Mostrando entradas con la etiqueta Ryokilla. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ryokilla. Mostrar todas las entradas

3 de enero de 2021

Strawberry Fics Especial "Sonrisa"


“Abrí las cortinas de la habitación y no podía creer el sol tan bello y radiante que había. Me saltó el corazón tan feliz de saber que hoy volvería a verla que casi no pude dormir. Han pasado más de dos meses que no nos hemos visto y es que no hemos parado de trabajar…desde mi graduación de la Universidad todo se volvió más ajetreado. La vida adulta realmente a veces parece ahogarme y a ratos me pongo a pensar en cuanto extraño mis días en Astraea, cuando sólo tenia que preocuparme de ir a clases, las tareas y de que la hermana ¡no me dejara fuera de la colina! Todo parecía más sencillo…aunque nada fue fácil cuando ocurrió todo aquello con Yuriko…fueron sucesos terribles. 

Ya han pasado algunos años de eso y aún sé que tiene sueños con esos momentos, a veces son pesadillas y a veces sólo recuerdos pasajeros. Creo que de alguna forma nos marcó a todas y a pesar de que el tiempo es bueno sanando heridas, las cicatrices quedan para siempre.

Tantas cosas que pasaron y tantos recuerdos de todas. Realmente quisiera volver a verlas y tomar el té como lo hacíamos en esas fiestas a escondidas.”


El café recién hecho estaba listo y se apresuró a tomarlo, no sin antes leer algunas noticias en las redes sociales en su teléfono, ya se había hecho parte de su rutina diaria o quizás una costumbre adquirida desde los tiempos de Yuriko y ahora inconscientemente quería saber de todo lo que acontecía. Los hechos pasados realmente dejaron marcas en todas quienes vivieron de cerca los terribles momentos. 

Tenía la alarma del teléfono activada para recordarle el poco tiempo que tenía para marcharse al trabajo, por lo que terminó el café, se acomodo el cabello pelirrojo amarrándolo en una larga cola de caballo y debía apresurarse. 


El centro de la ciudad lucía ruidoso como siempre y hoy parecía más frío que de costumbre, pero Nagisa bien abrigada y envuelta en una suave bufanda, no podía pensar en otra cosa más que en la alegría enorme que sentía. Hoy volvía Shizuma después de un largo período fuera de casa y tenían apenas dos días antes de la gran ceremonia. ¡sí! Gritaba el corazón. Llevaban mucho tiempo planeando la anhelada boda y aunque los interminables viajes de la ex Etoile se prolongaban, no dejaron de planificar ni organizar hasta el más mínimo detalle. Aprovecharon cada tiempo libre y a través de video llamadas, compraron, soñaron, vibraron visualizando cada elemento para que la ceremonia fuera perfecta.

Nagisa detuvo su paso frente a una vitrina de artículos para el hogar viendo algunas decoraciones que imaginaba tener en la nueva casa. La enorme sonrisa se le dibujaba en el rostro cada vez que pensaba en la nueva vida que estaba por iniciar.

Ambas decidieron que la ceremonia seria pequeña, nada de extravagancias ni excesos. Sería algo discreto junto a amigos cercanos y familiares en un bello lugar campestre a las afueras de la ciudad. 

Después de todas las malas experiencias vividas, Shizuma decidió vivir de forma un poco más austera y sencilla. A pesar de la insistencia de la abuela Hanazono de vivir en la mansión, ellas decidieron buscar una casa para ambas, más pequeña y comenzar desde cero, buscando todo y cada una de las cosas que llenarían su nuevo hogar, en común acuerdo. Desde el tapete de la entrada hasta el último tenedor en la cocina, era un proceso que querían vivir a plenitud, sin sirvientes ni asistentes que decidieran por ellas.


Nagisa ya había llegado a su trabajo y antes de entrar, quiso escuchar nuevamente el audio que Shizuma le envío hace algunas horas antes del vuelo:


“Hola hermosa, espero que estés descansando. Por fin terminé la última reunión que había en agenda y ya podré despedirme por un rato de EEUU…sinceramente ya estoy harta de las hamburguesas…no creas que las como todos los días, pero prefiero no verlas por un tiempo.  Ahora iré al hotel, tomaré una ducha y me iré al aeropuerto. No sabes cuanto ansío poder llegar a casa y verte…además…debo ser sincera…en los últimos días no he podido conciliar muy bien el sueño, pero no es por trabajo. Simplemente no dejo de pensar en que ya nos casaremos y…a pesar de los años, no puedo dejar de recordar el brillo de tus ojos cuando te vi por primera vez junto al árbol de cerezos y que, desde entonces, sabía que quería compartir toda mi vida contigo. *suspira 

Ya es muy tarde y sabes que me pongo un poco cursi a esta hora…debes estar durmiendo…es tan bonito verte dormir. Descansa mi amor, ya en unas horas estaré contigo.

Te amo”


Inconscientemente la pelirroja abraza el teléfono contra su pecho sabiendo que ya quedaba menos para poder verla. 

Ya empezaba su jornada laboral.



DOS SEMANAS ATRÁS


Una fina capa de nieve cubría las calles de Nueva York y el frío intentaba colarse por cada pliegue de la ropa. Sus botas se movían apresuradas intentando evitar el gentío que a esa hora había por las calles. Miró el reloj y se regañaba a si misma por haber permitido que la reunión se extendiera más de la cuenta y ahora debía correr para llegar al tan anhelado encuentro. 

Odiaba ser impuntual por lo que no tuvo más opción que tomar su abrigo y literalmente salir corriendo de la oficina a tomar el primer taxi que se cruzara por la calle y así fue. El primer auto amarillo que se cruzó se detuvo en seco frente a ella. Debía llegar a Central Park en poco tiempo, pero las calles parecían repletas de automóviles.

Vio la hora en su teléfono y decidió enviarle un mensaje para avisarle de su retraso, que por favor la esperara ya que estaba haciendo todo lo posible por llegar a su encuentro. El mensaje fue enviado, pero parece que no había sido leído. Cerró sus ojos un instante recordando porque no le gustaba estar en esa ciudad, todo era caótico y saturado. Respiró profundo intentando despejar la mente pensando en cuanto ansiaba esta reunión, deseaba verla desde hace mucho tiempo, pero las apretadas agendas nunca daban respiro. Pero había llegado el día y la hora de poder volver a verla a los ojos y decirle cuanto la había extrañado, tanto que se le aceleraba el corazón de recordarlo.

El taxista la miraba por el espejo retrovisor viendo que sus ojos los llevaba clavados al teléfono, quizás esperando algún mensaje importante. La radio del vehículo iba encendida, pero con un volumen bajo, se escuchaba una estación de radio y la voz de un locutor anunciaba un posible nevazón para esa noche por lo que hacía un llamado a la precaución y volver temprano a casa para evitar congestión en las calles. Al escuchar eso, el taxista hablaba entre dientes con un marcado acento asiático. -Ya hay congestión, estas calles no dan para más. -  Dijo un poco molesto haciendo que ella despegara la vista de su teléfono. Era verdad. Estaban detenidos en una calle saturada por vehículos y sólo lograban avanzar unos centímetros, algunos reclamaban y presionaban, pero no se podía hacer mucho.

Según google maps, la cafetería en donde se encontrarían estaba a unas cuantas cuadras por lo que le dio unos billetes al taxista y se bajo a toda velocidad, llegaría más rápido caminando, o corriendo literalmente. Volvió a revisar su teléfono y su mensaje aún no era leído por lo que apresuró más el paso. Se arropó en la bufanda ya que el frío aire se sentía al respirar y lo que menos quería en ese momento, era enfermarse de gripe o algo peor. Dobló una esquina más y estaba por llegar hasta que justo delante de ella, una señora cargada de bolsas resbala por el hielo cayendo estrepitosamente al suelo, sin pensarlo se le acercó para ayudarla. -Gracias hija…creo que me he torcido el tobillo…- Dijo la mujer adolorida intentando ponerse de pie.  - ¿quiere que llame al 911? - Oh no te preocupes, vivo aquí a una cuadra, estaré bien.

La adolorida mujer se apoyo junto a un auto estacionado mientras ella recogía las bolsas y las verduras que cayeron en la nieve. Tenía clavado en la mente que estaba sólo a una cuadra para llegar a la cafetería, pero no podía dejarla sola, era una mujer mayor que claramente ya venía algo complicada con el exceso de bolsas desde el supermercado. Respiró profundo y decidió llevarla hasta su casa. La señora sumamente agradecida se apoyó en ella para caminar ya que el dolor en el pie era más de lo que pensaba mientras ella sabía que esto le significaría que quizás no lograría llegar al encuentro. Cargada con bolsas y con la señora de un lado, apenas pudieron cruzar la calle con mucho cuidado, los vehículos estaban detenidos para dejarlas pasar tan lentamente. 

    -Aquí es mi casa, muchas gracias por tu ayuda. - ¿esta segura? -Sí, tocaré el timbre para que bajen a ayudarme, mi nieta vive conmigo- Ella miró la vieja puerta que daba hacia un edificio de departamentos. -Espero se recupere pronto de su tobillo, que tenga buena noche. – La mujer la despidió con una sincera sonrisa viéndola como se regresaba a toda velocidad por el camino recorrido.

Volvió a mirar el reloj y ya el retraso era enorme, sentía que su corazón bombeaba a toda velocidad pensando que ya se habría marchado y no podría verla. 

Espero impacientemente el semáforo en verde para cruzar a toda velocidad y ya al filo de la ansiedad, divisó el letrero de la pequeña cafetería que habían acordado para el encuentro. Sus manos apresuradas abrieron la puerta sintiendo de golpe la cálida sensación del interior, sus ojos miraron a todos lados, el lugar no era muy grande y casi estaba a punto de perder la ilusión hasta que la vio en una mesa junto a la esquina, iluminada por un pequeño foco de luz tenue. El corazón se le hizo grande al verla y casi gritó.


    -¡Miyuki!


Ella abrió enormes los ojos al verla y se puso de pie enseguida.


    -¡Shizuma!


Shizuma la abrazó muy fuerte y Miyuki no pudo evitar tener unas lágrimas en sus ojos. Tanto tiempo había pasado desde que se habían visto por última vez, que ambas anhelaban este encuentro desde hace mucho.


    -Miyu chan, ¡cuanto te he extrañado!

    -No me has dicho así en años, es tan bueno volver a oírlo


Shizuma se quitó el abrigo, la bufanda y el gorro antes de sentarse junto a Miyuki, pero ella no pudo evitar soltar su expresión de asombro al verla.


    -¡Shizuma! ¿Qué hiciste con tu cabello??

    -Me lo corte

    -Si así veo, lo tuviste largo por tantos años ¿a que se debe este cambio tan radical?

    -Ya sabes, aquí en EEUU las chicas cambian bastante de estilo por lo que quise marcar una pauta en esta etapa de mi vida.

    -¡Déjame tocarlo!


Miyuki muy divertida acarició el cabello de su amiga desordenándolo por completo. La mesera las interrumpió para tomarles el pedido.

Shizuma sin poder evitarlo le sonríe coqueta a la mesera pidiendo su capuchino de vainilla y un pay de queso con fresa, sus ojos le brillaban emocionados haciendo que su amiga pidiera lo mismo. Una vez que quedaron a solas no perdieron el tiempo y comenzaron a hablar con prontitud de todo los que les ha sucedido en el último tiempo.


    -No sabes la felicidad que sentí cuando recibí tu invitación, es como un sueño hecho realidad

    -Bueno, justamente por eso quería verte Miyu chan, sabes que estaré más tiempo aquí y quisiera pedirte ayuda nuevamente

    -Shizuma, sabes que lo que sea puedes contar conmigo. Viajaré de regreso a Japón en dos días, así que dime…

    -Lástima que hayas venido por tan poco tiempo

    -Sabes que sólo vine a ese congreso y, además, aunque quisiera no podría verte tan seguido, te la pasas trabajando

    -lo sé

    -y ahora que no usas chofer, te tardas mucho más en llegar a todas partes, Nagisa ya me contó todo eso

    -Pero ha sido mucho mejor así. Decidí no vivir de tantos lujos y ser más discreta…ya sabes, después de Yuriko aprendí más del estilo de vida de mi hermano y las cosas andan mucho mejor

    - ¿todo es más tranquilo?

    -Definitivamente


La mesera regresó con el pedido y ambas no dejaban de sonreír escuchando las historias y anécdotas de la otra. El tiempo las había distanciado lo suficiente pero jamás como para perder el interés por la vida de la otra, había mucho por contar y el anuncio de nevazón parecía mucho más certero. Por la ventana ya podían ver como la visión se empezaba a hacer un poco compleja y en ese momento, la joven mesera vuelve a acercarse con algo de preocupación.


    -Perdón que las interrumpa, pero nos han dado indicaciones de cerrar la cafetería por el nevazón…lamento esta situación


Shizuma la mira con una profunda calma.


    -No te preocupes, el clima no luce nada bien. Trae la cuenta y la pago enseguida

    -Muchas gracias


Miyuki mira un poco decepcionada hacia el exterior entendiendo que su reunión sería más corta de lo planeado y tenía en mente pasar mucho tiempo con su amiga. Pero al regresar la mirada, no pudo evitar los intensos ojos de Shizuma que la miraban insistentemente con aquella sonrisa traviesa que conocía tan bien.


    - ¿qué? ¿qué tienes en mente?

    -En el mensaje me dijiste que estabas quedándote en un hotel cercano, ¿no es así? Miyu chan

    -Sí, esta a dos cuadras de aquí

    -Entonces, ¿Qué tal una fiesta del té en tu habitación?


Los ojos de Miyuki se abrieron emocionados con la idea de pasar la noche en vela con Shizuma hablando toda la noche como en los viejos tiempos.


    -Pero nada de té -dice Shizuma- Iremos por vino y así me contaras todo lo que ha sucedido

    -No podía esperar menos de ti.


La mesera les entrego sus productos empacados y ambas bien abrigadas, salieron a la calle a enfrentarse al nevazón que aumentaba la intensidad con el paso de los minutos, pero nada parecía que podría arruinar los ánimos de esas dos viejas amigas.

Algunos vehículos comenzaban a atorarse en la nieve y otros apresuraban el paso para llegar pronto a casa, pero ellas, reían y bromeaban de todo. 

Para suerte de ambas, visualizaron un mini market muy cerca del hotel así que cruzaron raudas entre todo el tráfico detenido de la calle para ir por vino y snacks, la noche sería larga así que tendrían que abastecerse bien.

Shizuma recorría todos los pasillos poniendo varios productos en una canasta mientras Miyuki la seguía pacientemente con los pays envueltos entre sus manos.


    -Nadie se podría imaginar que una chica multimillonaria estaría comprando papitas fritas y golosinas a mitad de la noche en un mini market como este…

    -No sabes lo aburrido que es tener guardaespaldas todo el día…además, ¡Mira! ¿podría elegir mis propios ositos de gomitas con una tropa de guardaespaldas tras de mí? ¡no! ¡Esto si que es vida!


Miyuki no dejaba de analizar a su amiga y como había cambiado con el paso de los años, pensando en que todo se había transformado en una mejor versión de si misma. No podía dejar de ver lo feliz y libre que era moviéndose de un lado a otro, los años habían pasado y las experiencias le habían dado un nuevo halo. Ella sonreía de ver nuevamente a su amiga, renovada y feliz.


    -Bien Miyu chan, ¡tengo todo!

    - ¿en serio no tienes que trabajar mañana temprano? Es mucho vino

    -Vamos Miyu chan…soy la dueña de esa empresa y por primera vez en años les diré que llegaré tarde, ¡es nuestro reencuentro!

    -Tienes razón chica empresaria, tengamos nuestra fiesta del té…o ¿fiesta del vino?


Sonó la tarjeta que abrió la puerta de la habitación de Miyuki y Shizuma entró casi corriendo para saltar a la cama. La ex presidenta de Miatre la miraba con paciencia tratando de ordenar todas las cosas en la mesa junto a la tele.


    - ¿en serio aún tienes que hacer eso cada vez que entras a un hotel?

    -Es parte de la tradición…Me hubieras avisado antes y te conseguía la suite presidencial en el mejor hotel de toda esta ciudad…

    -oh vamos, ¿Dónde quedó la vida sencilla y austera?

    -Para mí esta bien la vida sencilla, pero para mi querida Miyu chan, siempre lo mejor

    -Bien, mejor bebamos que ya quiero saber todos los detalles de la boda

    -¡Será increíble!



DOS SEMANAS DESPUÉS


Nagisa se pasó toda la jornada laboral muy ansiosa. Intentó estar concentrada todo el tiempo y a pesar de no usar su teléfono durante las horas de trabajo, de forma especial, hoy lo puso en su delantal en modo vibrador por si recibía algún mensaje de Shizuma. Tenía calculado que llegaría a Tokyo a las 5 de la tarde aproximadamente, por lo que le daría tiempo de ir a buscarla al aeropuerto saliendo del trabajo, pero aún no sabía nada y el último mensaje que recibió fue aquel audio que ya había escuchado unas 3 o 4 veces.

La pelirroja dio vuelta por toda la cocina, dio algunas instrucciones y con su enorme sonrisa miró a todos.

    -Bien, ya debo retirarme, se quedan a cargo de todo lo demás. ¡Lo han hecho muy bien como siempre!

    -Gracias Nagisa san, sabemos que hoy llega Shizuma sama, no debes llegar tarde -Responde una de las asistentes de cocina

    - ¡Sí! Ahora salgo hacia el aeropuerto


Desató su delantal y acomodó todo dentro de su casillero junto a la puerta trasera. Todos los integrantes de la cocina la miraban con una sonrisa y la animaban antes de partir. Era un día especial.


A pesar de estar bien de tiempo, la pelirroja se arropó en su bufanda y corrió hacia la estación de metro para poder llegar pronto al aeropuerto. Le saltaba el corazón pensando en el reencuentro y en lo primero que le diría al verla, aunque sabía que lo primero sería colgarse a su cuello por un largo rato sin importarle el que dirán, ya se había acostumbrado a sus muestras de afecto en público allá donde fueran.


No había asientos disponibles así que tomó un pasamanos mientras mentalmente repasaba los últimos detalles de la boda y de la cena que le pensaba preparar a Shizuma apenas llegaran a casa, sabía que ella tomaría un largo baño y eso le daría tiempo de preparar todo, ya lo tenía calculado. Su mente volaba llena de felicidad de un lado para otro, pensando en los invitados y los detalles de cocina que había especificado para la fiesta. No sería algo grande, pero quería que todos lo vivieran de forma inolvidable.


La pelirroja iba tan perdida en sus alegres pensamientos hasta que de pronto aterrizó de vuelta a su vagón de metro en donde no pudo evitar oír la conversación de unos estudiantes a sus espaldas. Ambos comentaban lo que veían en redes sociales. 

-Wuoo, ¿viste esa explosión!? – Oh! Estados Unidos esta salvaje - ¿Tu papá no tenía que ir allá por trabajo? -Sí pero cancelo -¡Que bueno! Sino estaría en medio de esa guerra - ¡Esta muy loco todo! ¿Viste como detuvieron ese avión? -¡Me daría miedo estar ahí!


El corazón de Nagisa se sobresalto de pronto al escucharlos, sacó de su bolsillo su teléfono para darle un vistazo a las noticias y de pronto sintió su mano temblar. Abrió el navegador mientras una señora se ponía de pie para bajar en la siguiente estación, así que ella tomo ese asiento. Su pecho se apretó un poco cuando comenzó a leer algunos titulares con noticias del otro lado del planeta “Caos en EEUU” “Policías disparan a manifestantes por disturbios” “Cierre de la frontera” “Amenazan vuelos y a pasajeros”.

Miró angustiada a los pasajeros del metro sabiendo que nadie compartía la misma angustia que ella. Abrió su aplicación de mensajes y de inmediato le escribió a Shizuma, sabiendo que si venía volando no vería su mensaje, pero no perdía nada con intentarlo. El mensaje fue enviado, pero no visto.

Unas estaciones más y bajaba para llegar al aeropuerto internacional. Su corazón palpitaba asustado y confundido, contrastando con los rostros alegres de los viajeros que se reencontraban con familiares en la zona de recepción. Miró su reloj y el vuelo debería estar por llegar, miró la enorme pantalla con vuelos arribados, pero aún no aparecía el de Shizuma. Respiró profundo y pidió en silencio para que su ex Etoile llegara sana y salva a casa.


Los minutos corrieron feroces y seguían apareciendo rostros felices y cansados después de largas horas de viaje, abrazos y flores para quienes llegaban y algunas lágrimas de alegría. Pero Shizuma, no aparecía.

Nagisa caminó en círculos frente a la pantalla y de pronto apareció el número de vuelo correspondiente a ella. VUELO CANCELADO.

Sintió que las rodillas le temblaron y sin pensarlo más, corrió hasta la ventanilla de la aerolínea para tener más información, si el vuelo fue cancelado, Shizuma aún seguía en EEUU. Marcó de inmediato a su teléfono, pero era enviada a buzón de voz, no había contacto alguno.

Su sorpresa fue mayor cuando al llegar a la ventanilla de la aerolínea ve a varias personas igual de inquietas que ella preguntando por el vuelo cancelado y tras el mostrador, una mujer americana algo nerviosa intentando responder a todos sus inquietudes. Nagisa se acercó a una mujer mayor que luce muy nerviosa.

-¿Tienen información del vuelo? – Sólo nos dicen que cancelaron por problemas en EEUU y que cerraron la frontera, esperaba a mi nieto y ahora no puedo comunicarme con él – 


Nagisa pone atención a la encargada que intenta hablar en japonés a todos para explicarles la situación y decirles que los vuelos se reprogramaran apenas abran las fronteras, que intenten contactarse con sus familiares por otras vías.  La pelirroja logra ver en los ojos de todos los presentes, angustia y nerviosismo. Vuelve a tomar el teléfono y marca nuevamente a Shizuma teniendo el mismo resultado, su llamada entra a buzón y los mensajes escritos llegan a la nada. El corazón le late triste y la preocupación va en aumento sin saber que hacer, toda la alegría que tuvo durante todo el día, se fue de golpe al suelo. 


Una llamada entrante.


    - ¡¿Miyuki!?

    -Nagisa, que bueno que me contestas… ¿Shizuma esta contigo?

    -No…Miyuki, el vuelo de Shizuma fue cancelado y estoy muy preocupada

    -¡No me digas! Tenía la esperanza de que había podido alcanzar a salir de EEUU, estoy viendo las noticias y no luce bien

    -He intentado llamarla, pero no logro contactarla…estoy muy preocupada…

    - Nagisa, quédate en el aeropuerto, pasare por ti y averiguaremos juntas que sucede

    -Gracias Miyuki



La ex presidenta de Miatre no tardó nada en llegar al aeropuerto donde encontró a Nagisa algo pálida en una de las puertas principales. Se subió al automóvil con prisa y la angustia en ambas era notoria.


    -Tranquila Nagisa, te llevo a casa e intentaremos marcarle nuevamente  

    -Tu estuviste con ella hace dos semanas, ¿Qué pasaba allá? ¿había disturbios?

    -No, todo estaba muy tranquilo…recuerda que solo la vi dos días y Dios…

    -¿Qué pasa?

    -Parece que hasta hoy tengo resaca de esos dos días…

    -¿Resaca? ¿Qué tanto hicieron?

    -Como ella no vendría hasta ahora, se le ocurrió celebrar su despedida de soltera


Los ojos de Nagisa parecieron relajarse con el relato de Miyuki, conociendo a ambas sabía que la celebración podría haber sido extrema. Shizuma no le había contado nada de esa fiesta, sólo que se había encontrado con su amiga del alma y conocer los detalles ahora le daba un poco de calma ante la situación incierta.


    -¡ya sé con quien podemos hablar! -Miyuki reacciona enérgica

    -¿con quién?

    -Kanou esta en EEUU, me reuní con ella en el congreso cuando estuve en NY, nos acompaño de fiesta. Ella vive allá y cuando supo que estaríamos reunidas no quería pasar la oportunidad de reencontrarnos. Nos podría dar información de lo que esta pasando y quizás contactar con Shizuma.

Ambas llegaron a la residencia de Nagisa y esta se puso de inmediato a hacer un té, su nerviosismo era evidente por lo que Miyuki de inmediato comenzó a marcarle a Kanou por videollamada, encendieron la tv buscando algún canal con noticias internacionales y las imágenes que comenzaron a ver, eran terribles. La pelirroja se sentó en el sillón con un nudo en la garganta viendo como grupos enormes de policías luchaba con personas en confusos incidentes, grandes llamaradas salían desde algunos centros comerciales y la cancelación de vuelos parecía algo menor frente a todo el panorama general.


    -¡Hey Miyuki! ¿Cómo estas? -Responde Kanou 

    -Gracias a dios si pudiste contestar -Dice Miyuki sintiéndose algo aliviada

    -Te ves pálida amiga, ¿sucedió algo? 

    -¿eh? Eso es lo que debo preguntarte a ti. Estoy aquí con Nagisa y estamos sumamente preocupadas por lo que ocurre en EEUU…el vuelo de Shizuma fue cancelado y no tenemos noticias de ella…

    -¿no se supone que ya es la boda pasado mañana!?

    -Sí…se suponía que debía llegar hoy…

    -Lamento oír eso, ¿me tienes en alta voz? Para que Nagisa chan pueda escuchar

    -Si, ella esta aquí y puede oírte bien

    -Ok. Acá todo se complicó con la situación de discriminaciones y problemas raciales, ya desde hace algún tiempo que se veía la tensión entre manifestantes y policías. Si no controlan la situación, esto podría acabar en una guerra civil.

    -Todo suena muy espantoso, se ven imágenes terribles en la TV ¿Tienes forma de ir al aeropuerto por Shizuma?

    -¿qué? No! Ella no esta aquí en NY, hace una semana se fue a Texas y su vuelo saldría desde allá…pensé que sabías toda su agenda, lo dijo en la fiesta…

    -ah, perdón…creo que no recuerdo algunas cosas

    -Claro que no, estabas muy ebria


Nagisa mira de reojo a Miyuki que no puede evitar sonrojarse ante aquel comentario, pero la pelirroja esta más preocupada de su prometida que de jugarle alguna broma, por lo que se pone de pie para hablarle a Kanou.


    -Hola Kanou san, es bueno saber que estas bien

    -Hey Nagisa chan! Que gusto verte. Lamento todo lo que esta ocurriendo. Quisiera poder ayudarte en este momento, pero no puedo ir hasta Texas, cerraron todos los vuelos ya que hubieron…problemas en algunos aeropuertos… -Intenta no mostrar nerviosismo

    -¿¡Qué!? ¿Atacaron los aeropuertos!?

    -Sí…bueno…creo que en Texas están bien… ¿le marcaron a Shizuma?

    -¡Claro! Es lo que hemos estado intentando de hacer desde hace rato -Exclama Miyuki

    -Las redes han estado fallando todo el día producto de lo mismo. Voy a intentar comunicarme con ella y si tengo noticias te lo comunicaré enseguida, estén tranquilas por favor. 

    -Gracias Kanou, eso intentamos.



Miyuki corta la llamada y ve a Nagisa sentarse en el sofá con los ojos apagados observando una cajita sobre la mesa de centro, allí tiene todos los pequeños recuerdos que daría a sus invitados el día de la anhelada boda. La ex presidenta de Miatre ha estado en primera fila desde siempre y sabe que después de tantos años y de tantas cosas vividas desde que estaban en Astraea, esta ceremonia significaba mucho para todas. Todo estaba listo y arreglado y aunque sabía que podrían cancelar el evento, el bienestar de Shizuma era lo que más importaba. 


Antes de imaginarlo, comenzaron a llegar mensajes de texto y en redes sociales preguntando por Shizuma y Nagisa sin saber que responder. Volvía a marcar a su número una y otra vez con el mismo resultado.

Después de una hora, Shion llegó a la casa trayendo pasteles para intentar animar a la cabizbaja pelirroja, Miyuki le había comentado por mensajes lo sucedido, por lo que la rubia decidió ir de inmediato apenas salió de la oficina. Nagisa la vio entrar por la puerta y se le hacía extraño tener en casa a las dos ex presidentas y no a Shizuma. 


Llamada entrante.


El corazón de Nagisa brincó al ver el nombre de Shizuma en la pantalla de su teléfono y con las manos temblorosas contestó a toda velocidad.


    -¡Amor! ¿Estas bien!?

    -Na—Nagisa--- Se escucha entrecortado -No cance-----llegaré----boda----

    -¿Qué dices? ¿Dónde estas? ¿Shizuma??

    -T----amo---


Sin más, la llamada se cortó y la pelirroja con los ojos encendidos mira a Miyuki y Shion que esperan ansiosas las noticias.


    -Dice…que viene… -Nerviosa Nagisa -Que no cancele la boda…

    -¿Qué? ¿cómo??

    -No…no lo sé…


Miyuki y Shion se miran sin entender como es que Shizuma logrará salir del país y llegar a tiempo a la boda.


    -¡No puedo creerlo! ¿Ni con toda la tecnología ni dinero del mundo podemos hablar bien con Shizuma? -Exclama Shion

    -La idea del teléfono satelital no era mala idea hace algunos años -Dice Miyuki

    -Ni aunque compre una aerolínea entera podría salir del país, ¿vieron las noticias? El presidente fue amenazado y cerró todas las fronteras…- exclama angustiada Shion

    -¿Qué debo hacer? -Pregunta muy angustiada Nagisa


Miyuki mira sus ojos llenos de lágrimas sabiendo que nuevamente un abismo se interpone entre ellas, pero también sabe, que Shizuma hará hasta lo impensado para llegar a tiempo junto a ella.


    -Nagisa…si ella dijo que vendrá, es porque no sé cómo, lo logrará y tendremos que ser pacientes. Preparemos todo para la ceremonia como estaba estipulado, cuentas con todo nuestro apoyo.


Nagisa sabe bien la profundidad de las palabras de Miyuki y su mirada siempre le da aquel regazo de tranquilidad que siempre necesita en tiempos difíciles.



48 HORAS ANTES DE LA BODA


En un vehículo rentado, Shizuma recorre la carretera hacia el sur rumbo a la frontera con México, su intención es sencilla. Habló con todos quienes pudieran orientarle sobre la situación que vivía el país y todos aseguraron que el bloqueo aéreo sería por más de 48 hrs. de forma preventiva, por lo que no se quedaría a esperar. La solución sería llegar hasta el país vecino y tomar el primer avión hacia Japón cuanto antes, estaba contra el tiempo y no iba a permitir que su anhelada boda, que habían planificado con tanto tiempo, se arruinara por nada.


A pesar que sólo sabía decir tres cosas en español, se sentía confiada en poder conseguir un vuelo a casa. La carretera lucía tranquila y el caos se había quedado dentro de las ciudades. Sus ojos fijos en la ruta y ya lograba ver el puesto aduanero cerca de la frontera y debido a la tensión social, muchos camiones militares en las cercanías.

    -Buenas tardes señorita. Su documentación, visa y motivo de viaje a México-

 

La ex Etoile explicó toda la situación y el motivo de su viaje exprés al país latino, mientras el policía leía sus documentos y verificaba su identidad. El hombre la analizó, revisó el vehículo por todos lados y todo estaba en orden, sólo le saltaba una curiosidad a la vista.


    -Disculpe…¿es usted parte de la empresa HZ Corporation? 

    -Soy la dueña


El policía quedo un poco en blanco con su breve respuesta y la juventud de ella, creía que no podía ser cierto, pero la identificación y una rápida búsqueda en google, dieron la respuesta. Ella era y aparecía en muchas noticias sobre negocios tecnológicos y médicos.


    -Perdone que lo pregunte pero…¿no debería tener un avión propio?

    -Es una larga historia…de todas formas no me hubieran dejado salir por aire, ¿no?

    -eh…sí, tiene razón…Bueno, puede seguir su camino, señorita Hanazono

    -Muchas gracias oficial…


El motor se puso en marcha nuevamente y aceleró para llegar a su próximo destino, Nuevo Laredo.


EN JAPÓN


Miyuki caminaba de un lado a otro ayudando a Nagisa cargando las flores que llevarían al lugar donde se realizaría la ceremonia. Estaba a las afueras de la ciudad y lo tenían reservado con mucho tiempo de antelación. Era un lugar campestre que incluía cabañas para los invitados y una vista a un lago y aguas termales.


    -Shizuma debió regresar conmigo hace dos semanas…¡es la dueña de la empresa! Pudo haber cancelado todo y venir con calma un tiempo antes para preparar…¡es su boda, por Dios!


Nagisa miró en silencio a Miyuki quien quedó paralizada frente a ella con un gran macetero de coloridas flores.


    -Oh por Dios, lo dije en voz alta…perdón Nagisa…no quería…

    -Tranquila Miyuki, yo también le dije eso, pero justamente su intención era acabar con todos los pendientes en EEUU para estar libre después de la boda. Estaría de vacaciones conmigo todo el mes, sin ir ningún día a la oficina…ese era el plan…

    -Bueno…no sabíamos que pasaría todo esto…lo lamento…

    -No lo lamentes Miyuki, confío en que lo logrará


Llamada entrante.


Nagisa corre a tomar el celular sobre la mesa con esperanza, pero es el número del lugar de la ceremonia. Miyuki la sigue con la mirada durante toda la conversación. 

    -Ah, sí…muchas gracias, que se acomoden por favor…sí-


Para sorpresa de Miyuki, las primeras invitadas habían llegado a las cabañas y se estaban instalando. Los ojos brillantes de Nagisa le decían con emoción que se trataba de Tamao y Chikaru, quienes llegaban al importante enlace.


    -No puedo creer que hayan llegado ya -Dice Nagisa

    -¿Hace cuanto que no se ven?

    -En persona hace más de un año. Estamos en contacto siempre por redes sociales con Tamao chan, pero debo decir que extraño mucho verla y tomar el té con ella…le hacía mucha ilusión venir a la ceremonia…

    -Esto de verdad se siente como si fuera una ceremonia de Etoile 

    -Sí, tienes razón, muchas de nuestras amigas estarán presentes y nos reuniremos después de tanto tiempo


40 HORAS PARA LA BODA


    -¿¡Cómo que no hay vuelos a Tokyo!?

    -Perdone señorita, tendrá que ir a Ciudad de México para encontrar el vuelo próximo. 

    -¿y a que hora sale el próximo vuelo a Ciudad de México? -Intentando respirar más calmada

    -El próximo sale en 3 horas más y sólo quedan dos asientos disponibles. Sino sería esperar 6 horas y ahí podría ofrecerle más variedad en cabina…

    -Tomaré el próximo, no puedo esperar más…


Shizuma mira el reloj y saca su tarjeta de crédito y pasaporte, es la mejor opción que tiene ahora por lo que lo hace sin rezongar.

La chica detrás del mostrador intenta trabajar a toda velocidad antes los intensos ojos de Shizuma que parecen presionarla en silencio. La ex Etoile notó que la chica la miraba nerviosa y sonrojada, parecía olvidar lo que provocaba con su mirada cuando clavaba los ojos. Le entregó su ticket de avión y le rozó la mano de forma coqueta.


    -Perdón por haber hablado así, de verdad estoy muy apresurada ya que debo llegar a mi boda con la mujer de mis sueños. He esperado por años este momento y no quiero arruinarlo, espero me entiendas…


La chica detrás del mostrador quedo mudo y un poco hipnotizada con el rostro de la ex Etoile que parecía hablarle en cámara lenta y de forma tan sutil, que le erizó todos los vellos del cuerpo, parecía una figura angelical sacada de un cuadro renacentista.


    -Gracias guapa 


Dijo en español Shizuma, antes de voltear dejando a la chica sin palabras y con el rostro como un tomate. Y así sumaba dos palabras más a su extenso vocabulario en español estudiado en menos de 24 hrs. 



30 HORAS PARA LA BODA


Nagisa estaba frente al espejo sosteniendo su vestido para la ceremonia, estaba lleno de detalles y bordados hechos a mano por su abuela y su madre. Shizuma no lo había visto para nada ya que acordaron no mostrar su ropa de la ceremonia por la tradición de la buena suerte, así que ella también desconocía como vestiría Shizuma.

Shion entró a la habitación golpeando suavemente a la puerta y pudo notar el rostro afligido de la pelirroja.


    -Es hermoso…

    -¿eh?

    -Tu vestido. Miyuki me contó que te esmeraste mucho en hacerlo, que Chikaru lo diseño para ti y que te ayudaron a cocerlo manualmente…es realmente hermoso…

    -Sí, muchas gracias Shion. 

    -Todo esto parece un sueño… -Suspira la rubia -…parece que fue ayer que llegaste a la colina y pusiste de cabeza el complicado corazón de Shizuma 

    -No eres la primera que lo dice…también he pensado mucho en todo lo que hemos pasado y todos estos años juntas 


Shion pasea por la habitación observando los accesorios de vestuario para la ceremonia, vuelve sus ojos a la pelirroja a quien le sonríe con enorme sinceridad.


    -y conseguiste domar a la fiera…-ríe traviesa

    -¡¿eeeh?!! -Se sonroja Nagisa

    -Sólo bromeo…ya sabes…en Spica muchas apostaban a que Shizuma no se casaría nunca y que sería una rompecorazones toda la vida…hasta que te conoció

    -Bueno…yo…


La rubia envuelve en un cálido abrazo a Nagisa.


    -De verdad estoy tan feliz por ustedes. Deseo que siempre vivan felices, se merecen eso y mucho más. Sé cuanto han luchado por todo esto.

    -Gracias Shion… -Se limpia una lágrima

    -Y quédate tranquila…ella llegará…es Shizuma…



AEROPUERTO INTERNACIONAL DE CDMX, 24 hrs. PARA LA BODA


La ex Etoile dentro de un restaurant italiano, luce muy cansada. Le dejan su comida y una copa de vino para intentar mantener el ánimo a pesar de todo. En las pantallas del local transmiten las noticias y siguen mostrando las escenas violentas en distintas ciudades de EEUU y la conmoción que esto causa a nivel internacional. 

Sus ojos se paseaban entre esas pantallas de televisión y la pantalla de su teléfono. A ratos también veía a algunas parejas en el restaurant y fuera de ella sin dejar de pensar en que ya debiera estar junto a Nagisa. Los relojes internacionales en su pantalla le mostraban que el tiempo estaba cada vez más en contra de su plan, el corazón se le apretaba pensando que no podía tener ningún retraso más si quería llegar justo a tiempo.

Dio un sorbo a su copa mientras marcaba el número de la pelirroja, al fin tenía internet y deseaba profundamente poder escucharla. Hablaban a diario y cada vez que la agenda lo permitía, pero de pronto y sin ningún aviso, todo parecía colapsar y lo único que en este momento podría relajarla, sería la voz de ella. 

Sin embargo, parece que nada resultaba ya que no contestaba. Pero antes de frustrarse, marca a un nuevo número.


Llamada entrante.


    -¡Shizuma!

    -Hey Miyu chan, amo esa emoción tuya al contestar

    -¡Shizuma, ¡¿donde estas!? Hemos estado muy preocupadas

    -Si lo lamento, ha sido todo un poco caótico, pero por ahora todo esta bien. Estoy en Ciudad de México

    -¿¿¡México!??

    -Sí, era la única alternativa para poder salir. ¿Nagisa esta contigo?

    -No, va rumbo al lugar que rentaron para la ceremonia. Si le estas intentando marcar, ella olvidó su cargador en casa. Ahora voy a buscar unas cosas y le llevaré uno de regreso…Shizuma… ¿crees que lo lograras?

    -Voy a necesitar de tu ayuda una vez más…

    -Claro que sí, dime que necesitas…



2 HRS. PARA LA CEREMONIA

 

A pesar del clima frío, se ha instalado el altar bajo un gran galpón techado de estilo campestre, con grandes decoraciones en tela blanca que llegan hasta el piso y flores multicolores en cada asiento. Rodeados de un paisaje rural con suaves tonos de colores que anuncian la pronta primavera, llegan los invitados y familiares que se acomodan en el lugar sin imaginar que todo el evento podría ser cancelado de un momento a otro.

Cómo lo pensaron desde un principio, no sería algo grande y tendrían pocos invitados, aunque esa palabra fuera difícil de explicar en la lista que pensaba Nagisa.


Una de las cabañas había sido adecuada para que las novias pudieran prepararse antes del evento principal, pero en este momento, sólo estaba Nagisa frente al espejo. Sus ojos estaban apagados y aunque lucía extremadamente hermosa con su vestido blanco que dejaba sus hombros desnudos, parecía querer llorar de un minuto a otro hasta que sintió una cálida mano sobre su hombro.


    -Nagisa chan…todo estará bien…

    -Tamao chan…me alegra tanto que estés aquí

    -Jamás me hubiera perdido este momento


Se quedaron abrazadas un largo rato y luego se miraron de igual forma. El tiempo había transcurrido entre ellas de forma agitada pero no dejo jamás de forjar en ellas, una profunda y sincera amistad. Tamao se había radicado en el extranjero junto a Chikaru pero mantenían la comunicación a través de internet por lo que no perdían detalle de sus vidas. Aunque Nagisa no le contó del problema de último minuto hasta que tuvo a Tamao en frente. Muchos habían venido desde lejos como para que regresaran de inmediato, pensaba que era mejor disfrutar del espacio y la comida en caso de que tuvieran que cancelar la ceremonia.

Su vieja amiga, escucho con calma todo lo sucedido mientras veía como los ojos de Nagisa se llenaban de lágrimas a medida que avanzaba el relato. Chikaru entró a la habitación y sin esperar alguna explicación, abrazó a Nagisa fuertemente, quien no pudo evitar llorar sobre su hombro. Sobraban las palabras para intentar entender el afligido corazón de la pelirroja en ese momento.


La abuela Hanazono había llegado desde hace una hora y a pesar de sus años, recorrió todo el lugar supervisando que todo estuviera en perfecto estado para la anhelada ceremonia de su nieta. Ella, al igual que casi todos los invitados, desconocían la situación ya que Nagisa decidió mantener la esperanza hasta el último minuto. La abuela Aoi también se encontraba allí con ella, aunque prefería quedarse sentada revisando su teléfono.


Los minutos pasaban a toda velocidad y Shion se movía de un lado a otro recibiendo invitados y acomodando los lugares. A ratos miraba su teléfono con bastante nerviosismo, pero trataba de disimular lo más posible.

A la ex presidenta de Spica se le abrieron con emoción los ojos cuando ve llegar algunos rostros muy conocidos de su vida en Astraea.


    -No puedo creerlo, vi tu nombre en la lista de invitados, pero no creí que pudieras venir…Príncipe de Spica

    -Es un honor volver a verte, Shion san

    -Amane, el honor es mío ¿puedo abrazarte?

    -Claro que sí

    -Ahh, cuantos años sin verte…pensé que vendrías con… 

    -¿Hikari?

    -Sí…


Shion observa preocupada el rostro de Amane, pensando que quizás ellas ya no siguieran juntas y no quería plantear un tema complicado en ese momento.


    -Tuvimos un percance y no pudimos coordinar bien nuestras actividades familiares, pero ella viene en camino, no te preocupes -Sonríe tranquila

    -ah! ¡Que alegría! -Respira aliviada


Los hermanos de Shizuma se hacen presentes ante Shion ante la profunda exclamación de la abuela Hanazono a lo lejos, la emoción familiar se siente en el aire y los abrazos efusivos hacían olvidar por un instante a la rubia, el problema que había detrás.


    -Seiki, Fanny, que alegría verlos…lucen increíbles

    -Muchas gracias Shion sama! -Hace una reverencia Fanny - ¿Dónde esta mi hermana? ¡Muero por ver su ropa de novia!

    -ehm…paciencia, ya podrán verla… -sonríe nerviosa



AEROPUERTO DE TOKYO


Frente a la pantalla de vuelos arribados caminaba de un lado a otro, la ex presidenta de Miatre. Se desabrochó su abrigo ya que todo el estrés de aquel día le hacía olvidar el frío del momento.

El vuelo proveniente de Ciudad de México había llegado al fin y ahora era solo cosa de esperar a que Shizuma saliera por la puerta de llegadas. Sin avión privado, fue un arranque de suerte encontrar un vuelo que calzara en el tiempo justo y parecía que podían lograrlo.

Muchas personas con letreros, globos y flores se agolpaban en la salida de la puerta por lo que Miyuki se apresuró para intentar ver a su amiga entre la multitud, pero no fue difícil. A pesar de lucir terriblemente agotada, los ojos de Shizuma destacaban de todos por su potencia y vivacidad.


    -¡Shizuma!


La ex Etoile, acostumbrada por años a escuchar su llamado de atención, distinguió la voz de su amiga entre toda la gente y apresuró el paso. Dejó el carrito con maletas y se abrazaron fuertemente.


    -¡Llegaste! ¡Lo lograste!

    -Aún no Miyu chan, tenemos que correr


Miyuki asiente de acuerdo al plan que habían trazado previamente, pero se detuvo a observar el carrito de maletas.


    -Shizuma…¿entiendes que todas esas maletas no cabrán en mi auto?

    -Por supuesto que lo sé, por eso preparé la más importante y las otras se quedaran aquí guardadas


Corrieron a dejar las maletas guardadas en el servicio especial del aeropuerto y tomaron la que ya estaba preparada. Los minutos avanzaban a toda velocidad y de forma cruel. 

Ambas estaban corriendo hacia la salida del aeropuerto cuando se topan con un rostro familiar que voltea hacia ellas casi con espanto.


    -¡¿Miyuki san?! ¡¿Shizuma san!? ¿¿No deberían estar en la boda??

    -¿!Hikari!?? ¿Vas a la boda?

    -Sí, acabo de llegar e iba a tomar el…

    -¡No hay tiempo!


Shizuma toma del brazo a Hikari y antes de explicarle algo corren hasta el vehículo de Miyuki en el estacionamiento.



CEREMONIA


El recinto ya estaba lleno con los invitados y la música acompañaba el ambiente expectante. La persona que oficiaría la ceremonia ya había llegado y miraba su reloj antes de pasar al altar que ya se encontraba listo.

La abuela Hanazono intuía que algo ocurría porque no había visto ni a su nieta ni a Nagisa, quien había permanecido en la cabaña de preparación.

Tamao y Chikaru llegaron al lugar y se sentaron en la primera fila en los asientos reservados que tenían, pero sus rostros lucían algo intranquilos. De la otra fila, Seiki y Fanny susurraban con su abuela, todos intuyendo que algo ocurría.


La oficial de la ceremonia caminó hasta el altar y observó a Tamao en la primera fila quien pareció darle una señal. El reloj indicaba la hora y la ceremonia debía llevarse a cabo, la música se detuvo y la oficial habló. Todos pusieron atención en silencio.


    -Bienvenidos sean todos a esta hermosa tarde, en la que nos reunimos para un momento tan especial, en el que presenciaremos la unión de dos bellas personas, bajo el vínculo más importante que conocemos…el sagrado matrimonio…


Shion se había quedado de pie al final de corredor casi como en modo vigía, pero sabía que el tiempo se había agotado y que Nagisa tendría que salir sola al altar para cancelar la ceremonia. Se le apretaba el pecho de sólo pensarlo, pero estaría allí para apoyarla.


    -…por eso invito a pasar al altar a las novias, Aoi Nagisa y Hanazono Shizuma…


Todos voltearon para verlas entrar juntas, pero para sorpresa de todos, al final de corredor, sólo estaba Nagisa de pie mirándolos con una sonrisa nerviosa y los ojos tristes.


    -oh por Dios, ¡¿Shizuma que hiciste!? -Susurra la abuela Hanazono


La pelirroja respiró profundo y ante la atónita mirada de todos, caminó solitaria por ese pasillo rumbo al altar. Estaba tan hermosa pero tan triste al mismo tiempo que nadie se atrevió siquiera a preguntar nada, ni siquiera la oficial de ceremonia.

Sosteniendo un hermoso ramo de flores entre sus manos, llegó al altar, volteó hacia todos y sonrió. Tamao apretaba las manos de Chikaru para intentar no llorar o gritar.


    -Hola a todos. -Dice Nagisa .-Es realmente emocionante poder verlos a todos aquí esta tarde…sé que deben estar pensando cosas terribles pero les pido que no lo hagan. Las cosas a veces no salen como uno las planea y a pesar de que se ponga todo el corazón en ello, a veces hay cosas que no podemos controlar en último minuto…


Todos no dejan de mirar atónicos a la novia solitaria y algunos murmuran sobre lo que pudo haber ocurrido.


    -…por eso, lamento decirles que cance…

    -¡NAGISA!


El corazón de la pelirroja brincó casi como en modo flashback hasta aquel día de la ceremonia Etoile cuando Shizuma irrumpió en el lugar de pronto.

Todos voltearon sorprendidos y se toparon con la otra novia al final del corredor. Shizuma con ojos encendidos y una sonrisa enorme, la miraba hasta el altar.


    -ay por Dios, estas niñas me provocarán un infarto -Comenta la abuela Hanazono

    -Shi…Shizuma…


La ex Etoile caminó a paso firme ante los ojos humedecidos de Nagisa quien no dejaba de admirarla. No sabe como lo hizo, pero llego vistiendo su traje diseñado para la ceremonia y que rompía con lo que tenía en mente para ella. También diseñado por Chikaru, su traje era una combinación de pantalón con una blusa blanca escotada y una cola que le creaba un efecto de realeza a la pieza completa.


Shizuma llegó al altar y se paró junto a Nagisa tomando su mano.


    -Perdóname por el retraso, pero no iba a perderme por nada del mundo este momento…

    -Shizuma… -Sonríe soltando una lágrima

    -Ya todo esta bien amor -Limpia esa lágrima


La oficial de ceremonia al igual que todos los espectadores algo confundidos, mira a ambas novias, aclara su garganta y comienza.


Shion, al final de pasillo sintió temblar las piernas de la emoción al saber que todo se había solucionado. Miyuki se para junto a ella y Hikari, para su gran sorpresa.


    -¿Hikari chan?? ¿Qué…?

    -Ya te lo contaré…por ahora veamos la ceremonia…-Dice Miyuki tomando su mano


Llegaba el momento de los anillos y Tamao se acercaba a Nagisa para entregarle desde la cajita pequeña, el anillo para Shizuma. Por el otro lado, esa función la realizó Miyuki.


    -Aoi Nagisa, ¿aceptas a Hanazono Shizuma como tu esposa para amarla, respetarla y cuidarla hasta que la muerte las separe?

    -Sí, acepto

    -Hanazono Shizuma, ¿aceptas a Aoi Nagisa como tu esposa para amarla, respetarla y cuidarla hasta que la muerte las separe?

    -Sí, acepto

    -Por el poder que me concede la ley, las declaro esposas…pueden besarse


La música volvió a sonar, los invitados se ponen de pie y Shizuma con su mirada intensa paralizó nuevamente a Nagisa frente a ella.


Sus corazones por un instante las llevaron hasta la sombra del árbol de cerezo en la colina de Astraea, en donde se vieron por primera vez. Esos intercambios de miradas en los pasillos. Su interpretación juntas de Carmen. Extrañarse en vacaciones de verano. Esas prácticas de francés. El beso en la piscina. La separación y el reencuentro.

Tantas emociones habían construido y tantas más faltaban aún.


Miyuki las miraba y se limpiaba una lágrima que caía por su mejilla. Todos aplaudían y unas campanas sonaron a lo lejos.


    -No importa la distancia que me toque recorrer ni las pruebas que me pongan en el camino…no dejaré de amarte, Nagisa…

    -Te amo Shizuma…amo construir esta vida junto a ti…



El salón se llenó de fiesta, de música, comida y parejas bailando felices en honor a las ahora esposas que no se despegaban ni un instante. 

A pesar del enorme cansancio, Shizuma guardó energía para tomarse fotos y compartir con todos los invitados y ver sus rostros sorprendidos con la larga historia de la travesía emprendida para poder llegar a tiempo. Los ojos de Nagisa volvieron a iluminarse al verla hablar con todos de un lado para otro, Tamao y Chikaru se le acercaron.


    -Nagisa chan, ¿ya estas tranquila?

    -Claro que sí Tamao chan. Me angustiaba tanto saber que si cancelaba todo ya no íbamos a poder disfrutar de todo esto y de ustedes aquí. Nos esmeramos mucho en que todo, hasta el último detalle de esto fuera maravilloso.

    -Y lo es Nagisa chan -Dice Chikaru.- Es una fiesta maravillosa que no olvidaremos

    -Tengo tanto que agradecerte Chikaru, tu trabajo ha sido perfecto como siempre. No podía creer lo hermosa que se veía Shizuma cuando entro, todo ha sido una gran sorpresa y creo que valió mucho la pena no ver su traje hasta el final

    -Ya sabes, no debes ver a la novia antes de la boda y ustedes lo cumplieron exageradamente bien



Las luces del salón brillaban con suaves tonalidades y las bandejas con copas no dejaban de pasar junto a los invitados. Shizuma interrumpió las risas de Nagisa con sus amigas abrazándola por la cintura.


    -Señoritas, ¿me permiten bailar un momento con mi esposa?

    -Por supuesto Etoile, adelante


Nagisa junto a Shizuma sonrojándose como las primeras veces que la tenía enfrente, sintiendo mariposas revolotear por todo su cuerpo con sus cálidas manos en la cintura sabiendo que la hacía estremecer como la primera vez a solas. Han pasado los años, pero la química frenética entre ambas no se apaga ni un poco. La ex Etoile se acurrucó en el cuello de Nagisa y fue cuando notó el cansancio absoluto hacerle pesado el cuerpo. La pelirroja sabía todo el esfuerzo que había hecho y que ahora era momento de descansar.


    -Amor -Dice Shizuma acurrucada

    -Dime, mi vida

    -¿sabías que Hikari esta esperando un bebé? ¿no es eso lindo?


Nagisa abre los ojos enormes y no sabía porque sentirse más impactada, Shizuma la miraba con ojos traviesos y muy cansados.


    -Shizuma, tendrás que contarme todo lo que ha pasado

    -…sí…quizás al desayuno…


Nagisa acaricia el rostro cansado de la ex Etoile para darle un profundo beso y qudarse así por un largo rato en la que parecía, la noche más larga de la vida.





FIN




¿???






EXTRA

EN EL AUTO DE MIYUKI 1 HORA ANTES



Miyuki aceleraba para entrar a la autopista a toda velocidad, a su lado iba sentada Hikari y en el asiento de atrás iba Shizuma intentando armarse para el gran evento. La maleta desarmada y el asiento lleno de ropa mientras Shizuma intentaba desvestirse, Hikari un poco asustada por la velocidad se tomaba del pasamanos junto al techo y miraba nerviosa a ambas.


    -Si, es un gusto volver a verlas chicas 

    -Ha pasado mucho tiempo Etoile Cadette

    -No me digas así Miyuki san, ya ha pasado mucho tiempo desde que estábamos en la colina

    -Lo sé, pero creo que no puedo verte de otra forma, te ves tan joven y adorable

    -Si te escuchara Amane te aplastaría con su caballo -Dice traviesa Shizuma atrás

    -No hagas bromas y vístete pronto -Responde Miyuki

    -A la orden jefa, tu sólo acelera


El vehículo de Miyuki avanzaba feroz en la autopista adelantando de un lado para otro, cosa que tenía súper nerviosa a la ex Etoile a su lado. Tanto era el movimiento que intento mirar hacia atrás para hablar con Shizuma pero sus ojos se abrieron enormes al verla semi desnuda luchando por ponerse el pantalón en el estrecho espacio.


    -Disfruta la vista -Sonríe traviesa Shizuma

    -No puedo creer que vayamos tan atrasadas a tu propia boda, Shizuma san

    -Todo es culpa de Trump… 

    -No bromees con eso Shizuma, lo que ocurre en EEUU es grave

    -Lo sé, y sigue siendo culpa de él…


El rostro de Miyuki concentrado en la pista lucía completamente distinto a lo que Hikari estaba acostumbrada de ver en la colina, sus cejas fruncidas parecían odiar a todos los conductores en ese momento que parecían lentos y torpes según su percepción del momento.


    -¡QUITATE! ¡Que no ves que llevo prisa!? -Grita Miyuki por la ventana


Hikari mira con espanto como Miyuki maniobra pensando que detrás del volante era una persona completamente distinta, mientras de reojo sólo podía ver las piernas de Shizuma de un lado a otro.


    -Hikari…¿te sientes bien? -Pregunta Shizuma- Aunque vaya acá atrás no te veo muy bien

    -¿Qué dices Shizuma!? -Pregunta nerviosa Miyuki

    -Es verdad…yo…

El rostro de Hikari se transformó de pronto, quizás con la velocidad o los movimientos, pero no lucía muy bien y antes de que ocurriera una catástrofe, Shizuma de la nada sacó una bolsa que le pasó. Miyuki preocupada mira de reojo a la ex Etoile quien se puso a vomitar dentro de la bolsa.


    -¿Qué!? -Exclama Miyuki

    -Tranquila Miyu chan…cualquier se marea con tu estilo de manejo

    -Gracias Shizuma


Miyuki redujo la velocidad mientras Shizuma le acariciaba la espalda.


    -Perdón chicas…-Dice muy avergonzada Hikari -Esto no era nada parte del plan

    -De seguro comiste algo en el avión que te cayó mal -Dice Miyuki

    -Estoy embarazada.


    ¿¿¡¡QUÉ!????? -Gritaron ambas


Miyuki desvió el camino y frenó de golpe en una gasolinera haciendo que Shizuma casi saltara al asiento del frente sólo en brassier. Hikari bajo corriendo al baño dejando a las dos mirándose con enorme sorpresa.


    -Hikari chan…em…¿embarazada!? -Susurra Miyuki

    -Que bueno que frenaste, así termino de vestirme

    -¿no te sorprende? 


Shizuma baja del auto abrochando la blusa y acomodándose el pantalón, la gran cola no se la pondría allí y esperaría a bajar definitivamente del vehículo. Luego de un par de minutos, Hikari regresa y parece más tranquila y refrescada.


    -Perdón de nuevo chicas por todo esto…-Mira a Shizuma- WOW…Shizuma san, te ves realmente hermosa

    -Hikari chan -La abraza- es una increíble noticia la que nos das, te deseo lo mejor para ti y ese hermoso bebé que viene en camino, ¿puedo? 

    -Claro


Shizuma toca la barriga muy pequeña de Hikari que era imperceptible detrás de la ropa de invierno que llevaba. Miyuki también se acerca para abrazarla.


    -Perdón por ir tan deprisa, nos hubieras dicho antes sobre tu estado

    -Son las primeras en saber -Se sonroja

    -¿Qué!?? 

    -Les contaré, pero creo que debemos seguir…Nagisa chan te espera…

    -¡Cierto!


Todas de regreso en el automóvil y nuevamente Miyuki pisa el acelerador para regresar a la autopista a toda velocidad mientras Shizuma parecía muy atenta al relato que Hikari les contaría.


    -Ya lo habíamos planeado todo con Amane. Ella intentaba disimularlo, pero la idea de que tuviéramos un bebé le entusiasmaba mucho y debido a todos sus entrenamientos y competencias, decidimos que yo sería quien lo tendría.

    -¿y como fue todo eso? -Pregunta Miyuki

    -Fuimos a una clínica especializada en fertilización y nos recomendaron el método ROPA

    -Ah, eso es de lo que me ha hablado mucho mi abuela -Dice Shizuma

    -¿Tu abuela sabe de esos métodos? -Curiosa Miyuki

    -Claro que sí, ella esta muy entusiasmada con la idea de tener bisnietos Hanazono

    -Me alegra saber eso Shizuma -Sonríe Hikari -Así que espero un bebé de Amane

    -¿usaron un donante anónimo? -pregunta Shizuma curiosa

    -No, un primo mío muy querido fue a la clínica y ya. Así que el bebé será completamente nuestro.

    -Vaya…esto es demasiada información -Dice sorprendida Miyuki

    -Miyu chan, ¿porqué te sorprendes? Tu trabajas en medicina, esto debe ser algo natural para ti -Dice Shizuma desordenándole el cabello

    -Soy neurocirujana, no trabajo con óvulos

    -Bueno, cuando quieran les doy el dato de la clínica en la ciudad. Amane no sabe nada aún ya que fui donde mis padres y allá me hice un test de embarazo…quiero darle la noticia en la fiesta

    -Gracias Hikari chan! Me has dado un golpe de energía que necesitaba en este momento -Dice enérgica Shizuma, estirándose en el asiento trasero

    -De verdad nos alegra mucho Hikari, serán unas madres asombrosas 

    -Muchas gracias a ustedes por escuchar todo esto, me siento muy aliviada.


Después de salir de la autopista y tomar un camino más pequeño y rural, el vehículo llegaba al fin al recinto. Un guardia abría la enorme reja de acceso y dentro el estacionamiento estaba lleno con autos de los invitados.

Shizuma bajo veloz del vehículo mientras Hikari y Miyuki se apresuraban a enganchar la cola del traje de novia y darle el toque final.

Miyuki no pudo evitar emocionarse al verla por lo que Shizuma la abraza muy fuerte.


    -Gracias Miyu chan, gracias por todo.

    -Sabes que siempre estaré cuando me necesites, Shizuma. Ahora ¡ve!


Una sonrisa traviesa y se puso a correr a toda velocidad en el último trayecto de su viaje. La última distancia que la separaba del momento más esperado de toda su vida. Su corazón se aceleraba a cada paso y la fría brisa le desordenaba el cabello y le ampliaba el pecho feliz, lleno de amor sincero.

Las puertas estaban frente a ella y Shion la vio llegar con mucha emoción, nadie más se había percatado de que la novia faltante, ya había llegado.


    -¡NAGISA!


Unos pétalos de flores volaron de un lado a otro ante los atónitos ojos de Nagisa que quedo paralizada con el corazón hinchado de emoción al verla llegar.


La distancia había acabado, ahora era tiempo de celebrar y ver su sonrisa junto a la mía.






FIN


30 de octubre de 2017

Especial Nº6 (Halloween - Atrapada)

Strawberry Fics Especial Halloween 2017 - Atrapada


Shizuma abrió los ojos y vió que estaba en medio del bosque camino hacia el Ishigo Sha, ya había caído la noche y una helada brisa cruzaba de lado a lado la colina haciendo estremecer las ramas de los árboles. El paisaje lucía sumamente oscuro y parecía que los faroles del camino no tenían la suficiente fuerza para iluminar la ruta.
La ex Etoile respiró profundo acomodándose el cabello y dio unos cuantos pasos.

-¿Como se me pudo pasar la hora tan rápido? Otra vez quede fuera de la residencia...de seguro Nagisa me regañara...igual que Miyuki…

Caminó de regreso hacia la residencia haciendo sonar las hojas secas bajo sus pies al mismo tiempo que sintió que el aire frío le invadía por debajo del negro uniforme, junto sus manos intentando calentarlas sin perder el ritmo al caminar.

Astraea de noche podía parecer un lugar siniestro para cualquier persona ajena a la colina, pero no para Shizuma quien vivía allí desde sus más tiernos años. Conocía cada rincón del lugar como la palma de su mano y creía que ninguna de esas extrañas historias de terror podría asustarla, sabía que muchas de esas cosas venían de las creativas mentes de las senpais de otros años e inclusive de ellas mismas, que junto a sus compañeras crearon historias para asustar a las de grados menores.
Con esa misma confianza que siempre la ha caracterizado, siguió caminando colina arriba sin apresurarse, ya sabía que tendría que saltar nuevamente la reja si quería volver a dormir en su habitación, siempre a hurtadillas para que la hermana no la atrapara entrando a esas horas.

El cielo oscuro proyectaba débilmente la luz de una luna menguante que a ratos se cubría con lánguidas nubes grisáceas que ayudaban a dibujar un sinfín de sombras y formas a través de toda la colina, pero nada de eso podía perturbar la tranquilidad de la joven que seguía avanzando a paso firme.

Todo se podía vislumbrar con cierta calma a esa hora de la noche y el sonido de algunos animales e insectos era lo único que podía oírse con claridad, todo era normal hasta que algo hizo voltear su mirada hacia un lado. La silueta de alguien había caminado entre los árboles y Shizuma apenas alcanzó a vislumbrar con el rabillo del ojo.

-¿qué? ¿Alguien más se quedó fuera de la residencia? ¿Quién podrá ser?

Se detuvo e intentó mirar por el oscuro paisaje para ver de quién se trataba, pero el sonido de unos pasos la hicieron voltear en dirección contraria.
Su penetrante mirada se topaba con el tronco de los múltiples árboles que allí alojaban y que le impedían dar con la dueña de esos pasos.
La ex Etoile estaba curiosa y quería saber quién había osado saltarse el toque de queda al igual que ella. Muchas veces había quedado fuera de la residencia por múltiples razones y jamás había visto a alguien más en esas circunstancias, siempre caminó sola de regreso a casa.

-te saltaste el toque de queda, vaya pensé que era la única. -dijo en un tono relajado dirigiéndose a esta persona que creía estaba detrás de los árboles.

Suspiro y retomó su camino sin saber si darle importancia a esta muchacha perdida en el bosque. Alcanzó a dar dos pasos más cuando vio de reojo a una mujer cruzarse por detrás de los árboles vistiendo ropas negras.

-ah y debes ser de Miatre...si la hermana Hamasaka se entera que estamos fuera a estas horas nos meteremos en problemas, así que si quieres saber cómo regresar “a salvo” a la residencia, será mejor que vengas conmigo

Se detuvo nuevamente esperando la respuesta de aquella misteriosa muchacha pero solo escucho el sonido del viento y algunos grillos que anunciaban su presencia allí. Dio un paso para acercarse a los árboles pero aquella mujer apareció repentinamente unos metros más allá, escondiéndose tras otros árboles.

-oh vamos, no te iré a buscar, solo quiero regresar a mi habitación a descansar no quiero jugar…

Ya sin tantos ánimos Shizuma camino un poco más adentrándose en el bosque de la colina, pero nuevamente escuchó los pasos detrás de ella por lo que volteo apresurada.

-espera, ¿a qué estás jugando?

Volvió a ver su silueta caminar hacia un lugar y volver a esconderse tras los árboles, pero casi al mismo tiempo la silueta aparecía casi detrás de ellas.

-¿quién eres?? ¿¿Qué estás haciendo??

Shizuma miró para un lado y otro sin entender cómo esa persona podía moverse tan rápido. Decidió moverse hacia ella con todas las intenciones de encontrarla y aclarar el misterio.
La luz tenue de la luna le indicó el camino y corrió hacia donde la vio aparecer y donde se perdió no sin antes alcanzar a distinguir algo de cabello casi de color blanco.
El corazón de Shizuma se aceleró y motivó a sus pies a moverse más rápido, aquella muchacha estaba huyendo de ella y casi parecía que se estaba burlando de la ex Etoile.

-deja de esconderte! Si la hermana nos escucha tendremos serios problemas!

Volvió a insistir pero parecía que no servía de nada, la mujer volvía a aparecer por uno y otro lado y Shizuma comenzó a palidecer.

-No puede ser cierto…debo estar imaginando cosas. Debo regresar cuanto antes

Dio media vuelta para retomar el camino y se apresuró por llegar pronto al ishigo sha, pero la silueta no dejaba de aparecer muy cerca de ella y de ocultarse, tanto fue así que Shizuma comenzó a correr colina arriba. Lo que ocurría no era normal y creía que por primera vez estaba sintiendo miedo de estar a mitad de esos caminos que conocía tan bien.

Corrió y corrió hasta ver aparecer a lo lejos la residencia pero de pronto y de manera fulminante la persona oculta detrás de un árbol salió veloz de su escondite interceptandola a toda velocidad, sus ojos se abrieron enormes y el choque era inminente, sólo atinó a levantar sus brazos pero nada podría evitar chocar con aquella figura tan siniestra que alcanzaron a ver sus ojos. Su rostro le era tan familiar y aquel cabello grisáceo largo y ondulado era exactamente como el suyo pero su mirada en verde penetrante estaba sumida en una profunda y tétrica oscuridad que le hizo llenarse de miedo como nunca antes.

Todo se envolvió en tinieblas.



Abrió lentamente los ojos pensando que largos minutos habían pasado. Bajo los brazos esperando no encontrarse con aquella mujer. Su corazón estaba latiendo a mil por hora y cuando solamente escucho silencio a su alrededor, se sintió capaz de mirar al frente.

Ya no escuchaba el aire ni los insectos, la mujer ya no estaba junto a ella y pudo bajar sus hombros con algo más de tranquilidad, pero ese sentimiento no duraría mucho. Miró a su alrededor y vio que estaba en el jardín del ishigo sha y frente a ella, la residencia lucía muy extraña.

-¿donde se fue esa chica…?

Se preguntó a sí misma sintiendo un escalofrío recorrerle la espalda al recordar su imagen tan parecida a ella misma. Su mente estaba un poco convulsionada y no pudo evitar pensar que todo esto se trataba de cansancio extremo.

-estaba hace un segundo fuera y ahora estoy aquí dentro…¿que está pasando?... debe ser el estrés por los exámenes finales sin pensar en todo lo que tendré que hacer apenas me gradúe… -Suspiró y se masajeó el cuello intentando relajarse- Le diré a Nagisa que necesito un masaje y vacaciones...largas vacaciones…además… ¿¿quién rayos era esa chica? ¿Y porque se parecía a mí?? Aunque daba bastante miedo...qué rayos...

Su mirada volvió a analizar toda la escena y vio nuevamente la residencia, donde algo no cuadraba.

-¿qué está pasando aquí? Luce como si llevara cien años vacia…

Había estado estática desde que reaccionó y sus músculos se habían tensado con el fulminante encuentro fantasmal y ahora que quiso dar un paso noto cómo se destrabaron sus piernas. No quería reconocerlo pero el temor no dejaba de cruzar por su mente.

Caminó hacia la residencia sin dejar de notar que lucía completamente oscura. Llegó al cuarto de música por donde normalmente entraba a hurtadillas y se asomó para ver al interior. Sus ojos no podían creerlo.

-¿qué demonios está pasando aquí!?

Abrió lentamente la ventana que no dejo de crujir nunca, parecía llevar mucho tiempo cerrada y trabada por lo que tuvo que esforzarse para abrirla, eso no era normal.
Con su habilidad dio un brinco y se coló en el interior pero sus ojos seguían sin dar crédito a lo que veían.
La habitación lucía como un edificio abandonado, los muebles estaban cubiertos de enormes telas de arañas, polvo por doquier y las paredes estaban descoloridas como si la residencia hubiera sido abandonada hace mucho tiempo.
Shizuma siguió avanzando sin poder explicarse lo que veía, tanta era la sorpresa que se detuvo y se dio golpes en las mejillas esperando reaccionar.

-espera...piensa Hanazono...esto no puede estar pasando...debe ser algún juego de Halloween que de seguro planearon las de Spica, Yaya siempre se disfraza así que seguro planeó todo esto con las demás para asustarme...iré a buscar a Nagisa y aclarare todo esto de una vez

Fue hasta la salida de la habitación no sin antes ver el piano que lucía de la misma manera, pero su corazón saltó al ver que la madera estaba corroída.

-esto fue demasiado… dañar el piano así no es gracioso…

Dio media vuelta y salió de la habitación pero su corazón volvió a saltar al enfrentarse al pasillo. Miro a ambos lados y vio que todo el lugar estaba en las mismas condiciones, sucio, agrietado, corroído y tapizado en telas de arañas y polvo.
Sintió que sus manos se pusieron muy frías y que su respiración helaba.
Se dirigió al hall central aún con la esperanza de encontrarlas a todas y que salieran a asustarla para acabar con él tétrico juego.

-¿Acaso estaré soñando?

Shizuma al medio del hall miró de nuevo a todos lados y en ese preciso instante su sonrisa volvió a su rostro ya que al fondo del primer piso vio una luz encenderse y escucho pasos cercanos, sus ojos se regocijaron al ver un rostro familiar caminar por ese lado del pasillo.

-oh al fin, sabía que todo esto era una broma...y te habias tardado en aparecer, Miyuki!

Vio a su amiga caminar por el pasillo y doblar en la esquina hacia las habitaciones de Miatre pero nunca volteo a verla, no se le hizo extraño así que se apresuró a encontrarla. Los focos en las paredes iban encendiéndose a medida que avanzaba lo que le daba mucha más tranquilidad aunque las paredes no dejaban de verse descoloridas, creía que eso no importaba ahora por lo que buscaría a su amiga para que le explicara todo lo que estaba pasando.

-Hey Miyu chan, ¿porque vas tan apurada? Espera

La persiguió por el pasillo y vio que entró en su habitación así que volvió a apurar el paso y ya frente a su puerta se detuvo.

-Ya Miyuki, estuvo bueno el juego, vi que se esmeraron esta vez pero creo que ya fueron muy lejos

Abrio la puerta pero dentro no estaba Miyuki y lo que era su habitación estaba igual que todo el lugar, sucio abandonado, percudido. Las luces que se habían encendido por el pasillo y que le habían dado calma, se apagaron de pronto regresando a la siniestra oscuridad del principio. Su pecho comenzó a angustiarse más de lo normal.

-Mi...Miyuki...¡¿donde….estas?

La puerta a sus espaldas era la de su propia habitación y pensando que se trataría de un sueño, volteo rápidamente para entrar en ella pero para su enorme sorpresa, la puerta estaba trabada y completamente cerrada.

-¡No puede ser!

Reviso los bolsillos de su uniforme buscando las llaves pero vio que no traía nada consigo, se detuvo unos instantes muy pensativa, en ese momento recordó algo.

-¿Uniforme? ¿porque llevo el uniforme? Si esta mañana salí a la ciudad...le avise a Nagisa que regresaría tarde igual que a Miyuki...no llevaba mi uniforme…Si esto es un sueño, ¿en que momento me dormí?

Su mente intentando apaciguarse volvió a pensar que todo se trataba de un sueño por lo que pellizco sus mejillas creyendo que así podría despertar pero nada de eso paso.
Sus oídos le alertaron de alguien cerca del hall y cuando volteo a ver quién sería esta vez, solo alcanzo a distinguir el hábito negro.

-¿hermana Hamasaka? Quien iba a decir que me alegrara tanto de verla

Se apresuró por alcanzarla y vió que había subido las escaleras y se perdió por el pasillo del segundo piso. Omitiendo cualquier regla de la colina, se puso a correr a toda velocidad escalera arriba para darle alcance, llegó al pasillo y vio que aquella mujer doblaba por el pasillo hacia las habitaciones de Miatre.

-No sabía que la hermana Hamasaka pudiera caminar tan rápido!

Llegó allí, al pasillo donde estaba la habitación de Nagisa y se detuvo a ver a la hermana detenida al final del mismo pasillo, estaba de espaldas y de alguna manera le hacía sentir más tranquila.

-Hermana! Lamento molestarla a estas horas de la noche pero...quiero saber qué está pasando...

El tono de su voz sonaba tan inocente en aquel lúgubre lugar que casi no reconocía como la residencia. La mujer del otro extremo comenzó a girar hacia ella y en ese instante Shizuma supo que no se trataba de la hermana Hamasaka ni mucho menos de alguien que pudiera ayudarle. Sus ojos verdes se abrieron temerosos, al ver el negro hábito que reconoció como de muchos años antes y que había visto en viejas fotografías de la colina.

-No puede ser!

Dio un paso atrás con visible temor ante aquella mujer que ya la estaba mirando desde el extremo del pasillo, su rostro era inconfundible y cientos de veces había escuchado una descripción así. Ojos hundidos y rodeados de un siniestro color negro, la piel blanca agrietada resaltaba con potencia del color de aquel uniforme y sus manos...sus manos era lo que más destacaba por su destrucción, sus largos dedos estaban completamente zafados, quebrados, volteados y envueltos en una gruesa capa de sangre que parecía no dejar de salir.
La ex Etoile sentía que su propia sangre se congelaba en sus venas, las historias que siempre escuchó se estaban haciendo realidad frente a sus ojos y si es que era un sueño esto ya rayaba en una realidad absoluta que no podría controlar.
Pensó en salir corriendo pero en ese instante, la puerta que correspondía a la habitación de Nagisa se abrió lentamente y con ella la luz del interior iluminó el oscuro y tétrico pasillo regalandole algo de calidez a esa terrible situación. Los ojos de Shizuma no podrían creerlo pero casi en cámara lenta vio salir de allí a su pelirroja ya vistiendo su pijama, su corazón se alegró tanto que creyó sentir una lágrima asomarse.

-Nagisa!

Le habló alto y claro pero la pelirroja parecía no escucharla, lucía un poco preocupada y cabizbaja, cerró la puerta detrás de ella y Shizuma se percató que la monja al otro extremo del pasillo, avanzó hacia la pelirroja sin caminar, parecía que levitaba a tan solo unos centímetros del suelo.

-Nagisa!! Cuidado!!

La pelirroja no parecía darse cuenta de la situación y la monja parecía ir cada vez más rápido por lo que Shizuma no dudó y comenzó a correr hacia ella para intentar salvarla de aquella figura fantasmal. Ella abrió los brazos para cubrir a Nagisa e idealmente salir ambas corriendo de allí, pero en cosa de segundos notó que la más joven miraba al suelo sin notar su presencia ahí.

-¿Nagisa!?

La velocidad de todo pareció ralentizarse en ese instante y la monja ya estaba casi encima de ambas pero fue cuando notó que Nagisa siguió avanzando por el pasillo y que atravesó el cuerpo de Shizuma como si se tratara de un holograma, sus ojos no podían creerlo y de frente la hermana sangrienta se abalanzaba encima de ella sin darle tiempo a cubrirse.

Todo se envolvió en tinieblas.


-Ya se hizo muy tarde, ¿crees que volverá esta noche? -No lo sé, no ha llamado ni dado ningún aviso, así que creo que debe estar en camino -Entonces saltará de nuevo la reja -Si, es lo más probable, ya sabes como es -Me preocupa, ya habíamos quedado que esta noche de Halloween haríamos una pequeña fiesta pero sin ella, nada será lo mismo -Tranquila Nagisa, estoy segura que debe aparecer en cualquier momento, sólo espero que no se encuentre con la hermana Hamasaka sino arruinará todo el plan de esta noche - Sí, también lo creo -¿Querían disfrazarse? -Bueno...no podemos hacer mucho ruido así que creo sólo nos reuniremos a contar esas horribles historias… -Bien entonces espero que Shizuma no tarde en llegar para que no te den tanto miedo esta noche -Ojala regrese pronto -


En algún lugar de su mente escuchaba esas voces familiares y cuando pudo reaccionar y abrir sus ojos, se dio cuenta de que esta vez estaba dentro de su propia habitación, pero el ambiente no distaba mucho de hace un rato. Miró alrededor y vio el mismo panorama tétrico con algo de desilusión, pensó que al abrir los ojos todo volvería a la normalidad pero nada de eso pasó. Recordó haber escuchado a Nagisa y Miyuki hablando por lo que abrió rápidamente la puerta esperando encontrarse con ellas ya sea en el pasillo o en la habitación de su amiga pero cuando intento salir, notó que la puerta seguía cerrada con llave, movió y movió la manija intentando abrirla y hasta golpeó la puerta para que la escucharan allí.

-Nagisa! Miyuki! Estoy aqui, abran la puerta!

Un silencio abrumador se instauró del otro lado y de la presencia de su amiga y de su novia no había señales.

-Maldita sea!! Esto es peor que esas estúpidas historias que cuentan...si pudieran ver todo esto...

Shizuma ya se estaba hartando de esta situación dándose un par de vueltas por su desolada habitación, recorrió los muebles y cajones pensando que podría encontrar alguno de sus artículos personales pero no había absolutamente nada, fue hasta el baño que estaba en las mismas condiciones y completamente vacío. Al pasar junto al espejo alcanzo a distinguir algo a pesar de la oscuridad, dudó por unos segundos en acercarse allí, pero lo hizo. El vidrio estaba tan sucio que era difícil alcanzar a ver algo ahí por lo que su propia imagen podría verse muy distorsionada.

-Vamos Hanazono, no seas tonta...si miras ahí de seguro saldrá la hermana sangrienta, eso pasa en las películas ¿no?...da media vuelta y busca una salida...y la manera de volver a la normalidad, no puedes quedarte aquí! imposible!

Su mente daba vueltas intentando dilucidar algo cuando el cerrojo de su puerta se escuchó destrabarse, alguien o algo había quitado la llave y podría ahora salir por ahí.

-Nagisa y las demás están en la fiesta del té, si voy donde están ellas quizás pueda contactarme de alguna manera y salir de esto…no me va a derrotar ningún fantasma!

Dobló las mangas de su uniforme y se acomodo el cabello en una larga cola de caballo bien ajustada, estaba dispuesta a todo con tal de salir de ahí inclusive a enfrentar al ente que recorría la residencia. Se detuvo frente a su puerta, respiró profundo y la abrió de un jalón.
Afuera el pasillo seguía de la misma manera pero con la diferencia de que nuevamente las luces estaban encendidas pero ahora por toda la residencia, pero solo tenían la fuerza de unas velas y se movían de igual manera generando sombras en las desdibujadas paredes.

Shizuma había cambiado su actitud por completo, sabía que debía encontrar la salida a esta situación y no caería en miedos infantiles que pudieran atacarla en estos momentos. Respiro profundo, volvió a pellizcar sus mejillas para ver si despertaba pero todo seguía igual, ya tenía que avanzar.



Nagisa abrió la puerta de su habitación y vió que todas sus amigas estaban esperandolas con la mesa servida, pero al verla todas supieron que algo sucedía. Yaya que nuevamente se había disfrazado para este día, se puso de pie y caminó hacia la pelirroja que lucía muy preocupada.

-Nagisa chan, ¿que ocurre?
-Perdón, no quiero preocuparlas
-pero se nota que algo ha pasado
-es sólo que...Shizuma aún no ha regresado, salió esta mañana a la ciudad y ya debería estar aquí
-vaya, ya es tarde
-Si, pero no quiero arruinar el ambiente, vamos a tomar el té… ¿Yaya chan?
-Dime Nagisa chan
-¿de que es tu disfraz?, esta vez te ves un poco más normal…
-ah si! es la hija del matrimonio Adams, más conocida como Merlina o Wednesday
-ah claro! te queda muy bien Yaya chan
-Gracias
-Aún así asustaras a alguien por los pasillos -Dice Tsubomi cruzándose de brazos
-oh vamos Tsubomi, sé que te encanta verme así -Se sienta junto a ella sonriendo maliciosamente
-no sé de qué hablas

El grupo era animado y se llenaban de risas y frases alegres pero Nagisa sentía que las cosas no estaban bien e intentaba ocultarlo. Aquella noche, el grupo de chicas reunidas en la habitación era bastante numeroso y en esta ocasión algunas participantes de LeRim se encontraban allí, entre ellas Kagome.
La pelirroja se sentó junto a Tamao mientras Chiyo le servía una taza de té y Tsubomi le acercaba un plato con galletas horneadas durante la tarde, todas hablaban tranquilamente y bromeaban con anécdotas de sus días de clases mientras Kagome analizaba el rostro cabizbajo de Nagisa.



Shizuma corrió nuevamente hacia el segundo piso en dirección de la habitación de Nagisa, sabía que encontraría a todas allí, pero al llegar arriba sintió un escalofrío al doblar la esquina y ver nuevamente al fondo del pasillo a la hermana sangrienta de espaldas. La ex Etoile se detuvo y sintió su agitada respiración y su pulsación en el pecho, miró por lo que pudieron ser largos segundos y notó que la hermana se quedaba allí de espaldas a ella mirando la pared del fondo y alcanzó a distinguir un ruido como si estuviera murmurando algo. -Debo llegar al cuarto -Pensó.
Alcanzó a dar dos pasos discretamente cuando notó que la hermana ya la había escuchado.
-Maldición, no voltees!! -Pensó con agitación.
Por un segundo dudó en hacerlo pero de pronto escuchó la voz de Nagisa venir desde el interior de la habitación y eso fue suficiente para poder llenarse de valor.

-Correré tan fuerte que Tomori me querrá en su equipo!

Levantó la mirada sin miedo a la hermana que ya terminaba de voltearse sin dejar de verla con aquel espantoso rostro digno de una terrible pesadilla. Shizuma se acomodó el cabello y sin esperar más salió corriendo a toda velocidad rumbo a la puerta sin saber si podría abrirla pero la esperanza de poder encontrarse con su pelirroja del otro lado era su mayor motivación. La hermana sangrienta hizo lo mismo, se movió con gran velocidad por el pasillo en su dirección sin dejar de verla con sus ojos perdidos en la oscuridad. Shizuma la desafió con la mirada y no bajó la velocidad ni un solo instante, el choque podría ser inminente y no sabía que podía suceder esta vez.
-Vamos un poco más!!!! -La manilla de la puerta estaba a tan solo unos centímetros de su mano por lo que estiró su brazo lo más que pudo cuando en ese instante el rostro de la hermana se deformaba de manera terrorífica casi enfrente de la ex Etoile, a lo que ella solo atinó a gritar.

-NAGISA!!!!


Todas dentro de la habitación saltaron de miedo al ver que la puerta de la habitación se abrió de pronto de par en par dejando entrar una fría brisa desde el pasillo.

-ay dios mío! que susto! -exclamó Yaya
-Nagisa chan, parece que no cerraste bien la puerta
-Creí que la hermana Hamasaka ya nos había atrapado de nuevo!
-uufff menos mal que no! -Dijo Hikari


Todas intentaban calmarse y darle algo de humor a la situación recién vivida pero solo Kagome se puso de pie para ir a cerrar la puerta. En silencio tomó la manilla y se quedó paralizada en el lugar, nadie pareció darle importancia hasta que Chikaru notó que se tardaba más de lo normal allí de pie.

-Kagome chan ¿qué ocurre?

Su silencio fue tal que el grupo completo volteo a verla intentando saber qué pasaba, Chikaru se puso de pie ya que presintió algo, se acercó a ella a quien apenas le salió la voz.

-Nagisa...san…
-¿eh? ¿qué ocurre?
-Debes...ayudar a Shizuma sama…
-¿QUE!?

La pelirroja se puso de pie en automático y Chikaru comprendió que algo estaba ocurriendo. Kagome no dejaba de mirar hacia el oscuro pasillo con los ojos clavados en un punto. La fiesta del té tomó otro rumbo que nadie jamás presagió.


Pasaron largos minutos y una comitiva de ese grupo se encontraba ahora en la habitación de Miyuki, quien las recibió en pijama a mitad de la noche, el rostro de Nagisa era preocupante y Kagome lucía más misteriosa de lo normal. Chikaru las acompañó esperando poder ayudarlas en caso de que la Hermana Hamasaka las encontrara caminando a esas horas por la residencia.

-Miyuki, necesitamos de tu ayuda -Dice Nagisa con mucha preocupación
-entiendo tu preocupación Nagisa, lo que no entiendo muy bien es lo que me dice Kagome chan… ¿que es eso de que Shizuma está atrapada?
-perdón Miyuki sama, sé que todo esto suena muy extraño pero… -voltea hacia el pasillo- por alguna razón puedo sentirla allí

Chikaru y Miyuki miraron hacia el pasillo tratando de entender lo que la joven les explicaba, Nagisa no hacía más tomarse sus manos con angustia pensando en lo mal que podría estar pasándolo.

La presidenta de Miatre abrió la puerta de su cuarto y miró en todas direcciones del pasillo sin ver nada fuera de lo normal, regresó al interior y se cruzó de brazos. Todas la miraban esperando sus comentarios.

-No puedo pedirle a la hermana que abra la reja…
-¡QUE!? Pero Miyuki, es Shizuma quien está en problemas
-Lo sé, pero todo esto es muy extraño y no quisiera que se hiciera un escándalo ¿que tal que Shizuma está en casa de su abuela? Vamos a despertar a la hermana por nada
-Tiene razón Miyuki -Dice Chikaru con tranquilidad- no podemos alertar a las demás. Si Kagome esta en lo correcto, esto podría asustar a toda la residencia y crearía pánico

Nagisa mira la tranquilidad y frialdad con que las dos presidentas analizan la situación mientras Kagome sigue mirando hacia fuera como si pudiera ver algo invisible.

-Por favor, hay que hacer algo!
-Tranquila Nagisa -Respira profundo Miyuki - Creo que algo aprendí de Shizuma que podríamos aplicar ahora…


Antes de que Chikaru preguntara algo, todas ya se habían trasladado hacia la reja con mucha discreción, se pusieron sus pantalones deportivos al igual que el calzado, debían estar cómodas si querían hacer la hazaña de Shizuma.

-Vaya, no sabía que Shizuma saltara la reja por las noches, que osada! -Dice Chikaru con una sonrisa traviesa

Miyuki fue la primera en saltar, luego la siguió Nagisa que no pudo controlar la vuelta y cayó torpemente sobre el arbusto cercano. Chikaru y Kagome miraron enseguida hacia la residencia esperando que el ruido no haya despertado a la hermana.

-¿Estas bien Nagisa? -ayudándole a ponerse de pie
-Si, perdón

Chikaru y Kagome saltaron ágilmente y en ese instante Miyuki hace una señal con una linterna hacia el segundo piso, desde donde las observaba el resto del grupo. Igualmente le dieron una señal con otra linterna como respuesta, ellas estarian atentas a cualquier cosa que pudiera presentarse, sólo les faltaba unos walkie talkie para ser un equipo de rescate completo.

-Bien Kagome chan, ¿donde es?

La joven se quedó quieta por un instante, todas la miraban con cierta impaciencia y nerviosismo esperando sus instrucciones. El ambiente era extraño y ninguna de ellas había estado fuera de la residencia a esas horas por lo que miraron hacia el bosque dándose cuenta de que realmente lucía algo tenebroso, tanto así que fue imposible no sentir escalofríos. Miyuki recién en ese momento presintió que su amiga efectivamente podría estar en aprietos, miró a sus compañeras que lucían igual de preocupadas.
Kagome sólo movió las manos y se adelantó enseñando el camino, todas la siguieron obedientes y en silencio, Nagisa visiblemente angustiada.
De pronto una fría brisa cruzó toda la colina y las hizo estremecer muy fuerte que hasta soltaron un chillido del susto, en ese momento Miyuki vió que la linterna comenzaba a fallar.

-¿Tenemos pilas de repuesto? -Pregunto Chikaru
-No creo que sean las pilas… -Dijo Kagome

El escalofrío les recorrió la espalda de arriba abajo y Nagisa no pudo evitar aferrarse al brazo de Chikaru que la envolvió con su brazo intentando calmarla. Siguieron adentrándose en el bosque que cada vez parecía más y más oscuro hasta que la linterna dejo de funcionar de pronto y ahí notaron que aquella noche por alguna razón lucía más oscura que otras veces.


Shizuma abrió los ojos y sintió un fuerte dolor en todo su cuerpo haciéndola estremecer hasta caer de rodillas, creyó que el mundo le daba vueltas en la cabeza y que esta vez había sido derrotada completamente. Se quedó allí en el suelo rogando que todo dejara de dar vueltas y que su cuerpo se repusiera pronto.
Parecía que habían pasado largos minutos en esa misma posición hasta que de pronto todo se normalizo y todos los malestares parecían haberse esfumado. -¿Donde estoy? -Susurró apenas incorporándose y levantando la vista con lentitud.
Escuchó el sonido de un reloj colgado en la pared y apenas pudo enfocar miró alrededor reconociendo enseguida aquel lugar, todo estaba como ya lo había visto, abandonado, sucio, corrido y descolorido un pasaje al cual ya se estaba acostumbrando a ver. No sabía cuánto tiempo llevaba en este lugar pero ya estaba descubriendo su estructura.
Puso su mano sobre su rodilla para ponerse de pie sintiéndose muy cansada, se limpió el uniforme quitándose el polvo de encima y miró nuevamente a su alrededor.

-vaya…¿porque razón me trajiste hasta la oficina de la Hermana Hamasaka?

El sonido del reloj seguía su hipnotizante zumbido pero al mirarlo, notó que el segundero avanzaba y retrocedía quedándose estancado en una hora y minuto, eran las 21:33 y eso llamó su atención.

-A esa hora regresé a la colina…¿que significa?

Volteó y miró las paredes donde estaban colgadas cientos de fotografías de distintas épocas, las había visto muchas veces durante las incontables veces que estuvo en esa oficina con distintos motivos, pero esta vez, notó que los rostros de todas en esas imágenes estaban borrados con alguna tinta excepto por una y que databa de hace muchos años atrás, estaba en color sepia y bastante dañada a pesar de estar detrás de un vidrio protector, en ella aparecía un grupo de hermanas vistiendo el viejo hábito y sólo una tenía el rostro sin cubrir. Shizuma le clavó los ojos.

-Tu debes ser…

Era una joven con tierno rostro y mirada tranquila, cualquiera podría pensar que es una muchacha adorable con sólo verla. Estaba casi hipnotizada viendo la imagen hasta que un ruido proveniente del pasillo la hizo regresar en sí.

-No puede ser, viene para acá!

Miró toda la habitación nuevamente pensando en tomar algo para defenderse pero se dio cuenta de que los muebles de la oficina estaban llenos de documentos, eso le pareció extraño ya que todas las habitaciones siempre estuvieron vacías.  Buscó entre los papeles pero todos estaban blancos sin contenido alguno.

-¿¿Que rayos es esto!? Para que tendrían estos documentos en blanco sin nada impor…..

Se detuvo de pronto al encontrar unos papeles que si tenían algo escrito, era un documento antiguo algo amarillento que fue escrito en alguna vieja máquina de escribir, algunas partes de la información estaban borrosas pero tal parecía ser como un acta de defunción y sepultura. Los ojos de la ex Etoile se abrieron con sorpresa al ver un nombre a medio borrar y al final de la página la firma de las hermanas superiores de aquel entonces.

-No puede ser...estabas tan grave y no te llevaron al hospital, ¡¿porque!?

La persona en el pasillo estaba ya frente a la puerta de la oficina y Shizuma vio que la manilla comenzaba a moverse, bajo de nuevo la mirada para seguir leyendo y entender toda la historia detrás de quien parecía ser la hermana sangrienta.

-¿ni siquiera avisaron a tu familia lo que había pasado? ¿es eso? Les avergonzaba la situación!

La puerta se abrió de par en par y el rostro terrorífico de la monja estaba allí nuevamente mirando a Shizuma quien la vió sin dejar de analizar todo lo ocurrido. La monja se abalanzó a toda velocidad sobre ella como ya lo había hecho antes con la deformidad horrorosa de aquel rostro hundido en la más profunda oscuridad, pero en ese instante la ex Etoile la miró sin miedo y la enfrentó.

-PERDÓNALES, KEIKO SAN!!!!

En ese instante que fueron una milésimas de segundos, la deformidad del rostro pareció difuminarse y todo pareció ir en cámara lenta, un tierno rostro apareció detrás y Shizuma alcanzó a verlo por apenas unos instantes.


Kagome apuntó hacia un oscuro lado del bosque donde parecía estar alguien de pie, Nagisa miró con dificultad pero reconoció esa ropa.

-Shizuma!!!! -Gritó Nagisa
-Nagisa! espera! -exclamó Miyuki

La pelirroja corrió hacia la oscuridad y fue perseguida por sus amigas, no le importó nada con tal de llegar cuanto antes donde ella y allí estaba.
Miyuki intentó arreglar la linterna con unos golpecitos y comenzó a funcionar, ninguna podía creer lo que veían.

-Shizuma!!! noo!

Nagisa se acercó hacia ella con algo de temor. La ex Etoile estaba de pie y parecía congelada, sus ojos estaban perdidos mirando hacia la residencia, Miyuki quedó paralizada creyendo lo peor, Chikaru de igual manera no supo qué hacer, sólo Kagome parecía comprender la situación mirándola con detenimiento.

-Nagisa san...no llores… -Dice Kagome
-¿eh?

Nagisa estaba frente a Shizuma si saber que hacer, ella estaba como una estatua y quizás llevaba mucho rato en esa posición, no tenía la mínima idea de como solucionar todo esto.

-Si ella está perdida, debes mostrarle el camino de regreso -Dice Kagome tomándole sutilmente la mano

Miyuki un poco shockeada miraba toda la escena aún sin comprender nada, Chikaru se acercó a ella poniéndole una mano en su hombro.

-tiene razón Kagome chan, eres la única que puede traerla de regreso

Nagisa miró a todas, juntó sus manos, cerró sus ojos y pidió en silencio.



Shizuma volvió a abrir los ojos y esta vez no tuvo ningún malestar físico, pero sintió que sus ojos se cegaron un poco al abrirlos ya que esta vez no había oscuridad alguna y eso la sorprendió. Al enfocar, notó de inmediato una profunda calidez en el ambiente, el día era soleado primaveral y al mirar a su alrededor reconoció enseguida el jardín, estaba fuera de la residencia y todo parecía colorido, hasta le sorprendió volver a escuchar el sonido de los pájaros en los árboles. Se puso de pie, miró sus manos y estaban algo sucias, llevaba un delantal y se dio cuenta de que había estado trabajando en las flores, junto a ella habían utensilios de jardinería y algunas flores a medio plantar.
Miró a todos lados y vio a varias hermanas trabajando igual que ella, algunas reían y hablaban con tranquilidad, regresó su mirada y de paso vio un reflejo en el vidrio de la residencia y se sobresaltó al darse cuenta de que era ella, pero su rostro era como el de la fotografía.

-Keiko...san…

Susurró y acarició sus mejillas con la yema de los dedos dejándose algo de tierra ahí, estaba tan embobada viendo su imagen en el reflejo hasta que de pronto escuchó una voz llamándola desde un escondido lugar. Miró hacia un lado y vió que entre los arbustos había una joven y linda muchacha haciéndole señas a escondidas.

-Keiko chan, ven no hay nadie
-¿eh?
-Apresúrate, tengo que decirte algo

Shizuma antes de responder y entender la situación, ya había cruzado el arbusto ya que la muchacha la jaló del brazo arrastrandola hasta ese lugar, allí vio la continuación del jardín donde no había nadie en las cercanías. Se refugiaron junto a la sombra de un árbol y allí se quedaron sentadas, la joven parecía muy angustiada a punto de llorar, la ex Etoile no sabía qué decirle pero la situación parecía ser muy complicada.

-Me iré de la colina…
-¿qué?
-Me llevaran y no quiero irme de aquí...no quiero separarme de tí…

Shizuma abrió los ojos y sintió que su corazón dolía en serio, unas lágrimas corrieron por sus mejillas y supo que no podría hacer nada al respecto.

-¿por...porque te vas?...
-Se han enterado…amenazaron a mi familia…

La muchacha lloraba amargamente cubriéndose el rostro con ambas manos y el pecho de Keiko dolía terriblemente, sus ojos se nublaron en lágrimas y no pudo decir nada más, el silencio las envolvió hasta que escucharon una voz desde el otro lado.

-Keiko san!! Necesito las semillas para el invernadero! Keiko san!

La muchacha se limpió el rostro con las mangas del uniforme y la miró con infinita ternura por un largo instante.

-No importa la distancia, jamás te olvidaré...Keiko chan…

La joven monja sintió que su corazón explotaría en ese instante y sin importarle si las encontraban o no, tomó las mejillas de la muchacha y le dió un intenso beso que sellaría aquel profundo amor prohibido por siempre, ella respondió de igual manera acariciándole el rostro y dejándose llevar por ese enorme sentimiento que podría calmar al alma más inquieta domándola por completo.



Shizuma sintió algo sumamente cálido envolverla y el frío se alejaba de ella velozmente, esos labios le daban aquella felicidad que conocía tan bien. Sus ojos que había sentido pesados ahora parecían volver a la vida lentamente y sus manos se movieron hacia el frente, tomando por la cintura a quien estaba justo allí. Nagisa.


Miyuki respiró profundo al igual que Chikaru viendo que Shizuma recobraba el conocimiento en brazos de la pelirroja en medio de aquel bosque. Las luces del camino comenzaron a encenderse y Kagome suspiró tranquila.

-Bien, creo que todo se ha solucionado… -Dice Kagome
-¿eh? ¿no nos vas a decir que paso? -Pregunta Miyuki
-Shizuma sama al parecer dió con el punto exacto en el bosque, pero creo que lo ha solucionado
-¿punto exacto? ¿de que?

Chikaru al ver que Shizuma estaba un poco mareada se acercó a ella para ayudarla y sostenerla junto a Nagisa, la llevarían entre las dos hacia la residencia, sólo quería dormir.

-Shizuma, ¿estas bien? -Preguntó Miyuki
-No lo sé Miyu chan...solo quiero descansar…-Dijo con voz cansada

Miyuki se quedó atrás mientras sus amigas sin perder tiempo caminaban hacia la residencia. Su curiosidad no la dejaba tranquila e iluminó con su linterna el lugar donde habían encontrado a Shizuma, sólo había pasto y un pequeño montículo junto a un árbol, desde ahí algo parecía asomarse desde la tierra.

-¿qué es eso?

Se agacho y comenzó a escarbar con una mano y se sorprendió al darse cuenta de que algo había sepultado allí.

-No puede ser cierto…

Los ojos de Miyuki se abrieron enormes al ver una vieja lápida allí y al mover un poco de tierra podía ver unas letras ya borrosas con el paso del tiempo.

-...Keiko…

La fría brisa volvió a cruzar la colina dándole un escalofrío por la espalda, vió que sus amigas ya estaban muy lejos de ahí así que se apresuró a cubrir nuevamente ese lugar.

-jamás imaginé que hubiera alguien sepultado aquí...jamás…

No alcanzó a terminar la frase cuando vio de reojo la sombra de alguien en el bosque y una gota de sudor frío corrió por su frente.
No estaba sola.




FIN