminando de poner unas pequeñas fresas sobre unos lindos cup cakes que había preparado. Al oír unos pasos bajando las escaleras, se alista a poner servilletas y un florero sobre la mesa y con una espléndida sonrisa, voltea.

-Buenos días

-Buenos días Kyoko, ¿Cómo has amanecido?

-Muy bien

-¿Te has levantado tan temprano de nuevo? –Se sienta junto a la mesa tomando el periódico matutino

-Sí, le preparé el desayuno a la señorita…

-oh vamos, Shizuma te ha dicho mil veces que ella se lo puede preparar sola…es una mujer autosuficiente. Tú ya debes empezar a descansar, sino acabaras como esas viejecillas que no pueden ni moverse…

-Sí, pero es la costumbre, aunque me lo pidan muchas veces, llevo años acostumbrada a trabajar así…si dejo de hacerlo de pronto, me sentiré extraña

-Bueno, por eso mismo es que a partir de hoy nos tomaremos unas merecidas vacaciones. Ve y viaja con tus sobrinos y no quiero verte por aquí en un buen tiempo. Bien sabes que eres parte de esta familia y quiero verte bien. Esos años de trabajo incansable nos han pasado la cuenta a ambas… ya siéntate conmigo a tomar el desayuno… ¿Shizuma ya se ha ido?

-Sí, desde temprano, apenas le dio un sorbo al café y se marchó…al parecer está muy ocupada –Sentándose a la mesa con una taza humeante

La abuela deja el periódico sobre la mesa dando un profundo suspiro

-¿Has preparado cup cakes?

-Sí, espero hayan quedado bien…es primera vez que los preparo

-¿No me digas que mi querida Nagisa chan te ha dado la receta?

-Sí, así es, ella ha sido muy amable en enseñarme algunas recetas de postres, tiene mucha paciencia y dedicación

-Claro que sí, es una excelente chica…y me preocupa mucho que Shizuma esté trabajando demasiado…quizás no le esté dando el tiempo suficiente a Nagisa chan

La nana Kyoko mira con curiosidad a través del vapor de su taza.

-¿Crees que puedan tener problemas?

-No lo creo, pero de todas maneras hablaré con Shizuma, no quiero que caiga en la misma rutina mía y deje de lado su vida personal. Ese es un error que hemos cometido todos los Hanazono.

-Bueno, yo creo que la señorita Shizuma es muy atenta con Nagisa chan, ambas lucen espléndidamente juntas. Los años les han sentado muy bien, se ven maduras y confiadas. Además, la señorita Shizuma estudia y trabaja mucho…aun así le dedica mucho tiempo a ella.

-Lo sé, los años en la universidad nos cambian a todos…–Suspira profundamente–qué tiempos aquellos…–Levanta la mirada con añoranza– si te hubiera conocido en aquella época, nos hubiéramos ido a muchísimas fiestas…aún recuerdo como todos querían bailar como ese Travolta, era un genio en la pista…

-¿No estarás diciendo que Shizuma se va mucho de fiesta ahora que está en la Universidad?
La abuela Hanazono que iba a tomar un sorbo de su taza, se detiene por completo y le clava la mirada a la nana Kyoko.

-… ¿Anoche…a qué hora regresó? –La mira sospechosamente

-La verdad…es que no la oí llegar…ya estoy vieja, solo vi las noticias un rato y me quede dormida…perdón…

Sin dudarlo, la abuela se pone de pie con energía, la nana la mira sorprendida ya que luce radiante como toda una quinceañera rebosante de vitalidad.

-Iré de inmediato a la oficina

-¿Eh? ¿y el desayuno?

-Eso puede esperar…

-Pero ya me voy de vacaciones…

-Nos veremos al regreso…debo cumplir mi rol como buena abuela  y cuidar a mi nieta…me voy…

La nana Kyoko suspira con amargura viendo sus cup cakes que no han sido degustados en absoluto.

Al otro lado de la ciudad, en un alto edificio en medio del bullicio del centro, caminaba de un lado a otro con el teléfono apoyado en su hombro, la ex Etoile.
Es verdad, los años le habían sentado de maravilla, su largo cabello se había cortado a la mitad y su figura convertida en cuerpo de mujer adulta lucía a la perfección en sus ropas formales ya que incluso se lograba traslucir un poco a través de su blanca blusa.

Parecía estar en medio de una importante conversación cuando su secretaria entró silenciosamente para dejarle un café sobre el escritorio, le hizo una reverencia y salió de la misma manera, Shizuma rápidamente le sonrió y se dirigió a su asiento.

-Muy bien, entonces necesito que me envíen esos papeles a más tardar hoy por la tarde, no esperaré ni un solo día más, ¿entendido?

Cortó la llamada y se sentó con pesadez frente al monitor que no dejaba de lanzarle avisos de correos entrantes. Sin importarle nada, se hundió en su asiento torciendo su espalda y respirando profundamente, cerró los ojos por un minuto e intentó relajarse por unos instantes.

Por un pequeño momento la oficina quedó en silencio y solo se escuchaba casi como un susurro el sonido del procesador del computador y más a lo lejos, el sonido de un teléfono sonando en la oficina adyacente.
Abrió poco a poco sus ojos ya que escuchó pasos apurados dirigiéndose a su oficina. De 
pronto llaman a su puerta aceleradamente.

-¿Y ahora quién? –Se acomoda de malas ganas en su asiento.

La puerta se abre de par en par con una enérgica abuela Hanazono entrando a sus anchas al lugar, detrás una nerviosa secretaria haciéndole señas queriéndole decir “intente detenerla, pero no pude”.

-Shizuma, mi querida Shizuma… ¿Cómo estás?...

La ex Etoile llenó su pecho de aire y volvió a relajarse sobre el respaldo de su asiento. Su rostro denota un enorme cansancio y ánimo bastante decaído. Le indica a su secretaria que todo está bien.

-¿Qué haces aquí abuela?, creí que te ibas de vacaciones hoy

La abuela, como si se tratara de un jovencita llena de energía hiperquinética, recorre la oficina observando todos y cada uno de los detalles. Los libros, los muebles, los vidrios, todo.

-He venido a saludarte y a conversar un poco…me tienes algo preocupada…

-¿Yo?.. . ¿Porque estas preocupada?

Después de una larga vuelta por la habitación y de guardar silencio, la abuela decide sentarse frente al escritorio y mirar atentamente a su joven nieta. La analiza cuidadosamente y Shizuma la mira con curiosidad.

-Tengo entendido que anoche llegaste muy tarde a casa…

-Abuela… ¿Qué ocurre? –Responde con cansancio

-Estoy a punto de irme de vacaciones por largo rato, no quiero que estés escapándote a medianoche a fiestas desenfrenadas mucho menos si Nagisa chan no está en la ciudad…

-¡¿Qué!?... –Desconcertada completamente–Abuela… ¿de qué hablas?...si, anoche llegué muy tarde a casa ya que tuve que trabajar en un proyecto hasta muy tarde, hoy me levanté a las 6am para poder dejarlo en la Universidad a tiempo antes de venir hasta acá a una reunión con unos tipos que ni siquiera trajeron los documentos necesarios para hacer el contrato… ¿y tú piensas que he ido a fiestas…desenfrenadas? –Tono muy serio y más cansado aún

La abuela bajó los hombros y comprendió el cansancio de su sucesora y el nivel de estrés que maneja últimamente. Guardó silencio un largo rato y sus ojos bajaron su brillo, Shizuma también comprendió que aquel tono le había afectado.

-Abuela…realmente estoy feliz que todo tu tratamiento haya terminado y que estés sana. Te he notado muy enérgica desde hace unos meses y eso es muy bueno, te has renovado por completo, pero no quiero que exageres las cosas…estoy trabajando mucho para mantener esta empresa en pie y que todo tu patrimonio se mantenga intacto, pero además debo cumplir con mis ocupaciones personales, sin contar con mi vida privada…

Toda la esencia juvenil de la abuela por un momento se vino abajo y su rostro envejeció un poco, la joven empresaria notó enseguida el cambio de ánimo e intentó rápidamente, regresarla al estado anterior.

-No! No malentiendas las cosas! –Se inclina sobre el escritorio –Escúchame, estoy muy feliz que estés tan bien de salud, hace años que no te veía tan alegre y dinámica. No tienes que preocuparte por mí, todo está bien aquí, en casa y con Nagisa…

-Ella hace días que no ha ido a casa… –Baja el rostro con tristeza

-¿Estas triste por eso?

-Nagisa chan siempre se sienta junto a mí en la terraza a tomar el té por las tardes y me cuenta historias de su familia…me siento alegre cuando hace eso…

-Abuela…ella no ha venido porque está muy ocupada en sus días de práctica, ni yo he querido interrumpirla. Ambas estamos muy ocupadas en nuestros trabajos pero aun así, seguimos juntas sin importar nada. Cuando regreses de vacaciones, ella estará en casa y haremos una fiesta de bienvenida, ¿de acuerdo?

-¿Segura? –Hace un puchero

-Vaya, de verdad que bien te ha hecho el tratamiento, eres una persona nueva ahora –Sonríe – Además, debes recordar que ahora iras de viaje muy bien acompañada, ¿verdad? Eres toda una picarona…–Sonríe

-Las dos somos ancianas ahora, solo saldremos a recorrer algunos lugares, comprar souvenirs, tomar muchas fotografías y tomar alguna piña colada, no tiene nada de malo eso ¿no?

-No, claro que no. Y no digas que son unas ancianas, las dos aún son muy jóvenes y llenas de energía…solo espero que no me llame la policía porque hiciste algún escándalo en algún bar…

Shizuma sonríe irónicamente y la abuela se cubre el rostro un poco sonrojada. Sorprendida la ex Etoile apoya ambas manos sobre el escritorio y se inclina.

-¿Me vas a decir que ya has hecho escándalos en la vía publica!?¡ -Sonríe sorprendida

-Yo también fui joven y alocada…hay muchas historias que no te he contado…

-Si pero…yo nunca he hecho un escándalo…

-¿Y tu vida en Astraea?
Shizuma abre enormes  los ojos, sonrojada y nerviosa

-¿Qué?... ¿qué tiene que ver Astraea en todo esto?
La abuela es ahora quien se cruza de brazos y la mira sonriendo con picardía.

-Sé muy bien que rompiste el corazón de muchas señoritas allí dentro…eras como el dueño de la mansión Playboy, algo así

-¡Abuela! –Sonrojada – ¡No digas eso! ¡Claro que no!...no sé qué imagen tienes de mí…Yo…era bastante tranquila…además…no por eso iban a llamar a la policía…

La abuela se pone de pie riendo calmadamente. Shizuma ha relajado sus hombros y sonríe viéndola caminar por la habitación. Ambas comparten una enorme confianza casi como si se tratara de dos buenas amigas de toda la vida. La joven toma su taza entre las dos manos.

-Nagisa está feliz que estés junto a su abuela, ya era hora para ambas…

La abuela Hanazono se ha detenido frente a una de las fotos de su nieta donde aparece junto a sus amigas en la colina de Astraea. Guarda unos instantes de silencio y suspira profundo viendo la imagen de Shizuma con el uniforme de Miatre, sintiéndose muy identificada.

-Para nosotras es difícil decir que estamos juntas de la manera convencional. Es verdad, nos amábamos con locura cuando éramos unas adolescentes y las vueltas de la vida decidieron que debíamos separarnos.  –Camina hacia la enorme ventana y se queda allí observando la ciudad. –Por una parte, creí que mi vida había acabado cuando me alejaron de ella…

-Abuela, nunca me has contado bien lo que sucedió… ¿Tus padres te sacaron de la colina?

-Tus bisabuelos se enteraron que quería convertirme en Etoile junto a ella, lo cual nunca pudimos concretar. Era nuestro máximo sueño juntas, ser la gran estrella de las tres escuelas y seguir así por siempre. Las hermanas de aquel entonces, sabotearon la elección de ese año por expresa indicación de mis padres. Sin previo aviso me fueron a buscar el día de la graduación y me llevaron sin siquiera poder despedirme de ella…desde entonces, me alejé por completo de la colina y perdí contacto con todas mis amigas y compañeras.

Shizuma no la pierda de vista y escucha con atención, ella sigue junto a la ventana.

-Nunca… ¿quisiste huir con ella?

-Claro que sí, quise huir muchas veces de casa para ir por ella, pero no lo conseguía. Me gané enormes castigos cada vez que intentaba poner un pie en la calle sin autorización. Eran tiempos muy diferentes y nuestra relación era totalmente impensable, jamás ni siquiera se podía mencionar algo así. Nosotras bien sabíamos que eso ocurría todos los días dentro de Astraea, pero para los ojos de la sociedad, debíamos ser señoritas bien portadas y listas para aceptar cualquiera que fuera el destino elegido por nuestros padres. No había opción alguna.
Con el paso del tiempo, tuve que olvidar…no…más bien escondí todo lo que sentía en un lugar muy profundo de mi mente y de mi corazón. Según mis padres, tendría un futuro brillante, sin complicaciones si me enfocaba nada más que en el trabajo.

En ese momento el teléfono sobre el escritorio suena y Shizuma contesta con desgano. Siente que al fin estaba escuchando la anhelada historia de su abuela y la interrumpen en el mejor momento.

-¿Si? –Espera –Bien, no me pases ninguna llamada hasta nuevo aviso, estoy en algo muy importante.

La abuela sigue ensimismada observando las nubes en el cielo que se mueven pausadamente. El ruido de la ciudad es casi imperceptible gracias a la aislación de los vidrios. Shizuma retoma la conversación interrumpida.

-Perdón, ya no nos molestaran con llamadas… –Regresa su mirada hacia la mujer –¿Ellos te presentaron al abuelo?

-Sí…estaba terminando la universidad cuando vinieron a casa con tu abuelo. Era un joven tranquilo y apuesto, sin tener la culpa de nada, se puso en mi camino con buenas intenciones. Nuestros padres decidieron todo por nosotros, hasta la luna de miel. –Suspira con amargura– Era un buen hombre, pero jamás pude corresponderle de la misma manera, mi corazón quedó cerrado como una bóveda por muchos años…

-No recuerdo mucho al abuelo, pero en las fotografías, siempre se veía muy alegre junto a ti…

-Sí, a pesar de todo, hicimos todo lo posible por ser una familia alegre, nos llevábamos muy bien y siempre fui sincera con él…nunca quise lastimarlo. Falleció muy joven, tú apenas eras una pequeña niña…

-O sea que… ¿el abuelo sabía de tu pasado en Astraea?

-Sí. Él estaba muy consiente que nuestra relación fue completamente pactada y comprendía que no podía exigirme algo más complejo en cuanto a sentimientos. También digamos que fue mi confidente ya que ocultó mi situación toda la vida, hizo como si nada de eso hubiera existido ante los demás. Bueno…si no fuera por tu abuelo tu no estarías aquí hoy –Sonríe –

Shizuma se ha puesto de pie y camina junto a la ventana con ambas manos en sus bolsillos.

-Me alegra que me cuentes esta parte de tu historia. Había muchas cosas que eran enormes incógnitas para mí, hasta hoy.

-Sí, pero ahora tú tienes una ventaja, el mundo se ha abierto a nuevas oportunidades y a nuevas expresiones, ya no es como antes. Ya no debes esconderte para amar, por eso estoy feliz…y ahora que me he recuperado un poco de esta enfermedad, quiero aprovechar y recuperar parte de ese tiempo, junto a ella.

La ex Etoile voltea y observa con una enorme sonrisa a su abuela, ambas con su potente mirada de color verde.

-Abuela –Sonríe pícaramente– No sé porque me dices eso…tú ya llevas bastante tiempo recuperado con la abuela de Nagisa –Ríe- No es como si apenas se fueran a ver. Cada vez que las veo juntas lucen como quinceañeras.

-Bueno, ambas perdimos a nuestros esposos hace mucho tiempo y el destino de alguna manera nos volvió a unir. Ahora más que nunca, es cuando quieres caminar de la mano de una compañera. En este punto de la vida es en el que te das cuenta de que puedes amar sinceramente a través de las cosas más simples, sin máscaras ni maquillaje.

Shizuma observa con admiración el rostro de quien ha sido como su madre por tanto tiempo. Sus ojos son sinceros y rodeados de finas arrugas que no se avergüenzan del paso de los años. A simple vista, podría decirse que la joven Etoile está frente a su futuro yo.

-Me siento como una niña pequeña en comparación a todo que me falta por aprender de ti

-Yo solo deseo que no agotes tu vida y tu energía en el trabajo, delega funciones, diviértete y sal con Nagisa chan. Quiero verte brillar junto a ella cada día como las hermosas Etoile que son.

-Gracias abuela, lo intentaré.

-Además, ya sería hora que vayas planificando la boda… ¿o pensarás vivir como esas parejas sin ningún tipo de compromiso ni formalidad? …ya quiero tener bisnietos que llenen esa casa, quiero ver pañales y juguetes por todos lados…

Shizuma se sonroja y abre enormes los ojos con aquella petición.

-¡Abuela! ¡Estas pidiendo demasiado! –Nerviosa voltea y camina de regreso a su sillón– O sea…si hemos pensado en algo como una boda, pero… ¿hijos?... –Mira nerviosa su escritorio y toma papeles fingiendo volver a trabajar–

-¿Por qué no? El día de mañana te quedaras en aquella enorme casa junto a ella, ¿Por qué no tener unos niños que iluminen el lugar? –Sentándose nuevamente frente al escritorio

-Pe…pero…ni siquiera he pensado en cómo podríamos tenerlos…yo…yo…bueno…Nagisa lo mencionó una vez…pero…pe…pero…

-¿Pero?

-Es un tema complicado, hay que planificar muchas cosas…además ¿Olvidas que las dos somos mujeres?

La abuela se pone de pie sonriendo tranquilamente, se acomoda sus ropas y camina lentamente hacia la puerta. Shizuma la mira en silencio.

-A mi regreso podemos tener una reunión al respecto si es que hablas el tema con mi Nagisa chan, ya he visto e investigado todos los medios que funcionan a la perfección. Cuentan con todo mi apoyo…además, si necesitas genética Hanazono, recuerda que tienes a Seiki… –Le cierra un ojo en forma traviesa

Shizuma se pone de pie rápidamente y muy seria

-¿No estarás pensando que permitiré algo así?                                            

-Tranquila, no sé qué estás pensando, pero a mi regreso veremos las posibilidades para hacer crecer la familia… ¡que emoción! –Junta sus manos con ilusión
Shizuma respira profundo poniendo sus manos en su cintura, la observa sonriendo viendo como aquella planificación familiar le causa tanta alegría.

-Ya lo hablaremos cuando regreses… ve con cuidado y no tomen demasiado sol, recuerda que es peligroso. Si necesitas algo, no dudes en llamarme, estaré atenta.

-Tranquila mamá, nos portaremos muy bien

Ambas sonríen traviesas y sin más, la abuela da media vuelta para salir de la oficina.

La ex Etoile se ha quedado con las manos en sus bolsillos respirando profundo, sintiendo una extraña y cálida sensación en su pecho. La repentina visita de su abuela la ha relajado y la ha ayudado a olvidar el estrés que llevaba sobre los hombros.

Después de un recorrido en el ascensor, la abuela estaba a punto de dejar el edificio cuando se topa de frente con alguien a quien no pensaba ver en un largo rato. Una sincera sonrisa la invadía dándole un gran abrazo a la joven que se le presentaba en frente.       

Shizuma ya se sentaba nuevamente frente a la computadora dándose ánimos para poder revisar la larga lista de mails sin leer. Se masajeo un poco el cuello antes de continuar con la larga jornada laboral que le quedaba por delante.

De pronto un nuevo llamado a su puerta la hace reaccionar despegando sus verdes ojos de la pantalla del computador. Ve a su secretaria entrar.

-Disculpe señorita Shizuma, le han venido a visitar –Se mueve hacia el lado para dejar pasar a alguien

-¿Quién es?

La ex Etoile vuelve a sorprenderse viendo entrar a su adorada pelirroja a la oficina. Su cabello está mucho más largo, sus ojos con suave maquillaje y un hermoso vestido que mezcla inocencia con madurez. Shizuma se puso de píe como un tirabuzón.

-¡Nagisa!

La secretaria ya se había marchado dejando a la romántica pareja a solas. Sin decir nada más, la empresaria abrazó a su chica por la cintura dándole un enorme y apasionado beso que las dejó silenciadas por largos minutos.

-Mi Nagisa… ¿Qué ha pasado? Pensé que no te vería hasta el fin de semana

-Me pude desocupar mucho antes de lo previsto, así que vine lo más rápido que podía.

-Qué bueno, me hacías mucha falta…

-Me encontré con la abuela en la entrada del edificio, me abrazó fuerte y dijo que me había extrañado

-Claro que sí, las Hanazono nos ponemos muy tristes cada vez que nuestras chicas Aoi están lejos

Nagisa con una enorme sonrisa se vuelve a colgar del cuello de la ex Etoile para besarla nuevamente, mientras el sonido de correos entrantes no dejaba de sonar en la computadora. Shizuma apartó suavemente a la pelirroja y le sonrió dulcemente.

-Tuve una interesante conversación con la abuela

-¿Así? ¿De qué hablaron?

-¿Qué te parece si vamos a comer a tu restaurant favorito y te cuento?

-¡¡¡Siiiii!!! Ya extrañaba que saliéramos juntas, también quiero contarte muchas cosas, mi Etoile

-Bien, entonces vámonos enseguida

-Pero, ¿no tienes mucho trabajo?

-Tranquila, pasar tiempo junto a ti es lo más importante. Buscaré mi bolso y nos vamos ¿Bien?

La pelirroja le asiente con la cabeza mientras la observa con brillantes ojos y una sonrisa gigante.

En otro sector de la ciudad se estacionaba un elegante automóvil negro frente a una típica casa japonesa de clase media. La abuela Hanazono se bajó calmadamente y suspiró antes de cruzar el umbral de la entrada.

Tocó tres veces  la puerta y esperó con el corazón un poco ansioso.

Luego de unos instantes se abrió la puerta y apareció ella, delgada con una bella sonrisa y cubriéndose los hombros con un delgado suéter. Su cabello aún guarda brillante color rojizo dejando a unas traviesas canas esconderse revoltosas. Cruzaron sus coquetas miradas por 
unos silenciosos segundos.

-Qué guapa estas hoy mi querida Sakurako –Sonríe pícaramente la abuela Hanazono

-Gracias mi Etoile, tú siempre intentando sonrojarme

-¿Ya estas lista?

-Iré por mi maleta

Dio media vuelta para entrar nuevamente y la visita aprovechó para pasar a la recepción de la casa. Allí sus ojos recorrieron emocionados las muchas fotos enmarcadas que decoraban la pared. Todas eran fotos familiares de distintas épocas, bebés, ceremonias, celebraciones, vacaciones, graduaciones y más. Sus intensos ojos verdes se fueron a clavar sobre una foto en especial, en aquella imagen aparecía Nagisa el día de su graduación de Astraea, rodeada de amigas con los distintos uniformes de las tres escuelas. Una grata sonrisa se apoderó de su rostro.

-Ya estoy lista –Regresa la abuela Aoi cargando su maleta

-Iremos a otro lugar antes

-¿Dónde?

-Sorpresa –Le cierra un ojo

Ambas salieron con joviales sonrisas y el corazón pleno, el auto se puso en marcha sin destino conocido. Se miraban de reojo y reían hablando de la vida dándole importancia al momento.


Las horas se iban extinguiendo y los colores del cielo empezaban a cambiar, unas gaviotas emprendían el vuelo a lo lejos y el sonido del mar hacía eco en el lugar. Un leve olor salino llegaba hasta ahí, donde dirigieron sigilosamente sus pasos.

La pelirroja se detuvo y quiso contener las lágrimas al observar el paisaje, volteó y un viaje en el tiempo las trasladó velozmente hacia el pasado e hizo que ante sus ojos, apareciera la joven Hanazono vistiendo el uniforme de Miatre mirando a contraluz, el apacible lago. 

Estaban en la colina y ambas se observaron cómo hace muchos años atrás, con sus rostros adolescentes bajo la tibia luz del atardecer, como en un bello sueño.

-Mi hermosa Sakurako…te prometo que seremos Etoile. Siempre estaré junto a ti y te protegeré de todo mal, no importa cuánto me cueste.

-Siempre y sin importar lo que suceda, seré tu eterna Etoile Cadette

-Ni Spica ni LeRim podrán arrancarnos este triunfo…seremos las mejores

La joven pelirroja camina y se sienta a observar el agua del tranquilo lugar y suspira profundamente.

-¿Qué ocurre Sakurako? ¿No estas segura de esto? –Sentándose a su lado

-Claro que lo estoy, es lo que más quiero…subirme a ese escenario contigo de la mano…cuidar del invernadero… –Sonríe – Ser la envidia de Spica…quiero todo eso…

-¿Pero…?

-Es sólo que, no solamente quiero que seamos Etoile aquí en la colina…quisiera estar a tu lado toda la vida… –Sonrojada –…Quizás pienses que soy una idiota por decir esto pero…no quisiera separarme jamás de tu lado…

La adolescente Hanazono sintió que su pecho se llenaba de cálidas ilusiones llenas de mariposas multicolores. Sonrió y se le acercó mucho más para acariciarle suavemente el rostro.

-Yo deseo lo mismo…quizás no te hayas dado cuenta, pero estoy aquí para ti y lo estaré toda la vida, te lo prometo, amor mío.


Con el sol de frente y bañadas bajo una naranja luz del atardecer, sellaron su pacto con un intenso beso que poco a poco fue perdiendo el control tumbándolas sobre el fresco pasto. Aquella sería una larga noche y el toque de queda no sería tema de discusión en absoluto. Impensable sería perder el tiempo con esas preocupaciones, lo que importaba, era amarte por siempre.

Aquella imagen se fundía ante los ojos de la pelirroja regresando al presente y al reaccionar, aquellos verdes ojos, estaban frente a ella, entregándole la misma intensidad y calidez de aquella vez.

-Mi hermosa Sakurako –Tomando su mano–Perdón por no haber podido cumplir la promesa de aquel día. Prometí en este lugar, estar contigo toda la vida, cuidarte y protegerte por siempre…pero he fallado…

-No me has fallado en absoluto. Aquí estamos después de tantos años en el mismo lugar…–Sus ojos se llenan de lágrimas– Siempre esperé volver a verte…

-Cada día y cada noche guardé en mi pecho tus caricias, soñaba a diario con volver a sentirte. Has sido mi más grande anhelo toda la vida…sé que el destino nos jugó de una manera que no esperábamos, pero estoy aquí para jurarte que quiero vivir lo que me quede de vida, junto a ti…

Sakurako no puede evitarlo y comienza a llorar de alegría, sus lágrimas son tan sinceras y llenas de emoción porque las ha guardado por tantos años. La abuela Hanazono tomó y besó sus manos con tanto amor, que el sol pareció derretirse en el infinito. Sus ojos volvieron a cruzarse y bajo la bondadosa luz de ese nuevo atardecer junto al lago…

-¿Quieres ser mi Etoile? Mi hermosa Sakurako…

-Por supuesto que sí, por siempre…

La abuela Hanazono sacó de su bolsillo una pequeña bolsita de terciopelo negro y cuidadosamente sacó de su interior dos colgantes. Los ojos de la pelirroja abuela se abrieron con gran sorpresa al verlos.

-Estas son… –Mirando sorprendida

-Sí…sé que no son las oficiales pero al menos con esto, podremos decir que nos hemos convertido en Etoile aquí, en la colina de Astraea

Dos réplicas de los colgantes de Etoile para convertirse de esa manera, en lo que no pudieron concretar hace tantos años atrás.

Como una especie de espejismo, ante ellas se levantó el escenario del auditorio, lleno de alumnas de las tres escuelas todas de pie emocionadas  viendo el importante enlace.
Con sutileza han puesto en sus cuellos los brillantes colgantes y toda la audiencia ha comenzado a aplaudir con ferviente emoción. Juntaron sus manos y con alguna que otra lágrima de alegría, se besaron con infinito amor, la multitud aplaude con más fuerza y algunas lloran emocionadas coreando sus nombres.

Las luces reflectadas desde el lago, hacía brillar con fuerza las gemas de sus collares y de esa manera, se han convertido en la estrella más brillante de toda la colina de Astraea.

No importa la edad ni el tiempo que tengas que vivir, si ese amor es sincero, florecerá sin importar cuanto deba esperar.

Estaré ahí por siempre, para ti,

Mi Etoile.